Chan y yo terminábamos de entrenar, habíamos decidido tener un combate de espadas de práctica, en el cual hasta ese día me di cuenta que ambos habíamos desarrollado una habilidad considerable, bloqueábamos, esquivábamos y atacábamos con bastante precisión, aunque yo seguía siendo superior al chico, su habilidad era notable, por supuesto que las espadas que usábamos eran espadas de práctica sin filo, de ninguna manera nos iban a prestar espadas reales, sin embargo nos permitían portarlas por todo el lugar, a mí me daba igual, después de todo eran prácticamente juguetes, pero Chan la portaba con orgullo (creo que posiblemente se sentía aceptado y parte de algo más grande).
Después de terminar el duelo de practica me fui a mi cabaña a dormir un rato, Chan se puso triste pues a pesar de que ahora los militares ya lo toleraban, yo seguía siendo el único que lo trataba con tanta familiaridad, no es que fueran malas personas en sí, pero ciertamente tolerar su aspecto, sus toscos modales y su olor corporal, pueden estar seguros de que era un verdadero reto.
Mientras estaba dormido un ruido fuerte a lo lejos me despertó, cautelosamente subí al techo de la cabaña y me di cuenta que había un alboroto en el cuartel (y en mi vida pasada había descubierto que aquello que es más peligroso para ti es aquello que desconoces) así que me dirige al cuartel para preguntar ¿qué había pasado?
Una vez ahí, uno de los soldados con los que de vez en cuando bromeaba y normalmente daba mantenimiento a su equipo o lo ayudaba con algunas tareas insignificantes me contó que un grupo de reconocimiento había descubierto un grupo de bandidos bastante numeroso y ahora se estaban preparando para ir a acabar con ellos, me miró y me dijo que me quedara en el fuerte para proteger todos los suministros y que los escondiera en el sótano.
Me sorprendió cuando me entrego un cuchillo militar y me dijo que estaba listo, (Seguramente se había creído toda esa fanfarronería que yo decía acerca de ser un buen soldado y todas esas mentiras que decía para obtener una ración de comida extra) yo simplemente asentí y le di las gracias.
Me puse manos a la obra con lo que me había ordenado, pero para mí sorpresas se empezaron a escuchar ruidos de espadas chocando afuera por lo que cautelosamente salí a mirar que estaba pasando, tristemente me di cuenta que el combate estaba muy cerca de nuestro cuartel por lo que entré en pánico, yo no quería ser envuelto en una batalla, ¡por favor! tenía apenas 12 años, bueno estaba por cumplir 13, pero ni de lejos era edad suficiente para entrar en un combate con adultos, así que tome dos cartuchos de dinamita, fósforos por si acaso y con sigilo me deslicé por la puerta trasera.
Para mi sorpresa en ese momento me empezó a seguir Chan, este desenvainó su espada y me dijo que desertar era lo más deshonroso que podía hacer un soldado, yo sabía lo terco que era el muchacho y aunque sabía que podía vencerlo también sabía que me tardaría un poco de tiempo, tiempo que no tenía si quería huir de una sola pieza, pues el ruido de nuestras espadas chocando atraería al enemigo, sin mencionar que cuando todo terminara él me acusaría con los demás y entonces verían que soy un cobarde, en cuyo caso no solamente me quitarían la reacción extra de comida, sino que no sabía que castigo me impondrían para servir de ejemplo a otros.
Mi mente entró en pánico y tuve que inventar una excusa, Chan escucha atentamente, sé que esto parece incorrecto pero te puedo asegurar qué es lo correcto, no estoy desertando, lo que tenemos que hacer es caminar en la dirección contraria y asegurarnos que no nos estén flanqueando, es decir, evitar que nos ataquen por la espalda, entonces le entregué los dos cartuchos de dinamita junto con los fósforos y le dije ten guárdalos para que veas que estoy diciendo la verdad, en cuanto encontremos al enemigo enciende los cartuchos y arrójalos al enemigo, de esa manera estaremos reduciremos los números del enemigo y nuestros aliados se darán cuenta que estamos siendo rodeados.
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Reencarnado en el mundo de Avatar la leyenda de Aang
FanficUn personaje que reencarna en el mundo de Avatar la leyenda de Aang, lo único que quiere es tener una vida tranquila pero es arrojado una y otra vez a los problemas mas locos de ese mundo, además nace en la nación del fuego, el país de ¿los malos...