Angie
Desperté a las seis en punto de la mañana, Charlotte reclamaba por leche así que me acomodé y mientras le daba pecho tomé mi teléfono para mandarle un mensaje a Mateo para saber si estaba despierto y podía poner a calentar agua para tomarme una chocolatada.
Al pasar algunos minutos el mensaje solo tenía una palomita, cosa que me pareció extraña ya que Mateo siempre tenía su teléfono prendido por si necesitabamos algo.
Le marqué enseguida y mi sorpresa fue mucho más grande cuando escuché "el número que usted ha marcado no existe".
Mire a Charlotte y al ver que ya comenzaba a quedar satisfecha la dejé acostada en la cama con cuidado y me levanté para ir a la habitación de Mateo.
Al entrar pude ver qué todo estaba en su lugar, exepto que las puertas del clóset estaban abiertas, me acerque y no había nada de ropa ni sus cosas personales. Comencé cómo loca a marcar su número pero no hubo diferencia a lo que antes había pasado al marcarle.
Llamé a Camilo y este me contestó un poco adormilado pero preocupado por si le había pasado algo a Charlotte.
Enseguida regresé a mi habitación para cuidar de Charlotte, quién estaba dormida.
- No, Charlotte está bien. Sólo que no sé dónde está Mateo. Sus cosas no están por ninguna parte y su teléfono sale como inexistente. - Murmuré tratando de no despertarla.
- ¿No te dejó ningún mensaje, una nota o algo? - Dijo con la voz ronca.
- En mi teléfono no había ningún mensaje o llamada, tampoco he visto alguna no...
Me detuve enseguida ya que me acababa de dar cuenta que encima de la cama había un pequeño papel que resaltaba entre lo demás.
- Espera encontré algo.
Me acerque y puse el teléfono en altavoz. Me senté en la cama y tome la nota para luego leer en voz alta.
- "No puedo con la responsabilidad, y menos con una niña que puede enfermarse muy rápido. No estoy listo para ser papá ni para ser un buen compañero para ti. Cuidala mucho y dile que la amo"
Silencio, un silencio que duró unos segundos hasta que escuche al otro lado del teléfono "voy para allá" de un Camilo que ya se encontraba muy despierto y totalmente sorprendido, al igual que yo.
Corté el teléfono y me quedé mirando la nota sin saber que pensar, sin tener nada claro en mi mente y a la vez miles de preguntas.
¿Él se había ido? ¿Nos había abandonado? ¿Cómo podía dejar a Charlotte sola? ¿Cómo iba a poder yo sola con ella?
Mateo
23 horas de vuelo, 23 horas pensando en mi hija, en Angie, en mi familia, en mis amigos y en mi nueva vida.
No era capaz de mirar a Ashley a los ojos mientras que ella no paraba de hablar sin parar sobre lo feliz que sería nuestra vida juntos en un nuevo país.
Al salir del aeropuerto Ashley me indicó que había un auto esperándonos afuera por lo que me dedique a seguirla a paso lento y desconfiado.
- Amor compré una casa en uno de los mejores lugares en la ciudad. Te va a encantar, tiene una vista hermosa a la ciudad y muy cerca hay un lago muy precioso.
Asentí sin saber que más hacer y nos subimos al auto. Al pasar cuarenta minutos llegamos a la casa, y tal cómo había dicho, muy grande y hermosa pero no era el lugar en el que quería estar.
Al pasar unas horas y estar instalados totalmente en la casa amueblada Ashley me entrego un teléfono con un nuevo chip, me dijo que podía comunicarme con quién quisiera pero no con Angie y mucho menos contar la verdad. Qué podía inventar lo que quisiera pero que bajo ningún motivo me podía poner en contacto con Angie.
Le escribí a Camilo desde mi cuenta de Instagram para pedirle su número y enseguida me lo mandó por lo que me fui al baño para marcarle.
- Dónde mierda estás Mateo, Angie lleva llorando todo el día nisiquiera quiere darle pecho a la niña y yo no sé que hacer, tu vieja vino a hacer unas fórmulas de leche y...
- Camilo estoy fuera del país muy lejos, no puedo volver disculpame pero porfavor cuida a Charlotte cuida a Angie y a todos allá, eres mi hermano necesito que hagas eso por mi.
Al estar en silencio, pude escuchar el llanto de Charlotte a lo lejos. El corazón se me estaba haciendo mierda.
- No Mateo, eras mi hermano cuando eras un amigo que me contaba todo cuándo me confiabas para decirme las cosas, cuándo eras un buen papá y un buen compañero para Angie. Ahora yo no te conozco. El Mateo que yo conocía jamás hubiera dicho que no puede con la responsabilidad, estás mal de la cabeza Mateo. Si no es para volver no me vuelvas a hablar en tu vida.
Cortó y yo me quedé con el corazón latiendo a mil queriendo gritar toda la verdad, queriendo pedir ayuda.
Algunos minutos después salí del baño luego de haberme dado una ducha fría, Ashley estaba acostada en la cama pero la ignore y me dirigí a otra habitación de la casa, la que era de invitados.
- ¿Dónde vas Mateo? - Gritó desde la habitación.
- A mi cuarto. - Grité devuelta.
Enseguida escuché pasos apresurados por lo que me apuré en cerrar la puerta con seguro para que no pudiera pasar.
- Me voy a cambiar de ropa y luego me dormiré, estoy muy cansado.
- Uy bueno, nos vemos mañana amor descansa.
Suspiré agradecido por qué no insistiera y me cambié de ropa para después acostarme y mirar en el teléfono algunas fotos de Charlotte que había sacado.
No me quería perder la niñez de mi hija, de mi primera y única hija. Pero cómo iba a poder salir de aquí sin que la amenaza de Ashley tomara sentido. No lo sabía pero debía descubrirlo pronto, no las podía dejar solas y necesitaba darles explicaciones. No era un cobarde, mucho menos quería ser un mal padre.
Le envié un mensaje muy largo a mi viejo explicándole que estaba lejos que pronto le contaría todo pero que necesitaba resolver algunos asuntos. Le pedí que me mantuviera al tanto de Charlotte y Angie pero que no les contara qué se contactó conmigo, qué era por su bien.
Al recibir un mensaje de vuelta, el alivio invadió un poco mi pecho. No me juzgó ni me trató mal, dijo que estaría atento a mis mensajes y que apenas pudiera regresara casa.
No pude dormir en toda la noche, no podía dejar de ver las fotos y videos de Charlotte y preguntarme que estaría haciendo ahora, que estaría haciendo Angie y si necesitaba mi ayuda. No lo sabía y quizá no volvería a saberlo.
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Una Vez ; Un pequeño error [Trueno]
Teen FictionDónde Mateo y Angie aprenden a ser padres a temprana edad por un pequeño error.