🔔 Cuando suenan las Campanas Capitulo 3🔔

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Tú ya te resignaste y te dabas por muerta mientras que Rollo te llevaba de la mano por las calles de la ciudad, para ti era un hecho que el inquisidor te arrastraba al Palacio de Justicia donde te torturaran con distintos aparatos hasta que acepte...

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Tú ya te resignaste y te dabas por muerta mientras que Rollo te llevaba de la mano por las calles de la ciudad, para ti era un hecho que el inquisidor te arrastraba al Palacio de Justicia donde te torturaran con distintos aparatos hasta que aceptes que eres bruja y te queme viva en una hoguera en la plaza central de la ciudad, en lo único que cambiaste la historia fue en adelantar tu muerte, incluso comenzaste a llorar en silencio, tal parece que no puedes huir de morir de manera dolorosa en ninguna vida.

Cuál fue tu sorpresa cuando al levantar la mirada lo que veías asomarse al final de la calle no era el enorme y tenebroso castillo donde se hace valer la leyes, si no la elegante y majestuosa catedral, lugar donde pasabas buena parte de tu tiempo cuando eras pequeña, ya era uno de los pocos sitios donde sentías que no eras juzgada por tu de cabello y ojos, los sacerdotes y monjas enseñaban que el cielo ama a todos por igual sin importar su aspecto físico o su posición en la sociedad, por eso es un refugio en donde las personas que son perseguidas  injustamente pueden pedir asilo y no pueden ser sacadas bajo ninguna ley mortal, también fue el lugar donde conociste Rollo cuando eran solo niños... Ahí comenzó la historia de los dos.

-¿Por qué me traes aquí?- Preguntaste bastante sorprendida ya cruzando la plaza de la catedral que en el silencio y soledad de la noche se sentía más vacía que nunca.

-Si te refugias y pides asilo aqui, ningun policia, soldado o inquisidor te puede ponerse una mano encima- Indico Rollo con tono severo, pero porque estuviera enojado contigo, si no consigo mismo por el acto tan injusto que iba a cometer -_____... Yo... Estando cegado por la envidia y la rabia te hice algo imperdonable, no tienes idea de como me arrepiento- Dijo aun serio y sin atreverse a mirarte ¿Que encontraría en tu mirada? ¿Odio? ¿Decepción? ¿Tristeza? No quería descubrirlo.

El peli-blanco estaba tocando la puerta de la catedral con fuerza, esperando que el vigía de turno les abriera pronto, lo último que necesitaba para empeorar una noche ya de por sí mala sería quedarse puerta afuera y expuesto a que alguien más viniera a arrestar a _____, fue cuando sus golpes fueron detenidos por tus palabras.

-¿Me acusaron de bruja, cierto?- Preguntaste con tono triste y eso hizo que Rollo bajara la cabeza y detuviera sus golpes en la gran puerta delantera -Esta bien, sabía que un dia me iban a acusar aun que nunca hiciera nada, después de todo tengo las marcas del diablo... Tal vez todos tengan razón y si un demonio con piel humana-

-____ no digas eso... Tu cabello no es una marca del diablo o tus ojos.... Jamas para mi fueron marcas de eso... Pero yo... Yo cometí un error... Actúe por rabia y ahora ... - Dijo El inquisidor mirando al suelo sintiendo que lloraba.

-Esta bien Rollo, es humano equivocarse, nadie es perfecto- Dijiste separandote un momento de su agarre, pero acercarte a él de nuevo y tomarlo del rostro, descubriendo como los ojos del peli-blanco se empezaban a humedecer por el sentimiento de culpa que lo invadía y ver como tu le regresaba una mirada llena de ternura y comprensión, ya que estaba aliviada de que ahora Rollo estaba de tu parte, lo ponía aún peor de lo que ya se sentía.

No quiero al héroe, quiero al villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora