Capítulo 12

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✵༄ Lando Norris – 

Cuándo llegué al circuito con mi hermana, ella no dejaba de jugar con sus dedos, nerviosa; lo cuál me hizo resoplar molesto, odiaba verla intranquila, y mucho más por una razón estúpida, si tan solo supiera que su amiguita no contestaba porque debía estar durmiendo, después de haberse pasado de copas anoche.

— ¿Quieres relajarte? Ella está bien, de seguro solo se quedó dormida y dejó el teléfono en alguna parte. No sería una sorpresa, no es alguien realmente responsable ¿O sí? — Dije tratando de tranquilizarla.

— Lando, hermanito, vete a la mierda. — Me sonrió de forma sarcástica y yo puse los ojos en blanco, ¿Desde cuando la defendía más a ella que a mí? Maldito sea el día en el que apreció en la vida de mi hermana.

Y aún peor cuando se metió en la mía, haciéndose amiga de mis amigos, presentándose en nuestras reuniones y llevándose bien con todos, con su estúpido vestido que le quedaba para morirse, y su pelo que... Joder ¿En que estaba pensando? Tenía que concentrarme. ¿Es que no veían que era de lo peor? Cuándo ayer todos se sorprendieron porque fuera su cumpleaños, y empezaron a festejarlo con ella sentí rechazo, solo quería que desapareciera de nuestras vidas y todo fuera como una semana antes, cuando no tenía idea de su existencia.

Claro que no le dije eso a mi hermana, sabía que se pondría de mal humor por no haber sido invitada, pero no la quería cerca de mis amigos cuando ellos bebían, sin contar que ella no podía beber aún, al menos no legalmente.

Llegamos al circuito y nos separamos, ella, como todas las mañanas iría al hospitality por algo de comer, y esperaría ahí a mis padres, que llegarían pronto. Yo en cambio, iría directo al box de McLaren, para prepararme y cuadrar los últimos detalles para la carrera de hoy.

No estaba emocionado, era mi carrera en casa, pero empezaba desde una mala posición y mis posibilidades de hacer al menos algunos puntos eran bajas, era un mal fin de semana.

Cuándo llegué a la zona de boxes pude ver a varios pilotos con rostros de cansancio, o al menos eso parecía, yo por otro lado, sabía que eran más rostros de una resaca causada por la "celebración" de anoche. ¿Cómo podía hacer Cassandra que la mitad de los pilotos bebieran antes de un Gran Premio solo porque era su cumpleaños? Ni que fuera tan importante.

El simple pensamiento me estresó, y decidí dejarlo de lado mientras me dirigía con mis ingenieros y me entrenador, listo para comenzar un nuevo día.

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✵ꕥ Cassandra Mueller –

Ya en mi habitación, bañada y con la ropa que utilizaría el día de hoy; una falda corta y plisada de color blanco, con una camiseta de Red Bull, había guardado mi outfit favorito para el día de la carrera; por fin me permití sentarme y respirar, mientras trataba de recordar los sucesos de la noche anterior. Traté de "dar vuelta a mis pasos" recordaba haber llegado, hablar con Charles y pedir mi bebida, recordaba concocer a los pilotos de Mercedes y la desafortunada llegada de Lando. Recordaba la sensación de la mano de Pierre en mi muslo. La llamada de Cisca, mi pequeña crisis que logré controlar a duras penas, la celebración con los shots... Y entonces todo se ponía borroso, recordaba algunas risas aquí y alla, unos ojos claros mirándome de cerca con una sonrisa.

Antes de seguir estresándome me acerqué al espejo para maquillarme y poder ir al circuito, cualquier rastro de autocontrol desapareció cuando vi una marca en mi cuello, con un carajo, con quien sea que me hubiera acostado me iba a escuchar. Dejé el enojo de lado y me apresuré a cubrirlo con base.

Mientras terminaba de maquillarme algo resignada a no recordar nada, me llegó una notificación a mi teléfono, lo tomé y suspiré al ver al remitente.

Love on Track | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora