Mateo
Faltaban 2 horas para cumplir 24 horas desde que Angie no despierta. Los médicos decían que es normal debido a su estado y la anestesia que tuvieron que ponerle para la cirugía.
La enfermera me dijo que me avisarían enseguida cuándo ella despertara, pero no quería dejarla sola.
No me mal entiendan, no tengo ningún sentimiento hacia Angie. La conozco muy poco pero es la mamá de mi hija y no quiero que mi hija pase una vida sin su mamá.
Mi teléfono comenzó a vibrar en el bolsillo por lo que solté la mano de mi hija y salí de la habitación de prematuros.
En el identificador decía "Ashley". Estuve a instantes de no contestar pero decidí hacerlo para ver qué quería.
— ¿Qué?
— Ay amor cómo me vas a saludar así.
Rodé los ojos y me senté en el piso pasándole una mano por el pelo, frustrado.
— Ashley estoy en el hospital, mi hija y Angie están graves no necesito tu presencia ni por teléfono ni por ningún lado.
— Y bueno yo no fuí la que hizo todo eso para que ellas estén ahí
— ¿Qué? Cómo sabes eso sí solo los que estábamos presentes sabíamos y decidimos no decir nada hasta que se mejoren las chicas para no hacer más revuelo.
Silencio, y luego un suspiro del otro lado de la llamada.
— Obviamente Tania le contó a mi mamá a pesar de que no haya podido asistir. Ella me contó a mí Mateo, tranquilízate. Sabe que Angie y mi mamá eran muy unidas.
— Tengo cosas más importantes que hacer que hablar con vos. Te pido que no vuelvas a dirigirte a mí de ninguna forma y que no te acerques a mi familia.
Corte el teléfono escuchando cómo emitía un pequeño grito y volví a dónde estaba la mini Angie.
Aún no tenía nombre, nunca lo planeamos y estaba esperando que Angie despierte para poder escoger uno. Los médicos habían entendido por lo que se referían a ella como "Mini Palacios".
Luego de un rato una enfermera llegó a avisarme que me tenía que ir y que podía volver mañana por lo que me despedí de la turra y me fuí con el sentimiento horrible de no poder hacer nada.
No había nada más que hacer aquí. No nos dejaban ver a Angie aún por lo que todos nos marchamos a casa a esperar que sea el día siguiente.
Apenas salí me fuí a un supermercado de 24 horas. Necesitaba comprar cosas para la pequeña por lo que agarre un carro y me fuí directamente al pasillo de bebés.
En casa solo habían cosas de color amarillo o blanco por lo que sabía que debía comprar muchas cosas ahora.
Cuándo salí de la tienda dos chicos me ayudaron a llevar bolsas y cajas. Les agradecí y dejé todo ordenado en mi auto.
Al llegar a casa me puse a ordenar todo y dejé un bolso listo para mañana llevar al hospital con las cosas que me pedían para la turra.
Me acosté a dormir y de mi mente no podía sacar ni a Angie ni a la bebé. Solo deseaba que todo estuviera bien y cuándo eso pasara, investigaria quienes y por qué entraron a la casa a hacerle daño a Angie.
Busque entre mis fotos una con mi bebé y decidí mostrarla ante mis seguidores.
trueno hoy me convertí en papá por primera vez. Ella es mi princesa, hoy está luchando por su vida y solo pido que me den su apoyo para poder salir de este difícil momento.
Te amo con mi vida turrita, sé que vas a salir adelante gracias por llegar a mi vida.
Sonreí viendo los comentarios y cuando iba a apagar el celular comenzó a sonar con un número desconocido.
— ¿Aló?
— ¿Hola buenas noches, lo llamo del hospital ¿hablo con Mateo Palacios?
Me levanté rápidamente y comencé a ponerme un pantalón a toda velocidad.
— Hola, sí ¿mi hija?
— No señor, su esposa acaba de despertar y está preguntando por usted y la niña.
Quedé un momento en blanco al escuchar "esposa" pero luego recordé que tuvieron que decir eso en el hospital para que me permitieran pasar cuando ella despertara.
— ¿Puedo ir ahora?
— Tendría que anotarse en las personas que se quedan en la noche con los pacientes.
— Si, claro ¿Puede anotarme?
— Deme sus datos porfavor.
Luego de unos minutos, corté y le envié mensajes a mi familia además de Tania y Camilo ,avisando que ella había despertado y que ya iba para allá a pasar la noche ahí.
Aproveché de llevar el bolso y una mochila con mis cosas personales.
Luego de media hora llegué al hospital y después de un rato pase a la habitación de Angie.
Ella estaba mirando el techo sin hacer nada pero al escucharme entrar enseguida me miró.
— Mateo ¿La niña? ¿Cómo está? ¿Fuiste a verla?
— Tranquila Angie no te muevas mucho aún tienes los puntos. Ella está bien, hace unas horas me sacaron de la sala y mañana puedo volver a verla.
— Yo quiero ir con vos mañana.
Sus ojos estaban muy rojos quizá de haber llorado tanto.
— Si, vamos juntos. Ahora acomodate voy a pedir que te traigan de comer.
Angie asintió y yo luego de dejar las cosas, salí del cuarto para pedir que trajeran comida.
Pase la noche enseñandole fotos, contándole sobre cómo era ella. Angie lloraba de felicidad y ambos lloramos con mucho miedo de perderla.
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Una Vez ; Un pequeño error [Trueno]
Teen FictionDónde Mateo y Angie aprenden a ser padres a temprana edad por un pequeño error.