Encause

1.4K 134 92
                                    




A veces solo falta con tomar un tiempo para respirar, mirar hacia atrás y darte cuenta del lugar al que no quieres volver. Así se sentía Luisita en esos momentos, muchas cosas habían pasado en los últimos meses, muchas revelaciones de un mundo paralelo al suyo del cual no tenía idea siquiera de su existencia, unos sentimientos que poco a poco fueron creciendo muy en su interior y que ahora por más que llorara y requebrara no podía dejar de sentirlos.
Estaba tan, pero tan enfadada con Amelia por lo que ella veía como deshonestidad, si bien es cierto que no había permitido a la mujer vampiro explicarle muchas cosas en el momento de la discusión y que después no podía dejar de preguntarse a sí misma cuando se le medio pasó el enfado, ella seguía molesta y ya no solo con la de rizos, sino con su amiga y colega.

Así que ahora se dirigía hasta allí a enfrentar la situación de frente porque quería y sentía que merecía una explicación.

Entró al hospital a paso firme, se cambió a su uniforme y colocó su bata blanca emprendiendo la búsqueda por su amiga, la noche anterior había querido llamarle y decirle un par de cosas al teléfono, pero se rehusó a esa idea porque necesitaba mirarle a los ojos cuando le contara que sabía todo.

Preguntó en el start de enfermería por Rocío y una de las enfermeras de turno la dirigió al piso de cardiología donde estaba haciendo una consulta, nada más entrar la vio de pie en el start de ese piso llenando unos papeles, se acercó a ella y la miró con los ojos achinados. - Tienes un minuto, necesito hablar contigo. - Dijo compuesta con un tono bajo.

Rocío no la miró, pero sonrió. - Ay hola Luisi, pues me pillas de camino a una consulta más, pero si me esperas nos tomamos un café en la cafetería... ¿Qué le pasa a tu cara? - Finalmente levantó la vista y por su expresión facial intuyó que algo ocurría.

-Esto no puede esperar, porque si espero más voy a reventar. - Respondió la rubia agarrando del codo a su colega y arrastrándola consigo.

-¿Pero qué pasa? - La mujer preguntó siendo llevada pasillo abajo. - Fíjate que tienes manos pequeñas, pero como aprietan, eh. - Hizo una mueca de dolor. - Luisi en serio ¿qué pasa? - Preguntó otra vez cuando su amiga prácticamente la empujó en uno de los dormitorios para médicos.

-¿Qué pasa? ¿Quieres que te diga? - Preguntó irónicamente. - Pasa que ya lo sé todo, Rocío y quiero que me digas cómo has podido hacerme esto, cómo has podido estarme mintiendo todo este tiempo. Eso pasa. -

Rocío la miró nerviosamente. - ¿Sabes que cosa, Luisita? No sé a qué te refieres. -

Luisita la miró acusatoriamente. - No te hagas la tonta, Rocío. - Apretó los dientes. - Me refiero a mi novia, ¿Cuánto tiempo llevas viéndote con ella a mis espaldas? -

Rocío la miró escandalizada primero y luego respiró profundo antes de volver a hablar. - Te lo ha dicho. -

Luisita la miró incrédula al ver tanta tranquilidad en ella. - Hombre, claro que me lo ha dicho, más bien se lo he tenido que sacar. - Aclaró. - Pero ese no es el punto, el punto es que te has estado viendo con mi novia a mis espaldas, sabias quien era ella y lo que significaba y te has quedado callada, ¿Cómo pudiste? - Preguntó indignada.

La castaña metió las manos en los bolsillos de su bata blanca y la miró con resignación. - Bueno no sé tú, pero yo creería que es un poco complicado decirle a tu amiga que soy sirviente de una de vampiro original que además hace parte del gran concejo vampírico, no sé, suena un poco too much. - Se encogió de hombros.

Luisita frunció el ceño abriendo mucho los ojos sin entender. - ¿Luccia es todo eso? -

-Pensaba que lo sabías todo. - Rocío la miró ahora a ella sin entender nada.
-Esa parte se la saltaron. -

She Dark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora