IV

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Siempre fue considerado como la mente capaz de tomar las mejores decisiones bajo cualquier circunstancia. Su don analítico estudiaba cada una de las opciones y procuraba actuar en todo momento con la cabeza fría, independientemente del panorama, y aunque hubo lapsos en los que llegó a subestimarse, su resiliencia y el apoyo de sus compañeros fueron un motor importante para que sus creencias se mantuvieran firmes y no dejara de confiar en sus habilidades resolutivas.

Sí. Era innegable su inteligencia que venía acompañada de un carácter noble forjado con los años y la cual le otorgó el título de decimoquinto comandante de la Legión de Reconocimiento, pero como cualquier ser humano, también ha experimentado las emociones más amargas producto de la situación para la que nadie está preparado: la pérdida de un ser cercano.

Luego de que descargara la frustración y la tristeza por no poder salvar a Eren de esa libertad que paradójicamente lo tenía esclavizado, reflexionó sobre todo lo que él y sus camaradas tuvieron que atravesar para llegar hasta ahí. Era un alivio que no existieran más titanes a pesar del costo alto que se pagó y se dijo que debía agradecer al menos que su amiga de toda la vida seguía con él, lidiando con el luto a su manera, pero cuando presenció aquel colapso repentino tras esos minutos en los que hablaron como siempre, su lado racional se desconectó y solo pudo percibir el súbito miedo de perder el único lazo de hermandad que le quedaba luego de tanta catástrofe.

Fue una sensación tan desagradable que bloqueó sus pensamientos, sin saber bien cómo proceder, pero tras obligarse a espabilar tomó a la azabache entre sus brazos y la llevó directamente al tren apenas dando explicaciones a los conocidos que se cruzaban. Revisó su pulso y se tranquilizó a medias al encontrarlo débil en su cuello, susurrándolo que estaría bien, pero en cuanto llegaron a Liberio se bajó con ella sin esperar a nadie y un buen samaritano lo guio hacia el hospital al que no demoró en arribar, encontrándose con una enfermera y explicándole la situación antes de que fueran derivados a una habitación.

El médico no tardó en aparecer y empezó con el chequeo a su amiga bajo su preocupada mirada. Hubo un par de momentos en los que ella se removió inquieta, como si fuera a despertar, pero ello no sucedió y, por el contrario, tuvo una subida abrupta de temperatura, por lo que se procedió a controlar la fiebre con paños de agua fría hasta que, con la inyección adicional de suero, se logró estabilizarla.

Fuera de peligro, el rubio pudo suspirar realmente aliviado y preguntó al doctor cuáles fueron las razones de esa descompensación inesperada. Este le dio el diagnóstico y, tras conversar un poco sobre cuándo tentativamente ella despertaría, se quedó un rato más antes de salir y encontrarse con Annie y Reiner en la sala de espera. Allí pasó a relatarles lo que ocurrió y luego ellos le dijeron que había una especie de revuelo entre los eldianos y los marleyanos producto de la desconfianza latente de los segundos a pesar del término de la guerra, y aunque esa información no era más que para ponerlo al tanto, él meditó al respecto por un buen rato y decidió ir a donde se hallaban las masas para explicar, con mucha determinación y templanza, que fue el responsable de matar al fundador y que por tanto la era de los titanes había llegado a su fin.

¿Por qué optó por resolver de esa manera? Podría pensarse que se debía a la intención clara de detener aquel conflicto injustificado y brindar calma a ambos bandos (lo que en parte así era), pero más allá de eso pensó en desligar a Mikasa de esa cuestión tomando en cuenta su estado actual y las implicaciones que podrían surgir a futuro.

Ella ya había pasado por mucho y merecía vivir tranquila, sin ninguna otra preocupación a cuestas, por lo que manejó su discurso de una forma impecable y, luego de que las cosas se calmaran, pudo tomarse finalmente ese descanso que su cuerpo tanto necesitaba...

Hasta su próxima misión dos días después.

Cuando se enteró que un barco proveniente de Paradis había atracado en el puerto de Marley, recordó las palabras de Mikasa antes de que quedara inconsciente y se propuso ser él el encargado de cumplir su voluntad en vista de que aún no daba señales de querer despertar. No sabía si existiría otra oportunidad a corto plazo para volver a la isla y dejar pasar más tiempo no era prudente, por lo que, luego de que la visitara y le devolviera la bufanda que había tomado prestada, se dirigió a donde se encontraba el navío con una pequeña caja en la que guardaba celosamente la cabeza de Eren y se subió tras pedirle de favor a Annie que velara por la azabache durante su ausencia.

🍃MY SECOND CHANCE🍃 (RIVAMIKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora