𝖚𝖓𝖔

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Hace unos 200 años, en un reino hermoso, lleno de vegetación por todas partes, árboles que casi parecían rozar el cielo, flores de todos los tipos y colores, el rey paseaba con su esposa de la mano, llevaban más de 70 años casados, manteniéndose todavía jóvenes gracias a la magia que fluía por sus cuerpos.

En el brazo de la mujer, un pequeño niño de ojos grandes, de apenas 4 años, miraba todo con brillitos en sus orbes negros, su madre sonreía enternecida.

Cuando de repente, escucharon un llanto lastimero dentro del frondoso bosque, sin entender exactamente por qué habría un bebé allí. El rey y su esposa corrieron en busca del sonido, encontrándose a un pequeño, de cabellos marrones, con su cara hinchada por llorar, su pequeño rostro estaba rojo por el esfuerzo, sus manitas se abrían y cerraban desconsoladas.

Con delicadeza, el rey se agachó a coger al pequeño, acunándolo entre sus brazos, tranquilizándole poco a poco, hasta que por fin dejó de llorar, estaba realmente intrigado de quién podía haber dejado a un bebé allí.

Todo su mundo pareció esfumarse en cuanto el bebé abrió los ojos, un fuerte verde esmeralda, que brillaba con la intensidad del sol cegó al rey que quedó enamorado de esos dos orbes tan especiales, mostrándoselo a su esposa, que cayó rendida a ellos igual que su hijo.

Ese día decidieron adoptar al pequeño, no habría sido agradable volver a su castillo sabiendo que habían dejado a un bebé a merced de los animales que había por el bosque.

El reino se llenó de regocijo al ver que sus majestades presentaban a un nuevo hijo, daba igual que fuese adoptado, todos en ese pueblo lo recibieron encantados.

Conforme el niño crecía, la magia parecía brotar de su cuerpo con asombrosa facilidad, era el mejor en sus clases, con apenas 10 años ya podía transformarse en animales pequeños, cambiar su color de cabello a voluntad e incluso teletransportarse, dándole a sus padres los convenientes sustos por ello.

Su hermano mayor estaba encantado con él, siempre juntos, de la mano a todas partes, compartiendo confidencias, quedándose hablando hasta altas horas de la noche, realmente no podían vivir sin el otro.

Pero el menor de los dos jamás lo vio con un hermano, con apenas 18 años se dio cuenta de que lo que sentía por ese hombre de facciones preciosas, labios gruesos, mirada y cabello azabaches, era amor sí, pero no el que se le tiene a un familiar, su corazón revoloteaba con la sola presencia de ese muchacho.

Un día, estando los dos en el bosque, tumbados mirando los altos árboles que había allí, tomó valentía y se confesó a su amado hermano.

El beso que recibió después de aquella confesión, llenó su corazoncito de amor y felicidad, su hermano le había dado su primer beso, apenas un roce, pero para él se sintió lo mejor del mundo.

Los encuentros a escondidas empezaron, al principio apenas eran besos fugaces bajo sonrojos adorables, aunque poco a poco se fueron dejando llevar, hasta que un día, se unieron como uno solo en mitad de aquel bosque, el hermano menor se fundió con la piel del mayor, haciéndole el amor de una forma tan especial que las flores crecieron alrededor de ellos, hechizadas por la magia que desprendía su cuerpo.

Estuvieron así aproximadamente 30 años, en una relación prohibida, considerada incestuosa porque aun no compartiendo sangre, eran hermanos, hasta que un día, los padres de ambos contrajeron una extraña enfermedad mágica, falleciendo irremediablemente.

Entonces el menor pensó que sería su oportunidad, gobernaría el reino que los vio crecer junto a su amado, pero lo que pasó, lo sumió en una espiral de rabia y furia.

Un día apareció con un hombre de la mano, del reino vecino, anunciando a todo su pueblo que se desposaría con él, un hermoso muchacho alto, de piel morena como la suya, de labios preciosos que formaban hoyuelos al sonreír y una capacidad de palabra digna de un rey.

Se sintió morir, era lo último que se esperaba, su corazón roto lo llevó a cometer una masacre, su magia normalmente blanca y pura, se volvió negra y de destellos verdes, un par de cuernos salieron de su cráneo y sus vestimentas, siempre tan coloridas y hermosas, se tiñeron de un oscuro negro.

Ese día, una energía maligna arrasó con todo los que estaban en el anunciamiento, su hermano le miró con profundo odio y lo desterró al bosque, donde hizo aparecer su propio castillo, donde quedaría solo el resto de su vida, aunque no fue así, su mejor amigo, le acompañó, convirtiéndose en su sirviente.

La personalidad de este bonito muchacho cambió de forma drástica, sus palabras enmudecieron, su mirada se endureció y sus orbes esmeraldas destilaban frialdad, su criado llevaba sin verle sonreír cerca de 150 años.

El problema es que la sonrisa que se formó en su rostro, no fue para nada hermosa, más bien tétrica y aterradora, ocurriendo en la presentación del primer hijo de su hermano mayor.

Las personas allí presentes se asustaron cuando apareció en el gran salón, acercándose a la cuna donde el pequeño dormía, acarició con su largo dedo las mejillas adorables rosadas del bebé, ocasionándole una leve sonrisa al bebé y una cara de profundo odio a su hermano, que corrió a cogerlo.

Ese día, el dolido Kim Taehyung hizo una amenaza al que fue su gran y primer amor, Kim Seokjin, delante de su esposo Kim Namjoon y con su siervo escondido detrás de él, Park HyungSik, con el pequeño bebé Yoongi en la cuna.

Te arrebataré lo que más amas, igual que tú me arrebataste a mí el corazón, lo destrozaré igual que hiciste tú.

Después de ese mensaje, él y su criado se marcharon de allí, dejando al matrimonio totalmente desolado, acunando a su pequeño en brazos, con miedo de que algún día ese brujo malvado les hiciera daño.

En el presente que tenemos ahora, un lindo Yoongi de 21 años, va nuevamente a molestar a su tío favorito, lo hace desde que con 7 años descubrió el castillo en el bosque, ama estar con él a pesar de que sea tan frío y poco receptivo, siempre huyendo de sus tres hadas madrinas.

Arruga la nariz al pensar que esta vez, escapar de Eunwoo, Jimin y Hoseok ha sido más difícil.

Su corazoncito se acelera al llegar a la sala del trono donde su tío, tan elegante siempre, con esos ropajes negros, su mirada centelleante y su rostro neutro le espera con una ceja arqueada, sintiendo que sus mejillas se colorean de un fuerte rojo al verle andar hasta él.

Está enamorado de su hermoso tío, desde hace años, además, por ello no le importaría ser castigado si le cogen visitándole.

- Hola, mi hermoso niño – Saluda el mayor, acunando su pequeño rostro entre sus grandes manos, para dejar un beso en su nariz.

Yoongi suspira y cierra los ojos, amando un poquito más a ese hombre al que todos llaman desde hace años por un nombre que no le gusta, solo porque un día su magia se descontroló.

Ese hombre al que llaman maléfica solo porque su pecado más grande fue amar a alguien.

Taeleficent ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora