En aquel lujoso baño las mucamas te limpiaban con delicadeza y cuidado, no por el hecho de estuvieras algo lastimadas por las muestras de amor bruscas de su majestad, sino más bien por que estaba sorprendidas y asustadas a la vez, fuistes capaz de estar con su majestad y vivir para contarlo, era una proeza haber sobrevivido a su maldición, incluso algunos sirvientas lo cuchicheaban entre ellas
-¿Estás completamente segura?- Susurro sorprendida una de las criadas a su compañeras
-¡Si, vi como el príncipe la besó en la frente y ella siguió como si nada, solo mirala!- Respondió en susurros otra de ellas -Fresca como lechuga-
-Y no solo la beso...- Dijo una mucama mientras lavabo tu espalda -Parece que su magestad le gusta el trato rudo, tiene marcas de pasión por todas partes, solo le faltó marcar el apellido, como diría mi abuela-
-¿Y por qué tiene esa cara de disgusto?- Preguntó una de las sirvientas que te traía un vestido y toallas para secarte -Pareciera como si algo le molestara, hasta nos ignora por completa-
-Seguro también está en shock por sobrevivir al príncipe- Dijo una de sus compañeras
Pero la verdad, no tenias cara de disgusto, tenias cara de concentración absoluta, tanto así que ignorabas al resto del mundo ¿Y por que? Por qué estás repasando en tu mente cuáles eventos de la novela eran canónicos y cuáles no y estabas segura de una cosa, si los gorilas de tus tíos vinieron a buscarte es... Porque tal vez... ¡¡REGRESAR CON ELLOS ES OTRO EVENTO CANÓNICO!! No, no, no, no, no, no ¡¡NO!! No vas a volver con esos vividores y si bien, según los dioses no puedes evitar los eventos que son canon, vas a postergar este cuanto puedas y ya estás planeando cómo vas a hacerlo
-¿Disculpen señoritas?- Llamaste tímidamente llamando la atención de las tres mucamas que te atendían por órdenes del príncipe -No me siento muy bien que digamos, me duele mucho la cabeza ¿Será que tiene algo para que me siente mejor?-
-Creo que tenemos un té para eso, enseguida le traigo un poco señorita- Comentó una de las sirvientas amablemente, ya te desiste de una
-¡Oh! Lo siento no puedo usar ese vestido, soy alérgica al poliestireno- DIjiste ahora mirando a la criada que preparaba un vestido sencillo pero bonito que tenían reserva para casos de emergencia
-Ah... Ya veo, que raro crei que era algodón- Comentó la mucama sin saber que carajos es el poliestireno ¿Tal vez una nueva variedad de tela de algodón? Quien sabe -Irea buscarle otro vestido señorita- Respondió con educación el segunda sirvienta, solo queda una
-Eemm... ¿Tiene jabón a base de tenmeaca? Es para mi alergias de la piel, es extranjero, muy popular -
-..... Aamm... No estoy segura, pero iré a preguntar- Dijo la tercera sirvienta retirándose, pensando al mismo tiempo "¡Que chica tan exigente! Pero bueno, no es ni la mitad de exigente que varios nobles que atendemos aquí"
Cuando te viste sola llevaste a cabo tu plan maestro y a prueba de bobos, saliste de la bañera, te secaste y vestiste tú solita, las caderas te duelen como el infierno, pero sobrevivir era más importante, así caminando como bambi abriste los grandes ventanales del baño, estas en un cuarto piso, es alto pero no tanto, no te mataras si resbalas, además las ramas de un árbol están muy cerca de la ventana, así que ahora solo quedaba escapar, tomaste al de impulso, calculaste cuánta fuerza necesitas para saltar, le rezaste a todos los santos que conoces y le exigiste a los dioses de la oscuridad que no te dejen morir, armandome de valor corriste y saltaste por la ventana... Para terminar cayendo del cuarto piso por que no tenías suficiente fuerza en la caderas, por suerte los rosales llenos de espinas afiladas amortiguaron su caída .
-Los dioses... Deben estar burlándose de mí en este momento...- Susurraste mientras te levantabas, ahora te dolía algo más que la cadera
-Señorita le traigo su... ¿Dónde está?- Se escuchó la voz de la mucama que se filtraba por la ventana
-¡Ay mierda!- Maldeciste por lo bajo a como pudistes saliste de los espinos rasgando tu vestido y llenándote de raspones, pero aun asi lograste internarte en el bosque, cojeando un poco.
Podias escuchar desde lejos como empezaban a buscarte, pero no te detuviste, tenías que escapar y rápido, aunque con paso de venado recién nacido y con espinas en partes del cuerpo que no sabías que podían encajarse las desgraciadas, y una torcedura en el tobillo, pero bajo ninguna circunstancia volverías ese maldito condado.
Así pasó la mañana y mientras tanto un Vil muy irritado y molestos esperaba fuera de la mansión a que trajeran una carreta para transportar prisioneros y guardias que llevara a sus prisioneros, como su carruaje personal, así como los resultados de tu búsqueda en los alrededores del sitio.
-¡Lo sentimos alteza, aún no encontramos a la chica!- Se disculpó el dueño de la mansión acompañada de sus propios guardias y sirvientes, quienes parecían asustados de ser castigados por el rubio
-Inútiles...- Murmuró Vil notablemente enojado de brazos cruzados, pensaba en que cosa tan mala hizo para que escaparás de él ¿Que no disfrutaste lo de anoje? ¿O te asusta estar con él por ser el príncipe del toque venenoso? Después de todo tampoco es que tenga la mejor de las reputaciones que digamos, más allá de su maldición
-¡No se preocupe príncipe Vil! ¡Seguiremos buscando, no pudo ir demasiado lejos!- dijo todo asustado el señor de la mansión todo preocupado.
-Dejalo, esperare a que un profesional lo haga- dijo frotándose la frente mirando al frente ignorando a esta persona.
-¡¡Roi du Poison!!- dijo el cazador sobre el asiento de conductor de la carreta con algunos guardias.
-Hablando del diablo...- Comentó el oji-amatista viendo llegar a su cazador personal y consejeros con los guardias y carruajes -Tan puntual como siempre Rook, llegas justo a tiempo-
-Veo que aun no aparece la pequeña tramposa, es todo un cuervito travieso~- Canturreo con tono divertido Rook -Supongo que desea esperar a ver si volver por sí sola a usted volando-
-El bosque que rodea esta mansión es peligros, rastrearla y llevala al hotel- Ordeno Vil secamente, demostrando que no estaba de humor para seguirle el juego de las poesías a Rook ni tampoco podía quedarse perdiendo al tiempo en esa mansión de placeres carnales, después de todo tiene mucho por hacer ahora que ya no le arrebataran su corona gracias a este pequeño cuervito travieso, al que tendrá que encerrar en una jaula de oro si tendrá esta costumbre de escaparse.
Tú por tu lado no tenias ni la mas minima idea de donde estabas, llevas toda la mañana caminando en línea recta y apoyada con un palo para aguantar el dolor que sentías con cada paso que dabas, definitivamente a Vil se le pasó la mano a noche...
-Pinche... Príncipe... Cachondo...- Te quejaste jadeando por el cansancio de estar horas caminando -Estará todo guapo... Pero no sabe tratar a las damas...- Volviste a quejarte, mientras te detienes para tomar un respiro, recargándote con un árbol cercano.
-Aaah~ mmmmh ~- Se escuchó no muy lejos de ti
-...¿Eeh?- Murmuraste extrañada, ese sonido te sonó conocido, pero tal vez fue tu imaginación, lo que ocurrió la noche anterior aún revolotea en tu memoria y te hace sonrojar -¡Ach! No pienses en eso _____, solo fueron pájaros-
-O.. Ovette e.. espera aaah~- Se escucho de nuevo entre los arbustos
-....- No dijiste nada, pero pensabas "¡¡ESO NO SON PÁJAROS!!" además el nombre se te hacía conocido.
Y como los sonidos lujuriosos persisten decidiste ver de dónde venían, aunque interrumpas un momento... Romántico, tal vez te puedan ayudar, pero entonces hiciste un terrible descubrimiento...
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
No quiero al héroe, quiero al villano
Fanficestabas en tu cama, leyendo tu último libro y tenias que admitir que lo odiaste. lo odiaste tanto que dijiste, si tu hubieras escrito el libro lo hubieras hecho mejor, y cuanti estabas por dar tu último aliento escuchaste ¿a sí? pues hazlo mejor qu...