𝖋𝖎𝖓𝖆𝖑

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Al pelinegro no le da tiempo a saludarle cuando se ve envuelto en sus brazos, entonces es en ese momento en el que se deja llorar, un desgarrador grito sale de su garganta y pronto su rostro está húmedo por las lágrimas; Taehyung lo entiende a la perfección, mucho ha tardado en derrumbarse.

Con una fuerza que le asombra, lo agarra a él independientemente de tener a sus hijos en brazos, llevándole con lentitud a su trono, donde se sienta, con los tres encima, para acunarlos como se merecen.

- Bienvenido, princesito – saluda enternecido el brujo, besando sus mejillas mojadas – perdona por no haber estos dos días contigo, pensé que querrías pasarlos con tus padres.

Yoongi sonríe y se esconde en el cuello de su mayor, dejando que todo lo mal que lo ha pasado estos días y antes de hechizarse se escapen por sus ojos, ve cómo Taehyung juega con la naricita de Haneul, o cómo MyeongSuk bosteza, entre el mundo de los sueños y éste; es una imagen que jamás se pudo siquiera llegar a imaginar, pero que aquí la tiene.

Está con su rey, en su castillo y con sus hijos, lejos de responsabilidades con el reino al que pertenecía, puede por fin tener su final feliz como siempre quiso desde que sus ojos dieron por primera vez con Taehyung.

- A tu hija le cae bien el imbécil del príncipe Jeon – gruñe Taehyung – que tuvo la osadía de intentar despertarte él.

El príncipe se ríe por lo bajito, ha hablado con Jungkook y se lo ha contado todo, debe reconocer que estuvo bastante adorable cuando le pidió disculpas por haberle besado sin su consentimiento, él solo pudo agradecerle por haberlo intentado y le dio las gracias.

- Son hermosos, tanto como lo eres tú, princesito – Taehyung le acaricia el rostro, sacando un delicado suspiro de sus labios – te he echado demasiado de menos estos meses, realmente lo siento mucho.

- No pasa nada, lo hice aun sabiendo que podían pasar días, meses o incluso años – responde al fin, ya calmado – no me tienes que pedir disculpas, tú habrías hecho lo mismo por mí y, además, ahora tenemos compañía, Taehyung.

Ambos miran a sus hijos, los cuales duermen tranquilamente en los brazos del menor, sintiendo que, en ese momento, todo está como debe, al fin.

A la noche, en el dormitorio que ahora comparten, la pareja entra con el menor riéndose porque han dejado a los dos pequeños en otra habitación bajo el cuidado de las ninfas, el brujo tiene planes para su primera noche juntos, por fin

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A la noche, en el dormitorio que ahora comparten, la pareja entra con el menor riéndose porque han dejado a los dos pequeños en otra habitación bajo el cuidado de las ninfas, el brujo tiene planes para su primera noche juntos, por fin.

- ¿No es un poco cruel abandonar a nuestros hijos? – pregunta el pelinegro siendo dejado en la cama – las ninfas no están para eso.

- Hoy sí – responde impasible Taehyung, metiéndose entre sus piernas – porque es un día especial, princesito.

El menor ladea la cabeza sin entender, el brujo solo sonríe y besa sus labios, Yoongi pasa sus brazos por su cuello y se entrega a ese beso precioso, en todo el día no ha podido hacerlo con su mayor, han estado entretenidos con sus hijos y ahora al fin tienen tiempo para ellos.

- Feliz cumpleaños, Yoonie – susurra el mayor, separándose – nuevamente es tu día y hoy hace exactamente un año que besé tus labios por primera vez.

El corazón del príncipe se desboca al recordarlo, como le pidió tímidamente que se lo diese y éste negó diciendo que era su tío, aunque al final lo consiguió. Los recuerdos se agolpan en su cerebro, han pasado muchas cosas y eso que solo es el principio de todo.

Yoongi vuelve a juntar sus labios y para sorpresa del brujo, a los segundos ambos están desnudos; Taehyung sonríe ladino entre el beso porque su pequeño haya aprendido tal hechizo, aunque lo recibe totalmente feliz. Se deja hacer cuando el pelinegro rueda para quedar encima de él, un suspiro sale de sus labios a la par que sus besos son dirigidos a su cuello, dejándose hacer sin ningún problema.

Sus orbes esmeraldas brillan de lujuria cuando ve a donde se dirige su menor, sus manos por instinto se enredan en los cabellos oscuros de su amante, guiándolo hacia abajo conforme su boca se abre para engullir toda su extensión.

Los movimientos son suaves y torpes, pero Taehyung traga duro cuando al intentar abarcar todo, el pelinegro deja ir una arcada que lo desquicia; por inercia deja una pequeña embestida que disfruta al máximo, la saliva mezclada con el pre semen que se escapa de las comisuras de la boca de Yoongi, es un espectáculo para él.

La impaciencia puede con el brujo y le libera de su tarea, acercándolo a sus labios para enfrascarse en un beso apasionado a la vez que dos de sus dedos tantean la entrada que lo espera desde hace meses y los introduce, recogiendo el gemido que Yoongi tiene para entregarle; el calor rodea los dos dígitos del brujo que realizan de forma experta su trabajo, abriendo y dilatando el agujero para recibirle.

Con su mano libre alinea su miembro contra la entrada y le libera de los dedos, observa cómo su príncipe se separa de él para erguirse, dejándose caer lentamente; Taehyung tiene la espectacular imagen de Yoongi totalmente empalado por él, su precioso cuerpo perlado de sudor, el sonrojo que gobierna su cara y sus labios hinchados, por unos momentos siente ganas de llorar, le ha extrañado tanto, ha sido insoportable todo este tiempo lejos de su pequeño.

Pero Yoongi no le da más margen de pensamiento, pues sitúa sus manos en su pecho y salta, auto follándose ansioso, las manos del mayor agarran su cintura y le ayuda en su tarea; la habitación es un lío de gemidos, choque de pieles y algún que otro suspiro, estar unidos a ese nivel es algo simplemente hermoso.

Yoongi se inclina para que Taehyung lleve el ritmo, que aumenta en el momento en el que sus bocas se encuentran y batallan para ver quién doma a la otra, las embestidas en el interior del príncipe son asfixiantes, su punto dulce es apuñalado sin ninguna contención, haciéndole gemir con fuerza en mitad del beso.

- Córrete para mí, mi rey – susurra Taehyung en sus labios – te amo.

El menor deja ir lágrimas, cargadas de placer, amor, emoción, muchos sentimientos encontrados, una embestida brutal en su punto dulce le hace gritar, teniendo un poderoso orgasmo que los mancha a ambos; las paredes del menor asfixian el miembro del brujo, que, con una última ración de estocadas, llena cada centímetro de su interior.

Las manos del castaño retiran con dulzura sus lágrimas, dejando un suave beso en sus labios, sonriéndole con esa preciosa, especial y cálida sonrisa geométrica.

- Te amo, para ahora y siempre, maléfico.

Taeleficent ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora