Capitulo 18

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Anteriormente....

Fue un idiota por confiar en alguien que sabía, tenía fama de acostarse con cualquiera

Surco los cielos a lomos de su Dragón y aquella oscura noche en el cielo se pudo ver extensas columnas de fuego saliendo del hocico de un Dragón no visto por muchos

Los cielos fueron iluminados trayendo miedo a la pequeña gente y a los grandes señores aquella noche hospedados en la fortaleza roja

Daemon solo miro el cielo desde su ventana, preguntándose, por qué aquel Dragón estaba tan molesto, Caraxes y Syrax e incluso Vaghar estuvieron pendientes aquella noche de aquel infame Dragón

Por otro lado, Balerion solo se enfurruñó molesto por qué él aún no había sido montando por su jinete y había sido dejando de lado

Por otro lado, Balerion solo se enfurruñó molesto por qué él aún no había sido montando por su jinete y había sido dejando de lado

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Aquella noche, en lugar de retornar a la Fortaleza Roja, descansó en una isla cercana, acurrucado junto a su dragón. Experimentó un placer inmenso al dormir entre las cálidas escamas de su compañero alado. Aunque al principio resultó incómodo, pronto halló la posición ideal para su descanso.

- Deberíamos regresar ya - comentó el príncipe rubio, mientras acariciaba suavemente la mandíbula de su majestuoso dragón, quien ronroneó como un gatito feliz por las caricias.

- Ya ha amanecido; es hora de romper mi ayuno - murmuró pensativo, dejando que la incertidumbre creciera entre aquellos que se preocupaban por su desaparición antes de regresar.

- ¿Cómo diablos desapareció mi hijo de la noche a la mañana? - Daemon inquirió con vehemencia a las capas doradas, quienes se sentían avergonzados por haber fallado a su ex capitán

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- ¿Cómo diablos desapareció mi hijo de la noche a la mañana? - Daemon inquirió con vehemencia a las capas doradas, quienes se sentían avergonzados por haber fallado a su ex capitán.

- Salgan ahora y busquen a mi hijo - sin más, los guardias salieron prácticamente corriendo para cumplir la orden de su antiguo capitán.

- Cielo, tranquilízate. Estoy segura de que aparecerá pronto; debe de estar por ahí - Rhaenyra tomó el brazo de su tío, logrando calmarlo casi de inmediato.

- Si no lo encuentran, voy a cortarles la polla a todos - gruñó, observando al último miembro de las capas doradas salir de la sala.

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