Stories; m.c ❀

5; Planes en mente.

El camino de regreso a su casa fue más aburrido de lo que pensó, en parte. El grupo de chicos se sentó en el mismo lugar en el que vinieron, excepto Ashton, que se fue con la chica de la cafetería.

Michael se notaba menos nervioso al estar cerca de Emily, pero algo le impedía abrirse totalmente, le parecía conocida de algún lugar, ¿una fiesta?¿reunión?¿se la cruzó en la calle antes? No tenía idea, pero cuando se sienta un poco más cómodo le preguntaría.

Un asiento más atrás, del otro lado del pasillo, Luke ignoraba a su morocho compañero que le hablaba muy entusiasta sobre una fiesta en casa de Oriana y Jack esta noche, su completa atención estaba concentrada en los dos chicos conversando anímicamente cerca de él.

Sentía celos de Michael, su propio mejor amigo.

Y eso dolía mucho.

Llegó la hora de despedirse, ya que el chico de cabello verde, era el primero en bajar.

- Puedes pasarme tu teléfono, digo, ¿si quieres? -Emmy era tan tímida, él solo sonrió y le pasó su iPhone.

- Guarda tu número, yo te llamaré más tarde.

Cuando ella se lo devolvió, el caminó hasta la puerta para bajar e ir a su casa.
Se olvidó de saludar a sus amigos.

El resto del pequeño viaje fue aburrido. Quería entrar a tumblr y hundirse en las imágenes que le recordaban su vieja vida, pero su móvil es muy anticuado y no le funciona siempre. Podría cambiarlo si quisiera, pero no tenía dinero ahorrado y no iba a aceptar nada que viniera de su padrastro. Lo detestaba.

- Maldita porquería -gruñó cuando el pequeño aparato se tildó una vez más.

- ¿Qué te tiene tan enojada, Emmy? -Luke se había sentado a su lado, sólo quedaban ellos arriba además del conductor.

- Es mi viejo teléfono, tengo que cambiarlo cuanto antes.

- Oh, yo puedo regalarte uno, supongo.

- ¡Estás loco, jamás aceptaría un regalo así!

- Como sea, -le dijo haciendo una mueca- tal vez espere a tu cumpleaños.

¿Qué clase de persona quiere regalar un teléfono, porque sí? Nadie, mucho menos Luke. Él planeaba hacer algo con aquella chica pero no tenía en cuenta que también estaría involucrado su amigo, el querido Michael Clifford, y éste no lo dejaría salirse con la suya.

Silencio fue todo lo que hubo hasta que llegaron a la parada. Él bajó primero y sin mirar atrás se fue caminando hacia el lado contrario de la casa de Emmy, la cual se quedó un poco sorprendida, esperaba una cálida despedida de parte de su nuevo amigo.

Luke, en cambio, caminaba con la cabeza en alto y una gran sonrisa en su rostro, le encantaba la idea de ella quedando con las ganas de un poco más.

- ¡Llegué! -la chica grita mientras sube las escaleras hasta su habitación. Nadie le contesta, como siempre.

Entra, cierra con llave y mira a su alrededor con asco. La empleada ordenó su habitación, lo que significa que cambió todos sus CDs de lugar y guardó la ropa en el armario.

Trató de restarle importancia, necesitaba una siesta. Fingir sonrisas todo el tiempo también es cansador. Se quitó las zapatillas y antes de darse cuenta ya estaba durmiendo.

Soñaba con un abrazo de su padre cuando una llamada entrante en el celular la despertó.

- Umh, -bosteza- ¿Hola?

- ¿Em? ¿Estabas durmiendo? Soy Michael.

- S-si, pero no importa, ¿Sucede algo?

Él queda encantado con su voz de recién despierta.

- Para que registres mi celular. -larga una risita nerviosa- Ah, y también invitarte a una fiesta esta noche. Iremos con los chicos y bueno, creo que también estará Julieta y algunas amigas. Podrías ir, bueno si quieres, te esperaré, digo esperaremos porque tod...

- Ya, Mike. Entendí el punto, relájate. Hace mucho que no voy a una fiesta y no sé si estoy lista todavía, pero me lo pensaré ¿De acuerdo? -ella lo sintió sonreír a través de la pantalla.

- ¡Genial, nos vemos! Espero que vayas, te envío la dirección por mensaje más tarde.

- Está bien, nos vemos. -y ambos colgaron.

¿Una fiesta? En las únicas fiestas que estuvo fueron las de cumpleaños, pero esto era diferente. ¿Cómo debía vestirse? ¿Debería llevar algo?

Rápidamente tomó su celular y tecleó en español.

> ¿Es muy desubicado pedirte un favor, Duffy?
> Claro que no, nena. ¡Hasta que por fin me hablaste!
> Jaja, ya te extrañaba.
> Y yo a ti linda, ¿pasó algo malo?

Ella estaba al tanto de todo lo sucedido, eran muy buenas amigas a pesar de la distancia.

> De hecho, todo lo contrario. Estoy invitada a una fiesta y no sé que tengo que ponerme para esta situación ¡helppp!

> ¡No te creo! Esto es genial, ponte algo sexy ¿Todavía tienes el vestido negro que usaste la última vez que nos vimos?

> Sí, aunque tengo miedo de que sea demasiado.

> Ni modo, ponte ese. Y después me cuentas cómo te fue, eh.

> Seguro, te dejo un beso :*

Duffy era lo único bueno que le quedaba de España, de hecho lo único que le quedaba de ese lugar.

Todavía tenía un poco de tiempo para arreglarse, así que fue con calma a bañarse, odiaba ir a algún lugar con el pelo húmedo.

Cuando salió fue directo a buscar el vestido que le indicó su amiga.

Al probárselo y mirar al espejo largó un "woow". Hacía al menos dos años que no usaba esa prenda y el cuerpo le había cambiado notablemente. Ahora le quedaba más pegado al cuerpo y las curvas de su cintura la hacían lucir realmente bien. Ella sonríe, nunca se había sentido linda.

Por otro lado, Michael se mira gustoso en el espejo. Los skinny jeans y las camisas a cuadros siempre le quedaron fabuloso. Esta vez se puso una azul y verde, para que combinara con su cabello recién secado. Un poco de perfume y estará listo.

Ninguno sabe lo que sucederá más tarde.