Stories; m.c ❀

9; El otro lado de la fiesta.*

* Los capítulos que tienen un asterisco van a indicar que no son capítulos con escenas o información imprescindible en la historia. [Tiene spoiler de 50SDG]

Un gemido salió de su boca, pero aún se sentía incómoda.

- Ya Ashton, no puedo, lo siento pero me hace sentir... usada.

- ¿A qué te refieres? -quitó la boca de sus pechos y bajó la intensidad de sus embestidas.

- Bueno, me duele un poco.

Estaba tan avergonzada pero también quería hacerse valer.

- Mira, si te involucras en una relación conmigo tendrás que "someterte" a mi -le explicaba Ashton mientras tomaban un trago- no soy tan dulce como parezco.

- ¿Acaso eres una imitación de Christian Grey?

- No. Él era un sádico, pero al final terminó cambiando por su novia y tienen hijos. En cambio, yo no soy sádico pero tampoco cambiaré.

- ¡Hey! ¡Acabas de spoilearme el final de la trilogía, no había terminado de leerla!

Él rió.

- No te rías, te detesto.- le contestó Julieta.

- Sabes que no hablas en serio, pero aclarando, ¿estás de acuerdo?

Ella se mordió el labio, no sabía si aceptar o no. Le encantaba Ashton pero no la idea de ser la esclava sexual de él. Esto no era como en el maldito libro.

- Está bien.

Ash sonrió y le dio un largo beso.

Esa fue la noche, cuatro meses atrás, en la que aceptó el "trato" con su actual novio, pero estaba con dudas sobre su elección. Los pequeños moretones y rasguños cubren su cuerpo después de cada noche que pasa con él, y no le gustaba. ¿Habrá elegido bien o sólo fue un decisión desesperada por no estar sola más tiempo?

- ¿Quieres que pare?

- No, daddy. Quiero complacerte.

- Así me gusta, mi amor. -y siguió con lo suyo después de plantarle un beso corto en los labios.

Una delgada línea entre el dolor y el placer; eso había leído en un capítulo del libro tan conocido. Pero no sabía si era Ashton quien sobrepasaba el límite o ella, que era muy débil para soportarlo. Si sus padres supieran que hace estas cosas, la mandarían a un internado de monjas. 

Cuando él estaba por llegar al límite, la puerta de la habitación se abrió mostrando a dos personas. Borrachos posiblemente, pensó. Pero su novio no le dio importancia, siguió hasta llegar al clímax mientras de fondo la horrible música que estaban pasando abajo se fundía con los gritos y disculpas de los que irrumpieron.

¿Quién era el estúpido DJ?

- Gracias, -jadea- gracias Juli.

Le sonrió como respuesta y se besaron de nuevo. Le ardía la espalda al igual que la mayoría de su cuerpo de quinceañera, pero no diría nada.

Cerró sus ojos un momento y quedó recostada en la cama. Desde ahí podía escuchar Ashton cambiándose con velocidad, de seguro ya tiró el preservativo usado por la ventana.

- ¿Bajarás conmigo? -pregunta.

- S-sí, ya voy. -dijo y al instante estaba colocándose el vestido que antes traía puesto en su lugar.

- Te ves hermosa.

- Gracias. -se sonroja y acomoda su cabello.

- Tus ojos oscuros son muy lindos como para bajar la mirada cada vez que alguien te dice un cumplido, amor. Levanta esa mirada, -ella lo hace y él sonríe- bien, ahora vamos a bailar un rato.

Adoraba ese lado de Ashton, el lado tierno que la hacía sentir única. Pero no podría tener uno sin el otro. No tiene idea de cuánto tiempo más pueda aguantar esta relación. 

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Buenis, un pequeño extra, desde el punto de vista de la relación de Ashton. Es corto, ya sé, perdonen.

- G, x.