—¿Cómo se encuentra el tesoro de papá?
Era una tarde entre semana bajo el velo que anunciaba una nueva temporada. En el hogar de los Ackerman, Levi había dedicado algunas horas a lavar la ropa aprovechando los dispersos rayos cálidos que se filtraban a través del cúmulo de nubes, y en cuanto la colgó, se pasó por la habitación destinada al nuevo integrante de la familia -y que se había transformado por completo gracias a los arreglos preliminares hechos con mucho cariño- para posteriormente eliminar cualquier rastro de polvo, tomándose su tiempo y procediendo después a cambiar el lugar de los muebles tanto de la sala como del comedor.
Una vez terminó, admiró su trabajo con satisfacción. Nunca estaba de más renovar aires dentro de la misma casa con modificaciones sencillas que le daban una cara diferente, sin dejar de ser acogedor, pero pronto su atención se desvió cuando salió por la puerta principal y se dirigió hacia el sofá mecedor ubicado a su costado derecho, mismo en el que se hallaba Mikasa tejiendo y quien sonrió al verlo hablarle a su pancita luego de que se sentara a su lado.
Lo que obtuvo como respuesta un vigoroso movimiento que vibró bajo su mano y le arrancó una sonrisa.
Todavía guardaba intacto el recuerdo de la primera vez que lo percibió. Había acudido veloz a la exclamación repentina de la azabache tras creer que algo malo sucedió, entrando en estado de alarma, y aunque le desconcertó un poco notar en su expresión una mezcla de sorpresa y alegría muy diferente a lo que suponía, ella la tomó de las manos y las colocó encima de su vientre sin decir nada, aguardando en medio de una inusual expectación que no hizo más que aumentar su lapso confuso...
Hasta que sintió un golpecito que, por breves instantes, le arrebató la respiración.
Miró la barriga como si se tratara de una maravilla de otro planeta y se arrodilló para pegar su oído a la misma. Lo hizo instintivamente, dejándose llevar por esa arrolladora sensación que lo invadió de pies a cabeza, pero cuando transcurrieron los segundos y no se repitió aquel suceso, bastó un susurró de su parte pronunciando "¿Ackerbebé?" para que nuevamente sintiera una sacudida, despertando una emoción particular en su pecho que lo conmovió a niveles impensados.
Desde ese día, se convirtió en una especie de rito infalible interactuar con aquel ser de luz. Le impresionaba cuán enérgico se mostraba a ratos, reaccionando a su voz y a las dulces palabras que le dedicaba Mikasa, pero lo que más le enternecía era el hecho de que cada vez sentía una conexión mayor con él, lo que avivaba el deseo por conocerlo y entregarle todo ese amor que había crecido inconmensurablemente desde que supo de su existencia.
—Adora que le digas de esa forma —mencionó la ojigris.
—Y eso que aún no ha escuchado todos los sobrenombres preciosos que tengo en mente.
—Ah, ¿sí? Pues me intriga saber qué nomás se te ha ocurrido.
—La lista es considerablemente larga, pero llegará el momento en que lo descubras.
—El cual está cada vez más cerca —se acarició la prominente barriga que sobresalía de su vestido. Suspiró—. Ya son nueve meses —susurró con cierto escepticismo—. El tiempo ha pasado volando, sin lugar a duda.
—¿No has presentado ninguna molestia?
—¿Salvo los pies hinchados y un ocasional dolor de espalda? No. Nada nuevo —aseveró.
—¿Y ya te comiste la porción de fruta correspondiente a esta hora?
—Aquí la tengo —sacó un pequeño pozuelo con tapa de un costado—. Esperaba compartirlo contigo.
—Tan linda —esbozó una sonrisa y le pellizcó la regordeta mejilla derecha, bajando luego la vista hacia su pequeño saltamontes—. ¿Sabías que mamá es la mujer más hermosa de todas?
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🍃MY SECOND CHANCE🍃 (RIVAMIKA)
FanficLa guerra acabó y, con ello, nuevos vientos se avecinaban como antesala a una era de redención y paz. Los caminos que tomaron los sobrevivientes eran un reflejo de sus nuevas aspiraciones, y aunque Mikasa y el ex Capitán Levi optaron por una vida má...