Azucena: Oye mamá puede que para lo que te voy a decir te quieres sentar.
Sara: Pidis piri li qui ti quieri dicir ti quieris sintir. (dijo con voz aguda) ¿me crees muy vieja o qué? tengo 36 años.
Gabriela: 36 años de que pagaste tu tumba en el cementerio. (dije sarcástica) jajajajaja.
Azucena: ¡Gabriela! mamá ponte de 40.
Sara: Trato hecho.
Gabriela: No pero ya enserio siéntate anciana.
Sara: Bien haber ¿Qué pasó, porqué tanto misterio?
Azucena: Estoy embarazada otra ves.
Sara: ¡Qué! ay dios mío pásame una silla hija. (dijo asustada)
Azucena: ¿Porqué se espantan tanto? si es una bendición ser mamá.
Sara: Por supuesto que lo es hija, pero !entonces tu eres la más bendecida del mundo! otro nieto por Dios. ¡Tu lo que quieres es volverme locaaaa!
Gabriela: E que yo te salí tranquilita.
Azucena: Ay por favor. (dijo molesta)
Sara: Si no manches.
Gabriela: ¿Qué? ayyyy.