Capítulo 43: Adiós

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Capítulo 43: Adiós.

El amor tiene distintas formas, nunca lo olvides.

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—¡Alejense de Reiner!

—¡Cubranse!

«Duele... duele mucho».

Nunca me sentí bien conmigo mismo, siempre el sentimiento de inferioridad me acechaba cuando más necesitaba demostrarme que era superior. No podía apreciar lo que tenia: una madre, un padre, un hermano, un apellido y poder. Yo lo tenía todo a pesar de ser un despojo humano porque eso es lo que era desde antes de nacer.

«¿Por qué hace tanto calor?... Ah, es cierto, Bertholdt se convirtió en titán».

Mi madre me vendió al noble que acompañaba a su cuñada a la Ciudad Subterránea para hacer caridad, no había otra respuesta menos dolorosa que esa. Ese hombre no lo dudó, me sacó días después de haber nacido en ese agujero llenó de escorias, su esposa me llenó de amor y su hijo se alegró porque ya tenía con quien jugar.

Siempre viví repudiando a todo ser que se me acercaba, no confiaba más que en mi familia y ni siquiera ellos sabían cómo tratarme del todo. Pero a quien odiaba era a esa niña que decía ser mi prima.


«Mi capitana... tengo que ir...».

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Año 833
Bosque de los árboles gigantes del Muro María.

—¡Alexandre! ¡Alexandre!

El niño llegó corriendo, estaba exhausto y tenía varios raspones en su rostro y rodillas a causa de las ramas, pero había llegado al fin.

—¿En dónde demonios te metiste, niño? —Frederic le cuestionó, estaba molesto y con justa razón

—La puta me llamó, quiere que esté con ella en sus últimos momentos —le respondió mirándolo directo a los ojos sin ningún sentimiento de por medio

—¿Estabas en la Ciudad Subterránea? —el niño asintió—. Sabes bien que no puedes ir ahí sin tu cuidador.

—Se defenderme —le respondió cruzándose de brazos—. Ya he terminado mi entrenamiento en ese cuchitril.

—Y aún así, tu prima que es dos años menor te gana en los combates. Alexandre, no puedes ir cuando te plazca, tu madre se pone triste cada vez que te escapas para ver a esa mujer.

—Me importa poco si esa fenómeno me gana, no es normal tener esa fuerza.

El golpe en seco no se hizo esperar. Siempre era lo mismo cuando hablaba de su prima. Su padre, su tío e incluso su hermano lo bofeteaban cada vez que le decía fenómeno. La odiaba tanto. No comprendía que tenía de especial esa niña que no podía hacer un gesto por si sola, ella tenía que mirar a su alrededor para saber que expresión poner. Una mentirosa para él.

Requiem for Freedom. || Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora