Capítulo 23: Después de victoria

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Capítulo 23: Después de una victoria.

Ganar la batalla, no es ganar la guerra. Todavía hay camino que recorrer para conseguir nuestros sueños.

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La situación de la Legión pendía de un hilo. El gobernador y varios hombres mantenían una reunión con Erwin para saber cómo procederían ante el gran desastre de uno de los distritos de Sina. Hange, por otro lado, había elaborado un plan para cubrir al titán de la muralla, consiguiendo grandes trozos de tela para que no le diera el sol tal cual pidió el pastor Nick. Ese hombre sabía demasiado y se negaba a contarlo.

Otra cosa que fastidia a la Legión.

—Eren.

El silencio gobernaba la habitación donde descansaba el joven cambiante, en los cinco jóvenes existía una gran duda que no dejaba sus mentes en paz: ¿qué ocurrirá con Annie? Por mucho que estuvieran dolidos, se preocupaban por ella y necesitaban con urgencia saber por qué había hecho todo eso.

—¿Te encuentras bien? —preguntó Mikasa quien se encontraba sentada a una lado de la cama

—Sí —respondió mientras se sentaba en la cama para mirar a todos sus amigos—. Me he curado rápidamente, que es espeluznante. Escuché que Annie sigue congelada.

—Sí.

—¡Maldicion! No obtuvimos nada de esa operación masiva —se quejó Jean que se encontraba al otro extremo de la habitación, recargado a un lado de la ventana

—Ella está dispuesta a ir muy lejos con tal de proteger la información —le dijo Armin con pena

—Sí, escapó de nosotros —Jean cerró los ojos

—Eren se lo permitió —acusó Armin viendo a su amigo con una mirada decaída—. ¿No, Eren? Si en ese momento tú...

—Sí, tienes razón —reconoció Eren, bajando la mirada—, no pude hacerlo. Cuando ví a Annie me quedé inmóvil.

La puerta se abrió, dejando ver a un soldado con mirada severa.

—Armin Arlet, Jean Kirschstein, es hora de su interrogatorio.

—Ya llegó nuestro turno —comentó Jean para nadie en especial

—Bueno, nos vemos, Eren —se despidió el rubio

La puerta se volvió a abrir, dejando ver a una Jazmín con las mejillas sonrojadas y una sonrisa de oreja a oreja. Pareciendo que el suceso de Annie nunca ocurrió.

—¡Eren! —exclamó con alegría, cerrando la puerta detrás de sí—. ¡¿Cómo te sientes?!

—Bien, supongo. —Jazmín sonrió esta vez mostrando su dentadura mientras se abalanzaba para abrazarlo—. Jazmín, ¿estas tú bien?

Requiem for Freedom. || Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora