capítulo 23

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Mateo

El timbre de mi departamento sonó, enseguida me fijé en Charlotte quién ya estaba bien peinada y vestida para que vinieran por ella.

Me preparé para abrirle la puerta a Bastian, quién siempre pasaba por Charlotte los lunes por la mañana para llevarla al jardín, pero me encontré de frente con la cara de Angie.

Traté de no aparentar sorpresa, pero la verdad no soy bueno fingiendo.

— ¿Tan raro es verme? Hoy Bastian tenía cosas que hacer y yo llegaré a Charlotte.

Asentí y la dejé entrar, no quería hablar con ella la verdad.

— Hija, mamá vino por tí.— Hablé fuerte para que me escuchara, estaba muy concentrada viendo la tele.

Apenas vio a Angie comenzó a correr hacia ella y enseguida fué recibida por sus brazos.

— Hola mami ¿Y Bastian?

— Está ocupado, pero yo te llevaré.

Charlotte hizo un pequeño puchero, mirando de Angie hacía mí en repetidas ocasiones.

— ¿Papá puede acompañarnos?

Angie me miró enseguida, algo nerviosa suponiendo que mi respuesta sería no.

— Sí puedo, voy a buscar tu mochila y vamos.

Comencé a caminar hasta mi habitación sintiendo el sonido de la puerta cerrarse y los pasos de Charlotte por su habitación.

— Mateo, no es necesario. Mi auto está abajo y...

— No le des tantas vueltas, vamos en mi auto, dejamos a Charlotte y luego te traigo a casa para que busques tu auto. — La corté de golpe.

— ¿Qué te pasa? Ni siquiera me miras al  hablar o cuándo lo haces sólo me hablas mal.

Busqué la mochila de Charlotte en mi habitación y comencé a revisar que estuviera todo lo necesario.

— Mateo te estoy hablando, no seas infantil.

Enseguida cerré la mochila y me gire a verla.

— ¿Infantil yo? ¿En serio? Con qué cara me dices infantil cuándo eres tú la que va con juegos tontos de una noche, de no volver a contestar mis mensajes o llamadas, de no volver a hablarme y de tratar evitarme todo el tiempo.

— Mateo no es así sólo que Bastian...

— ¿Se puede dar cuenta no? Se puede dar cuenta que le fuiste infiel sólo semanas antes de que llegue el día de su boda. Vamos, no seguiré perdiendo tiempo aquí. Yo lo intenté, siento muchas cosas por ti pero también siento una decepción enorme de que te dejes llevar por el tiempo que llevas a su lado y el compromiso que tienes con el a estar con quién realmente amas.

Pasé por su lado totalmente enojado, sólo quería ir a dejar a Charlotte y luego no volver a hablar con Angie más de lo necesario.

— ¿Para qué aceptaste entonces?

Me gire al escucharla hablar nuevamente, sólo la miré y me tragué todas mis palabras. Me dí vuelta y caminé a buscar a Charlotte.

La tomé en brazos salí de la casa esperando a Angie en mi auto, quién sólo caminaba hacia nosotros sin decir nada y sin mirar hacia ningún lado. Se sentía avergonzada y podía entenderla pero yo intenté ir más allá con ella, intenté escribirle, llamarla, verla en su casa pero nada dió resultado.

— ¿Estás enojado? — Dijo Charlotte con su voz infantil que simplemente me encantaba.

— No hija, sólo me duele el estómago.

— ¡Vamos al doctor! — Habló mientras que Angie se subía al auto en el puesto de atrás para estar junto a Charlotte.

— Iré luego, primero vamos a dejarte al jardín.

En todo el viaje sólo se escuchaba la voz de Charlotte hablar sobre una variedad inmensa de cosas, Angie y yo no cruzamos palabras.
Al llegar al jardín ambos nos bajamos y la dejamos en la puerta, se despidió con muchos besos y en un incómodo silencio volvimos al auto.

— Sube adelante, es estúpido que quieras subir atrás ahora. — Hablé dandome cuenta de su inútil intento para no tener contacto conmigo.

— Mateo, me puedo pedir un taxi, no es necesario que me lleves.

— Sube.

Lo hizo sin decir nada, me dolía verla cabizbaja pero no podía darle una cara feliz ni una voz animada ahora.

Al llegar afuera de mi departamento, estacioné el auto y enseguida me bajé, ella hizo lo mismo.
Iba a comenzar a caminar hacia la entrada del departamento pero su mano en mi muñeca me detuvo enseguida.

— Hablemos por favor.

Traté de calmarme, traté de mantenerme sereno y de qué mi cabeza no doliera, pero simplemente no lo conseguí.

Quité su brazo rápido y comencé a caminar lejos, pero nuevamente me detuvo poniéndose adelante mío.

— Angie, basta. No entiendo qué es lo qué buscas, te casas en una semana por dios.

Enseguida pude ver cómo se empezaban a acumular lágrimas en sus ojos, quise abrazarla y decirle que no me importaba lo que tuviera que hacer, qué a pesar de que ella estuviera confundida con sus sentimientos no dejaría de querer tenerla a mi lado.

— Mateo, yo sé qué estuvo mal lo que hizo pero no puedo arrepentirme por completo. A tú lado me siento distinta, siento la conexión que teníamos antes de que te fueras, siento que todo es cómo aquel día del que sólo nosotros sabemos. Nuestra amistad era increíble pero lo que estábamos formando, nuestros sentimientos es algo insuperable.

— Angie, necesito que prestes atención porque será la última vez que te diré esto. Te vas a casar, vas a tener un esposo dentro de una semana, conociste a la persona con la qué quieres pasar el resto de tu vida. Estás confundida, nos acostamos algunas veces y pensaste que tenías fuertes sentimientos hacía mí pero estoy seguro de qué no es así, qué sólo lo sentías por la cercanía que teníamos porque nadie más te estaba apoyando cómo yo ni nadie más estaba a tu lado como lo estaba yo. No puedo decirte que estaba enamorado, no lo sentía así pero si sabía que comenzaba a amarte, lo supe cuándo me fuí pero ya no puedo hacer nada con eso. No vivas del pasado y disfruta tu presente, vive tu vida tranquila y yo haré lo mismo. Lo único que nos conecta desde ahora es Charlotte.

— Mateo yo...

Negué con mi cabeza y la moví despacio hacia un lado para comenzar a caminar, está vez no me detuvo, está vez no fuí hacia ella, está vez caminé hacía mí departamento decidido a poner límites y a aceptar que lo nuestro no podía ser.

Lamento tanto no haberme dado cuenta de lo que sentía por ella, lamento no haber reconocido lo que estaba sintiendo pensando en qué era mi mejor amiga simplemente y que por esa razón deseaba estar cada día con ella y Charlotte en su panza. Si pudiera retroceder el tiempo lo haría, volvería y le diría que nos diéramos una oportunidad y que fuéramos una familia de verdad.

El tiempo ya pasó, ya encontró a la persona con la que debe estar y yo ya lo acepté. Ni siquiera sé si funcionaría lo de nosotros en caso de que así fuera, nunca lo intentamos y probablemente nunca lo intentaremos pero lo que si sé y tengo muy claro, Angie siempre va a estar en mi corazón más que cómo la madre de mi hija, cómo la persona que perdí sin poder siquiera tenerla.

Si ella me hubiera elegido, todo sería distinto, si ese día por la mañana ella no se hubiera ido no me sentiría tan vacío, pero quién quiera estar estará y lo que tenga que pasar pasará.

Una Vez ; Un pequeño error  [Trueno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora