𝖉𝖎𝖊𝖟

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Una de las manos del pelinegro acaricia con parsimonia el cabello de su mayor, que está tumbado con la cabeza en su pecho mientras se encarga de pasear un dedo por su abdomen, ambos desnudos después de haberse entregado una vez más.

Hace días desde su primer encuentro de intimidad, Taehyung ha ido cada noche a reclamar lo que le pertenece, cada minuto que pasa alejado de Yoongi comienza a hacérsele insoportable, necesita tenerlo a su lado de forma constante, tanto que ahora empieza a entender el por qué ese lindo niño iba a visitarlo cada día.

Yoongi traga duro, esto es más de lo que su pequeño corazón puede siquiera soportar, para culminar su felicidad solo tendría que tener el valor de enfrentarse a su padre, pero eso de momento, le parece imposible.

- Tío Taehyung – Susurra el pelinegro.

- Te he dicho que no me llames así – Responde con tranquilidad – Y menos después de haberte tomado, princesito.

- Uy sí, perdón – Siente que sus mejillas se encienden – Quiero hacerte una pregunta.

- Dime, pequeño – Taehyung se incorpora, quedándose apoyado en su brazo – Soy todo oídos.

- D-Durante estos años... ¿C-Cómo lo hacías? – Gira su cabeza, totalmente avergonzado.

- ¿Para satisfacerme? – Tuerce los labios, mirándole divertido – He tenido que recurrir muchas veces a mí mismo – Su mano libre acaricia el abdomen manchado del menor, llevándose restos de su esencia a la boca – Aunque tengo que decirte que hay muchos chicos lindos en el reino que tienen curiosidad del brujo malo del cuento.

El corazón del menor da un pinchazo, haciéndole fruncir el ceño, aunque se lo haya buscado él, odia profundamente imaginarse a su mayor tomando a otro.

- ¿Celoso? – Ronronea acercando sus labios a la oreja de Yoongi – No hay ningún chico más lindo que tú, pequeño.

Eso le lleva a sentir un cosquilleo en la punta de sus dedos y sentir cómo su pecho se llena de orgullo, aunque le gustaría saber si solo es lindo a sus ojos.

- ¿No me consideras hermoso? – Pregunta bajito, volviendo a girar su rostro.

- Eres indiscutiblemente lo más hermoso que he podido ver en mi larga vida – Dice sincero, casi sonriendo – Y no creo que pueda ver algo más precioso que tú.

El suspiro que cae de sus labios invita a Taehyung a envolverlo entre sus brazos para besarle con delicadeza, ambas bocas moviéndose de forma sincronizada, la gran mano del mayor acariciando con pasividad su espalda, el sol traicionero avisándoles de que tienen que despedirse una vez más.

- No me quiero ir – Susurra Yoongi entre besos.

- Podremos estar juntos, mi pequeño princesito – Responde en sus labios – Lo prometo.

El último beso se lo dan en la habitación del menor, dejándolo debidamente arropado y vestido antes de entregarle un lindo besito en la frente que lo deja dormido en cuestión de segundos, siendo observado con ternura por su mayor, que sonríe con cariño por primera vez en demasiados años.

Unos golpes se escuchan en la puerta y Yoongi abre los ojos, aún casi sintiendo las caricias de Taehyung en su cuerpo, aunque el sentimiento de malestar por no poder estar a su lado vuelve a darle los buenos días, desvía su mirada a la puerta por ...

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Unos golpes se escuchan en la puerta y Yoongi abre los ojos, aún casi sintiendo las caricias de Taehyung en su cuerpo, aunque el sentimiento de malestar por no poder estar a su lado vuelve a darle los buenos días, desvía su mirada a la puerta por la que entran sus hermosos padres, sonriéndoles levemente.

- Mi niño – Saluda amistoso Namjoon, sentándose a su lado en la cama – Venimos a despertarte, no se te olvide que hoy es el festival del inicio del verano.

- ¿Y qué pasa? – Se talla un ojo, adormilado.

- Tú lo abres, cariño – Responde Jin cariñoso – Además de que deberás elegir a alguien con quien bailar.

Yoongi rueda los ojos, sabe que no tiene elección ninguna, deberá hacerlo con el bonito príncipe Jungkook porque es lo que espera todo el reino, que está impaciente porque se prometa en matrimonio junto a él.

- Venga a vestirte pequeño – Su padre más alto le acaricia el rostro – Tenemos un bonito día que pasar.

Asiente y se incorpora, notando algo raro en la mirada de su padre Jin, que frunce levemente el ceño, pero no entiende por qué. Se va a los baños para asearse debidamente, dejando que los geles y lociones se lleven todo rastro de aroma de Taehyung, muy a su pesar.

El traje amarillo pastel combina perfecto con su delicada piel nívea, su cabello liso y la capa de maquillaje que las sirvientas se esmeran en poner le da al príncipe un aura tan preciosa que todos los chicos y chicas del pueblo suspiran mientras anda hacia el centro de la plaza, donde todos esperan que dé el bonito discurso que se espera de ese príncipe delicado y agradable que tienen.

- Bienvenidos todos al baile que inaugurará el precioso verano que tenemos por delante – Sonríe en grande – Espero que disfrutéis de este día y de todos los que nos quedan, de cada flor que luce orgullosa sus colores, de cada momento íntimo que tengáis con las personas que amáis – El nudo en su garganta le complica el hablar – Y, sobre todo, que seáis felices, no puedo querer más para mi pueblo.

La plaza se rompe en aplausos, las madres lloran emocionadas y los jóvenes suspiran de nuevo por su lindo príncipe, su mirada recorre a cada integrante allí reunido, su corazón se desboca cuando le ve.

Su cabello castaño largo, tapando con dos mechones su rostro, los ojos verdes que centellean de emoción por verle, la capa negra que cubre su cuerpo y sobre todo, algo que consigue que Yoongi sienta sus ojos empañarse, eso que lleva tantísimos años deseando profundamente ver.

La hermosa sonrisa de Taehyung, mostrando sus dientes, que casi cierra sus ojos, directamente dedicada en exclusiva para él.

Taeleficent ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora