estabas en tu cama, leyendo tu último libro y tenias que admitir que lo odiaste.
lo odiaste tanto que dijiste, si tu hubieras escrito el libro lo hubieras hecho mejor, y cuanti estabas por dar tu último aliento escuchaste
¿a sí? pues hazlo mejor qu...
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Malleus sonrió con malicia y descaro sin apartar la vista de ti, ya había decidido que iba a hacer contigo, esta sería una noche para recordar por el resto de la historia del Reino del Páramo, se acercó con paso tranquilo a la novia se inclinó ligeramente sobre ella y con su mano libre la tomo por la barbilla y la hizo levantar el rostro, viéndolo de cerca se daba cuenta de que eres realmente bella, tanto que muchas criaturas mágicas te tendria envidia, el que tu rostro estuviera sonrojado por la pena ajena y tus grandes ojos bien abiertos por ver tan de cerca al supuesto villano, solo provocan que una extraña sensación creciera mas el pecho del dragón, sumando tu vestido majestuoso velo y vestido blanco de novia parecías toda una reina... Aun que en su opinion, el negro te sentaria mucho mejor.
-Es mucha la osadía y pretensión de ustedes, creen que podrían ofenderme a mi ¡A mi el rey de las criaturas de la noche! y por motivos tan banales- Dijo Malleus con tono firme asustando a los presentes, pero con esa sonrisa maliciosa y sin dejar de mirarte como si no los amenazara en serio -Pero... Que clase de rey sería si no valorará los pequeños actos de valentía, así que como compensación tomaré a su preciosa princesa-
-¡¡QUEEEEEEE!!- Gritaron todos los presentes a la vez, incluidos los propios guardaespaldas del Malleus, pero el dragón ignoro a todos y tomandote del brazo hizo que te pusieras en pie en de un tiro y te presiono contra su pecho, tú misma no te creas el giro de los acontecimientos.
-¡¡QUE!! ¡¡NO!! ¡¡ALTO, ESA ES MI HIJA!!- Grito Dire a todo pulmón viendo como se iban a robar a su polluela, ya levantándose enojado, hasta se le salieron sus alas de cuervo.
-Descuida querido suegro, yo sere mucho mejor esposo de lo que iba a ser tu anterior yerno- Dijo Malleus tranquilo y sin inmutarse por la apariencia intimidante del cuervo frente a él -También prometo que te enviare una generosa dote y a tú querida hija no le faltara nada-
Todos estaban en pánico por las palabras del dragón mientras que tu estabas totalmente en silencio... ya que tu altura era la necesaria para que tu cabeza reposara en esos pectorales calientes y suaves, ¿Deberías luchar o aprovechar el bug? Quieres restregar más tu cara pero no quieres parecer una aprovechada.... Bueno un abrazo pequeño no hace daño, asi que si lo abrazaste, eso solo puso más feliz al rey del Valle de la Espinas e hizo estallar la cólera de tu ahora ex-esposo.
-¡¡BASTARDO!! ¡¡SUELTA A MI ESPOSA!!- Grito ahora Stefan fuera de sí al mismo tiempo que sacaba su espada y también saltaba la mesa, pero al acto el caballero con máscara de búho le plantó cara colocándose entre su señor y este mal educado príncipe -¡¡MALDITO!! ¡¡ENFRENTARME CARA A CARA EN VEZ ENVIAR A TUS ALIMAÑAS!!-
-¿Por qué lo haría? Si esto es una celebración, no una batalla, ademas tu lo dijiste, este es un matrimonio político y sin amor, solo existe en el papel- Con esas palabras Malleus miró entre el público topándose con el sacerdote, quien tenía aún en su manos el pergamino del acta de matrimonio en sus manos, solo movió su cetro y dijo papel desapareció de entre las manos del ministro y apareció en la mano de Malleus -Más específicamente, este papel...-
Y sin perder la actitud confiada, el dragón quemó el pergamino hasta volverlo cenizas con su fuego verde, haciendo que el que ahora está furioso e indignado sea Stefan padre, osea el rey... si sigue siendo confuso.
-Listo, ya no están casados y como la princesa ____ se me confeso ahora es mía- Dijo Malleus como si nada, aprovechando tu pequeño tamaño comparado con él para cargarte con facilidad con un solo brazo, tú por la sorpresa lo abrazaste del cuello y miraste a tu papá con cara de ¿que hago?
Dire también estaba con la misma expresión de confusión que tú, no queria esta unión en un principio, si fuera por él hubieras quedado soltera de por vida y gobernando el Reino de la Pradera solita, pero le prometió a tu madre que se aseguraría de conseguirte un esposo decente, que no quería que te quedaras sola y varios de sus ministros lo convencieron de que el príncipe heredero Stefan era la mejor opción, pero esta era la oportunidad perfecta para que escaparas y sin quedar como los malos ¿Que debería hacer?.
-¡¡ERES UN MALDITO MONSTRUO!! ¡¡DETENGA A ESE HECHICERO!!- Gritó el rey rival a todo pulmón sintiendo que su pecho está a punto de estallar de la ira.
Al acto todos los soldados presentes en la recepción rodearon a Malleus y compañia dispuesto a matar, pero por sus manos temblorosas era más que obvio que estaban asustados, solo Tristan y el príncipe Stefan poseían una actitud segura, en particular el principio estaba confiando que podía arrebatarle de las garras del dragón la princesa, ya luego la castigara, el hada dragón solo sonrió de manera arrogante, esa era su señal de salida para él y sus acompañantes, quienes se colocaron más cerca de su rey para protegerlo, como si eso fuera necesario...
-¡¡ATRÁS ESTÚPIDOS!! ¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!!- Exclamó con fuerte el rey dragón extendiendo su llamas verdes a su alrededor que obligaron a los soldados a alejarse por su propia seguridad y que Tristan tuviera que apartar a Stefan a rastras antes de que saliera quemado, al mismo tiempo que esto ocurría Malleus reía a todo pulmón por su fechoría mientras desaparecida con sus hombres y su nueva princesa... O mejor dicho, esposa.
Después de tremenda salida solo hubo un minuto de silencio por la incredulidad de lo que acaba de pasar, pero poco a poco se fue dispersando por los murmullos por aquí y por allá...
-¿El Rey Malleus robó a la princesa o ella se escapó con él? / ¿La princesa está enamorada del rey dragón? / ¿También el príncipe se acostó contigo? / Y yo que me quería quedar en casa, que bueno que vine- Fueron varios de los rumores que se escucharon alrededor.
-¡¡ESTO ES TERRIBLE!!- Gritó indignado el rey del Páramo -¡¡ES INDIGNANTE Y HUMILLANTE!! ¡¡STEFAN!! ¡¿CÓMO PERMITISTE QUE ESA BESTIA SE ROBARA A TU ESPOSA?!-
-¡Viste lo mismo que yo padre!- Se intentó defender el príncipe -¡Intente enfrentarlo pero todo ocurrió muy rápido...-
-¡¡CALLATE MALDITO MOCOSO!!- Volvió a gritar el viejo a su hijo -¡¡TODO ESTO ES TÚ CULPA TAMBIÉN!! ¡¿POR QUÉ NO LO DETUVISTE?!- Le grito ahora a un sorprendido Dire, que solo le respondió con el ceño fruncido
-¡¿Disculpa?! ¡Se acaban de robar a mi hija y me echan la culpa a mi!- Respondió DIre indignado -Además no te diste cuenta maldito anciano decrépito pero por tus palabras casi haces que maldigan mi reino ¡¡MI HIJA PENSÓ EN UNA SOLUCIÓN RÁPIDA A TUS PALABRAS Y ACCIONES GROSERAS!!-
-¡¡ESO NO IMPORTA!! ¡¡YO NO LE TENGO MIEDO A ESE DRAGON!!- Volvió a gritar el viejo ya muy hiperventilado -¡¡QUE CLASE DE MUJER ASQUEROSA CRIASTE!! ¡¡UNA AMANTE DE LOS MONSTRUOS, QUE ABERRACIÓN, SINO POR SU...-
Pero el viejo rey dejó de gritar de golpe, se llevó una mano al pecho al mismo tiempo que respiraba con más dificultad y se quejaba de un dolor agudo, al mismo tiempo que sus sirvientes, hijo y familiares corrieron a socorrerlo, le estaba dando un infarto por el ataque de rabia...
-... Al parecer las bodas serán funerales...- Dijo Dire sin simpatía alguna ya retirándose enojado pero sin importarle el infarto del rey Stefan... No la iba a contar de todas formas.
