> No lo tomes mal, no fue mi intención herirte.
> Ya lo sé, pero sigo enojada.
> ¿Ves? Por eso quiero mantenerte lejos.
> Pero yo no quiero alejarme, Michael.
> Linda, te quiero.
> No cambies de tema.
> Podemos hablar de lo que sea y seguiré queriéndote de todos modos.
> Agh, te odio.
> Yo no.
Peleaban y decían cosas lindas por mensaje desde dos días atrás. Emily creía que ella misma era la persona más bipolar del mundo entero, hasta que lo conoció.
Por otro lado, Ashton le mandó un mensaje.
> Vendrán los chicos a casa esta noche, estás invitada.
> ¿Debería ir?
> También estarán las chicas, no veo porqué no :)
Entonces no sabe nada sobre Michael y yo, piensa.
- Bien, iré. -dijo para sí misma soltando un suspiro.
El resto de la tarde pasó con rapidez mientras ella ocupaba su tiempo en bañarse y elegir bien la ropa que se podría, por primera vez quería verse linda para Michael. Seguía algo dolida, pero después de todo se arrepentía por haber reaccionado de esa manera.
Eran pasadas las 20:30 cuando el taxista llegó al lugar. Ella bajó luego de pagar lo que debía y saludar al conductor con una sonrisa, éste le dijo que si quería que la llevara de vuelta a su casa más tarde, que lo llamara sin problema.
Una vez frente a la entrada tocó el timbre y Calum apareció detrás de la puerta. Se saludaron con un beso en la mejilla y entraron, él disimuladamente miraba su trasero mientras caminaban. Había cambiado el jean que usa a diario por un short del mismo material, sólo que tiro alto y un poco más corto de lo que debería estar.
El morocho sacudió la cabeza, no tendría que mirar a otras chicas de esa manera si ya estaba intentándolo con una.
- Hey, Emmy. -la saludó Julieta, levantándose del regazo de Ashton que jugaba con concentración al FIFA.
- Hola, ¿Cómo están?
- Ganando, -Luke dijo antes de apretar algunos botones de su joystick y gritar victorioso- ¡TRES A CERO ASHTON, ERES UN MARICÓN! ¡NO SABES JUGAR -hace un baile extraño en su cara- Y YO TE DOY CLASES!
Todos explotaron en carcajadas menos el chico que perdió el partido. Siempre le pasaba lo mismo, no le agarraba bien la mano al juego. Sus amigos no dejaban de burlarse de él y le estaba molestando, era una persona de enojarse rápido. Piensa una forma de calmarse y mira hacia el sillón a su derecha.
- Juli, ¿Podrías acompañarme un momento?
- Sí, -dice sonriendo, no sabe lo que va a pasar después- no hay problema.
Se paran al mismo tiempo y caminan a su habitación abrazados, que por suerte, está ubicada al otro lado de la casa. Está estresado y va a descargarse con su novia, es lo único que se le ocurre para bajar la tensión.
Nadie nota la ausencia de la pareja, pero Emmy sí nota la de su amigo.
- ¿Alguien vio a Michael?
Calum la mira elevando sus hombros indicando que no tiene ni idea.
- ¿Me llamaban?
La puerta se abre revelándolo a él detrás con bolsas en sus manos y el pelo ¿rosa?
- ¿Qué mierda es eso, hermano? -se burla Luke- Pareces un algodón de azúcar o algo de eso.
- Púdrete, la tintura roja que usé no se quita tan fácil.
Emily se ríe, pero al instante reacciona. Ella también usó la misma tintura para el cabello.
- ¿QUÉ? Yo no quiero tener mi cabeza rosa, ni en sueños.
- No será mucho tiempo, quizá una semana o menos.
- No quiero, ¿No puedo teñirme de otro color arriba?
- Si quieres dañar tu cabello, adelante.
Lo piensa mejor, no quiere terminar la secundaria como una chica calva o con pelo como paja. Se ríe ante el pensamiento y también se imagina de esa forma a Michael.
- ¿Qué es tan gracioso? -pregunta Luke.
- Oh, solo estoy imaginando a Mike quedándose calvo.
Todos los presentes se ríen y él finge estar ofendido, pero la cara de enojo desaparece cuando escucha a Emily reír con entusiasmo, como si fuese un sonido que le llena el alma.
La forma en la que sus ojos se achinan, la nariz se frunce y los dientes blancos resaltan es algo que a Michael le encanta ver.
Niega con la cabeza recordando que no terminaron bien la última vez que estuvieron juntos e intenta cambiar de tema quejándose por tener hambre. Él mismo se había encargado de comprar la comida para la cena, y si él era quien compraba, pizzas comerían. Era algo que todos podían predecir.
Después de terminar dos pizzas especiales, una de doble queso y algunas botellas de cerveza estaban listos para irse de ahí. A Emmy le costó devolver todo lo ingerido, pues solía hacer mucho ruido al momento de vomitar y las paredes eran finas, pero de todos modos lo hizo.
No sabe que alguien la escuchó.
- Hey, Em. -Michael le toca la espalda mientras salen por la puerta principal.
- Uhm, hola.
- Creo que tenemos cosas pendientes de las cuales platicar, ¿No crees?
- Pensé que todo estaba aclarado por mensajes.
Él se acercó para abrazarla, y rodeándola con sus brazos le susurró algo que le dejó sin aire un momento, no esperaba escucharlo.
- ¿Y qué me dices de las arcadas provenientes del baño?
- Mike, yo pued...
Pero antes de que le contestara, siguió hablando- No se lo contaré a nadie, no es algo que jamás haría público. Solo acompáñame esta noche por favor, será mejor que hablemos.
Ella no dijo nada a cambio, pero ambos sabían que significaba sí, llevaban días extrañándose a la hora de dormir.
ESTÁS LEYENDO
Stories; m.c ❀
FanfictionA todos nos persigue nuestro pasado, remarcando nuestro error con cada paso que damos. Pero, ¿quién diría que ellos pueden enfrentarlo juntos? Todos los derechos reservados, código: 1506074276932.