Estaba harta de los malditos sueños.
Después de lo ocurrido en la casa de Lucian, procuré actuar como si aquello no me afectara en absoluto. Me repetía a mí misma que podía superarlo, pues no había sido del todo real. Ni Lucian, ni Barb, ni tampoco uno solo de sus guardias se había encontrado cerca. Ni siquiera estuve atada por cadenas. No ocurrió en la oscura habitación de tortura ni mucho menos sufrí como lo había sufrido entonces. Hubo personas alrededor, además, el detective estaba consiguiendo avanzar en el caso,
Tenía, por lo tanto, que pasar página.
Pero esa noche, incluso habiendo recuperado mis pertenencias y aferrándolas contra el pecho, fui atacada por la peor de las pesadillas. A partir de entonces fueron agravándose.
—Me gustaría abordar el tema de lo ocurrido con el detective —dijo Dafne, una vez que empezamos con la sesión de la semana—. ¿Estás de acuerdo?
Ante su pregunta me quedé en silencio. Esperé que fuera señal suficiente para que se percatara de la negativa.
Funcionó.
El resto de la cita Dafne optó por seguir con la rutina de preguntas, y no me sorprendió cuando a estas las respondí con un rotundo "No lo sé". ¿Qué esperábamos? ¿Qué después de lo ocurrido me resultara más fácil? Si acaso, me mantuve más callada de lo normal. Era como si jamás hubiera progresado, como si alguien hubiera apretado un botón de reinicio en todos mis circuitos. Fue desalentador, y aunque Dafne mencionó que era normal, terminé por adoptar una postura distante y apagada.
Excepto en las preguntas escritas.
Casi al finalizar la sesión, Dafne me animó a responder algunas en una pequeña libreta, entre las cuales encontré una que otra con relación a lo que sentía respecto al caso, incluyendo lo que recordaba de Lucian.
Las respondí todas sin problemas.
Al final, Dafne formuló una teoría al respecto, relacionada con los sentidos o algo parecido. A veces el cerebro era capaz de reaccionar de formas que no podíamos imaginar bajo circunstancias extremas. Se podía predecir dichas reacciones, claro, pero siempre existía un margen de error. Que aquello me ocurriera días atrás dejaba constancia de ese hecho.
Pero a diferencia de ella, no pude verlo como algo bueno. ¿Qué ocurriría ante otro colapso nervioso? ¿Terminaría por perderme a mí misma? No era la primera vez que esa idea cruzaba por mi mente, y me asustaba más que volver a aquella casa.
Aunque, también era cierto que había encontrado algo que despertaba mi interés, y no era precisamente el funcionamiento de mi cerebro.
Por fin encontraba una manera para evadir la influencia de Lucian sobre mí, y era el escribir.
No obstante, no tuve mucho tiempo para disfrutar de aquella revelación, porque a pesar de que me empeciné a fingir que lo sucedido en la casa no me afectaba, mi subconsciente, en sueños, no pensaba lo mismo.
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Liberada | Bilogía Mentiras #2
Fiksi UmumSegundo libro de la bilogía "Mentiras" El pasado duele. El presente es un error. Y el futuro es incierto. Samanta Grove ha conseguido lo que quería: huir. Pero el precio que pagó para lograrlo fue demasiado alto. En medio de todo el caos que gira su...