Tus emociones se reflejan en las acciones que realizas o en la forma que tienes de expresarte con el resto. Quizás tus palabras no lo quieren demostrar, pero los ojos de una persona jamás mentirían, incluso si hay verdades que aún no queremos admitir.
—Listo, ya quedo—Cierro mi diario y me recuesto en mi cama observando el techo de mi casa. Mi sonrisa es amplia al ver lo bonito que me quedo mi habitación luego de haberme tomado el día libre ayer, me encanta tener tiempo con Gustavo y mis amigos, pero también tenerlo conmigo misma es esencial.
Y cada vez más, tener tiempo sola no me incomoda ni mucho menos me asusta.
—Recuerda Ariana, tú siempre iras primero—Me susurro sonriendo, siempre suelo repetirme aquello al iniciar mi día. Lo he escuchado tantas veces diariamente que comienzo a creérmelo y a sentirme bien con solo pensarlo.
Busco con mi mano mi celular, suelo perderlo seguido, aun no me acostumbro a tener ese aparato conmigo, pero todo el mundo comenzó a usarlos. Observo la hora en la pantalla y me siento sobre mi cama sonriendo.
Un minuto para las siete y media de la mañana y es domingo por la mañana, pero sin duda...
Gustavo: Buenos días mi ángel, ten un hermoso día, ¿Podemos vernos esta noche?
Me emociono al ver su mensaje y mi corazón se acelera solo con eso. Él siempre escribe a esta hora para desearme un buen día.
—Este chico me tiene mal, ¿Qué haré si en algún momento no está conmigo? —Me pregunto a mí mismo sin dejar de sonreír, pero una sensación de tristeza se forma en mi corazón cuando la imagen de mi hermana regresa a mi mente. —Eso no pasara, anímate Ariana.
Comienzo a escribir un mensaje para responderle, pero lo borro y le llamo porque extraño su voz.
—Buenos días guapo—Susurro y escucho que ríe despacio desde la otra línea.
—Bueno días hermosa—Responde en mí mismo tono de voz y sonrió sintiendo mi rostro caliente—Me encanta escucharte así despacio, pero, ¿Por qué estamos susurrando? —Rio al escuchar su pregunta e imita mi gesto.
—No lo sé—Indico entre risas.
Cuando estoy con él, todo es mágico y el tiempo se agiliza. Todo se suaviza y mi corazón se calma y se acelera por cada palabra que se escuchan de sus labios.
Los días transcurrieron muy acelerados, entre buscar nuevos trabajos y tener citas dobles de pareja los meses fueron transcurriendo sin poder asimilarlo.
Un día tratando de quemar mi casa porque Miriam le gusta cocinar y hacer experimentos y terminaran teniendo una mini pelea con Franco o por el contrario que Gustavo y yo termináramos peleando por ellos.
El pedirnos disculpas con una cena bonita en casa de Franco, preparadas por los chicos, el día que sus padres habían viajado a ver a su familia. Los disturbios en nuestras calles por los enfrentamientos contra la corrupción que al parecer aún no había cesado.
La renuncia de nuestro presidente y su huida a su país natal. Los precios en alza y el decaimiento de plazas de trabajo comenzó a azotar desde hace unos meses.
Casi todo el mundo solía estar encerrado en sus casas por miedo a los enfrentamientos que solían duras días. Y sin si quiera sentirlo ya habían transcurrido seis meses más y Diciembre ya estaba por iniciar otra vez.
—Entonces... ¿Este lunes si habrá clases? —La pregunta de Miriam hace que deje mi cuaderno sobre la mesa.
—Debemos ir, solo tendremos que tener cuidado, ya es mas de una semana. —Estoy segura que acaba de asentir. —¿Gus ya llego a casa? —Pregunto jugando con mi lápiz, hace unas horas me llamo para indicarme que tenia un trabajo pequeño y tenia que ir al centro de la ciudad.
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A segunda vista
Teen FictionMuchas gracias por la bella portada @Prisci_z15 💖😍 Muchas personas suelen decir que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. A Ariana le asusta casi todo, aunque mas lo desconocido. Desde muy pequeña experimento la soledad, tras el aban...