*Anteriormente en She Dark*
Los colmillos se encajaron en la piel de Luisita haciéndola soltar un grito de dolor que Amelia desde luego no escuchó, ella estaba en su propio paraíso, sus ojos se abrieron dejando al descubierto las sombras verdosas mientras la sangre espesa empezaba a rodar por la piel blanca de la médica manchando sus labios y barbilla de su brebaje favorito, podía sentir el tirón en su cabello y los ruegos a que parase muy levemente, pero el sabor de su sangre era tan intoxicante que ella simplemente no podía, seguía chupando hasta que Luisita dejó de resistirse y para cuando finalmente desencajó sus colmillos dio un respiro profundo como cuando sales de debajo del agua en busca de oxígeno, aquello era su propio orgasmo, era su liberación y alivio.
Se pasó la lengua por los labios no queriendo desperdiciar nada y abrió los ojos finalmente, encontrando su peor pesadilla en aquel sofá...
Pero la pesadilla no hacía más que empezar...
Nuevamente se encontraba en un lugar oscuro, sentía angustia y miedo y culpa y remordimiento, le daba vueltas la cabeza viendo como su alrededor se confundía entre las fachadas de casas, carros y calles que no lograba recordar. Se sentía perdida, pero sobre todo sentía desdicha.
Su peor pesadilla allí estaba en sus brazos casi moribunda, podía escuchar los latidos de su corazón débiles casi imperceptible y su respiración ralentizada, se decidió a llorar después y actuar ahora así que no se detuvo hasta llegar al hospital y en contra de su naturaleza una vez más entró por las puertas de urgencia buscando a alguien que le ayudara a salvar la vida de la mujer que le había hecho sentir viva estando muerta.
Poco a poco fue recobrando la consciencia, tenía la garganta seca y los labios cuarteados, intentó abrir los ojos, pero la luz tenue de la lampara al lado de su cama le hicieron arrepentirse puesto que aquella luz atravesó su retina provocando un insoportable dolor de cabeza, cerró los ojos con fuerza encorvándose en la cama en posición fetal hasta que poco a poco el estruendo detrás de sus ojos aminoraba, sus piernas se rozaron y sintió la venda en su muslo, frunció el ceño al no comprender, pero antes de que pudiera siquiera buscar respuestas volvió a quedarse dormida.
La siguiente vez que despertó fue porque alguien accidentalmente movió su cama, abrió un ojo primero y después el otro dejándolos entrecerrados. - ¿Cómo se siente Dra. Gómez? - Preguntó la enfermera que revisaba sus signos vitales.
Ella intentó hablar, pero al principio no le salía la voz. - ¿Qué ... qué ha pasado, Rosa? - Su voz era ronca de estar tanto tiempo sin decir palabra.
-Está en el hospital, había perdido mucha sangre y su corazón empezaba a fallarle. - Explicó la mujer. - Por fortuna le trajeron pronto porque de lo contrario... - Rosa agachó la cabeza con algo de pena. - Me alegro de que ya esté mejor, Dra. Gómez. - Se limitó a decir con una sonrisa algo triste.
Luisita asintió lentamente cuando la puerta se abrió de repente. - Así que la bella durmiente ha decidido despertar de su letargo. - Se escuchó la voz de su colega Rocío. - ¿Le has dado un beso de amor verdadero, Rosa? - Preguntó en broma a la enfermera.
Quien entre risas respondió. - No ha sido necesario. - Rocío le guiñó un ojo. - No siendo más, me retiro, con permiso. -
La mujer salió de la habitación de hospital dejando a las médicas solas. - ¿Cómo te sientes? - Preguntó Rocío acercándose a su amiga, tomó una silla y se sentó a su lado.
-Me duele un poco la cabeza. - Respondió con algo de dificultad debido a su garganta seca. Rocío le acercó un vaso con cubitos de hielo y agua. - Gracias. - Dijo tras dar el primer sorbo. - ¿Qué ha pasado, Rocío? -
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She Dark
FanfikceEmpezó como especial de Halloween 🎃 Ahora veamos que tan reales son los sueños y que tan afilados son los colmillos de un Vampiro.