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𝐉𝐮𝐚𝐧𝐚
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— ¿Estás mejor? —me pregunta Enzo, mientras me hacía mimos en la cabeza.
Estábamos los dos acostados en mi cama, no pare de llorar en toda la noche y, Enzo no se movió de al lado mío.
— ¿Por qué duele tanto el querer estar con alguien? —le pregunto yo, con lágrimas en los ojos.
— ¿Me querés contar bien? —suspira secándose las lágrimas y yo negué para abrazarlo de nuevo.
— ¿Le avisaste a mamá qué iba a volver?
— no vas a volver. —afirma abrazándome fuerte.—, Te vas a quedar acá conmigo, con nosotros.
— lo único que hacemos acá, es discutir Enzo, tratarnos mal, nos llevamos mal. —lo mire.
— si, nos llevamos para el culo, pero me necesitas y yo no te voy a dejar sola. —deja un beso en mi cabeza.
Con sus pulgares me seca las lágrimas que se me habían escapado recién. Se levantó supongo que para ir con Olivia y yo aproveché para meterme a bañar, aunque lo único que hice fue llorar.
Me quedé un ratito abajo de la ducha mientras recuerdos pasaban por mi cabeza, cosas con Tiago, nuestra relación que la verdad pensaba que era perfecta pero la realidad es que era una mierda, manipulación, toxicidad, todo.
Y por otro lado pensaba en Luca, el viaje a la costa que hicimos, cuando miramos el atardecer abrazados, cuando teníamos esos momentos que parecían ser que no todo era sexo.
— dios, que me hiciste Langoni. —me tape la cara, estaba ahogada en llanto.
Salgo después de unos largos minutos en la ducha, me mire al espejo para hacerme la rutina, pero no tenía ganas, mis ojos estaban hinchados, mis labios paspados, estaba echa un asco.
Del baño salí con un remeron de river y un pantalón cortó. Al mirar mi cama me encuentro con Enzo acostado con Olivia, al lado de ellos había una bandeja de comida, mi sobrina estaba durmiendo sobre su pecho.
— te traje la comida, supuse que no ibas a querer bajar. —me sonríe de lado Enzo.
— la verdad no. —me senté en la cama al lado de ellos.—, Pero no tengo tanta hambre.
— come un poco, anoche no cenaste. —niega agarrando el control de la tele.—, Mientras voy a buscar una película.
Era milanesa con arroz, aunque no tenía hambre me tentaba un poco, así que empecé a comer, aparte me ahorraba la cagada a pedo por parte de Enzo. Él seguía buscando algo para mirar, mientras que yo agarré mi celular.
Tenía mensajes de mis amigos, pero seguía mirando el chat con Luca, mi último mensaje fue "ganaste entonces" y me clavo el visto, obvio no esperaba una respuesta de su parte.
— es viernes hoy. —habla Enzo.—, ¿Por qué no vas con las chicas a divertirte por ahí?
— ¿Vos me estás diciendo que salga? —arquee una ceja.
— no quiero que te quedes llorando cómo anoche, sabes que no me gusta verte así. —me mira.—, O si querés, salimos a tomar algo nosotros dos.
