Clove
Me quedo eternos minutos entre los brazos de Cato, respiración con respiración, piel con piel.
-¿Entonces no me quieres? -insiste con una sonrisa egocéntrica y la respiración entrecortada.
-No. Ni un poquito.
-Pues no lo parecía hace unos segundos. -se ríe orgulloso.
-Eres un capullo.
-Pero me quieres.
-No lo hago. -digo dejando un beso rápido en sus labios.
Salgo de entre sus sábanas y recojo mi ropa del suelo.
-Hey -me llama Cato borrando su sonrisa.
-¿Qué?
-Ven aquí.
-¿Qué? No ¿Para qué?
Cato se levanta de la cama y se acerca a mí para pasar sus dedos por mi espalda.
Entonces me acuerdo.
Rápidamente busco mi camiseta con la mirada.
-¿Qué te pasó? -pregunta refiriéndose a las cicatrices que acaricia.
-Me caí.
-Esto no se hace con una caída. Tienes la piel destrozada.
-No es nada. -contesto intentando sonar creíble.
-Clove, por favor. Cuéntamelo. Tenemos media hora, una planta vacía y nada que hacer.
-Es algo sin interés ninguno, te lo cuento otro día.
-Clove -suspira.
Me termino de vestir y me siento en la cama. Él me agarra la mano y me mira con ojos suplicantes.
-¿Te acuerdas cómo nos conocimos?
-Te gané una pelea en el centro de preparación.
-Hasta ese día nadie me había ganado antes, era mi terreno y lo dominaba casi a la perfección. Mi padre vino a recogerme y el entrenador le contó, puso la cara de decepción más grande de todas. Ese día, al volver a casa, mi padre me bajó con él al sótano y me dijo que me ayudaría a ser más fuerte. Pensé que me haría hacer flexiones, quizás pesas... En su lugar me amarró las manos a la columna y agarró una fina cadena de metal que había por allí. Sentía cada latigazo recorrer mi la columna vertebral, pero ese día todo quedó ahí, despues de todo yo solo era una niña. Cuando salí del sótano con la espalda doliéndome horrores decidí olvidarlo, desde ese día comencé a aplicarme mucho más en los entrenamientos.
-¿Y aún tienes las cicatrices?
-Ojalá fueran esas. Hará dos años me tuvieron que escayolar la muñeca derecha por un accidente al lanzar las cuchillas. Estuve mucho tiempo sin presentarme a los entrenamientos, de eso sí te acordarás. Al reincorporarme me había desacostumbrado mucho y volví a fallar los combates y lanzamientos a diana. Hubo varios días en los que a la vuelta mi padre me esperaba para volver a encerrarme en el sótano. Los golpes de la cadena en mi espalda se hicieron más fuertes, intensos y constantes. Podía ver como el suelo se manchaba de sangre a cada latigazo. Recuerdo de una vez que me desmayé. Mi madre se mantenía al margen aún escuchando mis gritos retumbar por la casa... Desde entonces intento ser la mejor en todo lo que hago, en el fondo se qué mi padre solo quería lo que para mí, aunque sus métodos no fueran los más acertados.
Me sorprendí a mi misma al ver con la fluidez y normalidad con la que lo había contado todo, quizás un poco de nostalgia o pena, pero ni una sola lágrima.
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HISTORIA DEL DISTRITO 2 - Cato y Clove
FanfictionTERMINADA La historia de los juegos del hambre narrada por los "villanos" Cato y Clove, quienes descubren que mantienen una relación de amor-odio que ni ellos mismos entienden. 24 tributos, 4 amigos, 2 amantes. Se verán obligados a luchar a muerte...