-Esto se a retrasado mucho, la Reina Blanca no parece contenta- Comenta el segundo consejero de Estado Cater Diamond, mirando con detenimiento todo el evento, grabandolo con su esfera magica y transmitiendo en vivo en su cuenta de MagiGlass, ya que la ascencion de una santa es un evento unico que solo se vive una vez en la vida.
-No me extraña que esté molesta por el retraso, se ve que hicieron arreglos para esta ceremonia de ascenso de sea recordado, además invitaron a muchas personas importante aquí- Susurro el primer consejero Trey Clover
Y razón no le faltaba, un gran número de nobles, reyes y figuras importantes reconocidas estaban ahí para presenciar la primera santa que se manifestaba en más de 700 años, incluso monarcas y políticos extranjeros de más allá del continente estaban ahí para presencia a la magia milagrosa de la santa, todo esto lo organizó la Reina Blanca para demostrar que aunque su reino es pequeño aun sigue siendo poderoso, sin embargo las cosas no iban como ella quisiera, ya que los murmullos entre los invitados cuchicheando entre sobre este retraso y si paso algo comenzaron a sonar el gran salón.
-Que bueno que Riddle no está aquí, está furioso por hacerle perder el tiempo- Comentó Trey revisando la hora en su reloj de bolsillo
-¿De verdad no saben dónde está? Son sus guardaespaldas- Preguntó Cater directamente a un chico con un corazón pintado en la cara y otro con una pica
-Nop no estaba en la mesa de postres - Dijo Ace mientras comía un pastel, el chico del corazón.
-Ni la de bebidas- Dijo Deuce, otro chico con una pica pintada en la mejilla, bebiendo su copa.
-Nyufufufu~ Algo me dice que si se fue con esa chica alta a algún lado- Dijo Che'nya mientras flotaba, se supone que es otro consejero, pero más bien es el espía personal del emperador.
-El no es así Che'nya de seguro algo le hizo daño y fue al baño, quizás has se regreso al hotel- Dijo Trey pensando con lógica y como lo conocía.
-¡La ceremonia ya va empezar!- Exclamó Deuce por lo bajo dejando la copa a un lado y su compañero se atragantaba comiéndose lo que queda de pastel de un bocado, se suponía que en el salón de la ceremonia no deberían estar comiendo.
Por suerte nadie pareció darse cuenta del desliz del par de soldados de naipe, comenzo la musica ceremoniosa, todos los invitados tomaron asiento rápidamente, viendo como pasaba al altar primero William Whitekrone, el siguiente Rey Blanco, seguido por Bianca Firzant y su padre que la llevaba del brazo para darle seguridad a la nerviosa joven y por último el sacerdote, dando inicio al evento principal del que todo el reino estaba expectante, multitudes estaba conglomeradas fuera del templo y todo el que fuera importante en la sociedad estaba dentro, todo los ojos estaban sobre Bianca.
La peli-banca sentía un que estaba al borde de un ataque de pánico, ya que pasaban los minutos y tu no aparecías para hacer tus milagras aunque sea a la distancia, su madre tampoco daba señales de vida y eso era porque tampoco lograba encontrarte por mas que inspecciono por todo el templo y para mala suerte de la albina, el sacerdote dijo las palabras que tanto temía sin que estuvieras junto a ella...
-¡Ahora la santa realizará el máximo milagro! ¡Traerás de entre los muertos a una semilla muerta, la semilla de la rosa milenaria!- Exclamó alzando las manos al cielo -¡Que la nueva santa enviada por los dioses nos muestre sus bendiciones!-
Finalizó el hombre religioso señalando la fina maceta de oro blanco llena de tierra y con la semilla milenaria en su centro, que más bien parecía una piedrita receta, Bianca dominaba algo de magia de sanación que le enseñó su abuelo y espera que con eso pudiera hacerlo germinar, pero tenía sus dudas, después de todo la magia de sanación cura enfermedades sencillas y heridas no revive cosas muertas...
"No.. No será tan difícil ... Si esa lo logró.. y..yoo. Yo puedo" Peso Bianca para sus adentros sintiendo aún más pesada la mirada de todos los espectadores, en especial la de William a su lado y la de la Reina Blanca que estaba hasta enfrente de todo el público "Dioses... Si verdad existen y me escuchan... Salvenme de esta" Pensó finalmente extendiendo sus manos sobre la maceta, cosa que extraño un poco tanto a William como al sacerdote, ya que para los milagros la santa debe poner sus manos en posición de oración.
Mientras tanto un par de dioses disfrazados de nobles entre el público se miraron entre sí ya que escucharon la oración de esa chica...
-¿Deberíamos?- Dijo la diosa disfrazada con cierta sonrisa malévola
-Si, hay que darle una lección a esta chica...- Respondió su hermano también con sonrisa perversa
Con eso ambas deidades miraron fijamente la maceta con la semilla sagrada, y al acto esta empezó a germinar, Bianca suspira satisfecha, pensando que después de todo nunca necesito de una pordiosera huérfana como tu, todos los presentes miraban impresionados este milagro, pero las caras de asombro de asombro se volvieron de confucion conforme la planta iba creciendo, ya en vez de ver una tallo fuerte y limpio de espinas, con hermosas hojas verdes llenas de vida, lo que crecrio fue un tallo chueco y negro, como si se tratara de una planta enferma, sin ni una hoja solo espinas afiladas como navajas, pero el caos se desato cuando los pocos botones que crecieron florecieron enormes y espeluznantes rosas negras, cuando lo que debio haber salido rosas blancas.
Todos los religiosos del templo comenzaron a gritar de espanto y echarse el suelo a llorar pidiendo perdón a los dioses, la Reina Blanca estaba con una cara que reflejaba miedo, furia, confusión y más emociones negativas, Bianca no entendía lo que pasaba, no le advirtieron nada esto, William y su padre tampoco lo comprenden, como el resto de invitados, hasta el sacerdote rompió el silencio.
-¡¡QUE ES ESTA BLASFEMIA, QUE SIGNIFICA!!¡¡HEMOS HECHO ENOJAR A LOS DIOSES!!- Gritó el religioso mirando con miedo la rosa negra y luego a Bianca -¡¡TU!! ¡¡TU ERES UNA SANTA SANTE FALSA!!-
Continuara...
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No quiero al héroe, quiero al villano
Fanfictionestabas en tu cama, leyendo tu último libro y tenias que admitir que lo odiaste. lo odiaste tanto que dijiste, si tu hubieras escrito el libro lo hubieras hecho mejor, y cuanti estabas por dar tu último aliento escuchaste ¿a sí? pues hazlo mejor qu...