Mateo
Llegué a mi departamento cerca de las doce de la noche, me había quedado sentado en esa banca por horas pensando en ese día, nunca había hablado sobre eso ni siquiera lo había pensado demasiado.
Había conseguido lo que quería, tendría a Charlotte bajo mi cuidado todos los fines de semanas, pero me faltaba Angie. Quería demostrarle que podía ser un buen papá, un buen compañero una buena pareja y una buena persona para formar una familia.
Bastian no era un mal tipo por completo, las cosas que manipulaba eran por el miedo de perder a Angie e incluso estaba seguro que a Charlotte. Mi hija era una niña hermosa, una niña a la cuál conoció por tres años, mucho más tiempo del que yo la pude conocer. Entiendo que se sienta amenazado por mí, pero es mí familia y estoy dispuesto a recuperarlas a ambas.
Caminé hasta el baño y enseguida me dí una ducha fría, tenía tantos pensamientos, tantos sentimientos que no podía con tanto peso sobre mí. Debía prepararme para el sábado, sólo tenía cuatro días para preparar el cuarto de Charlotte, comprar todas las cosas que necesitaría y hablar con Angie acerca de sus cuidados y de las precauciones que debía tener.
Enredé una toalla en mi cintura y salí del baño para caminar hacia mi cuarto, pero en ese momento el timbre sonó. Me pareció extraño ya qué a este departamento solo entran personas autorizadas y nadie pidió mi autorización.
Me dirigí hacia la puerta y abrí, enseguida pude ver la cara de Angie completamente roja por el llanto, su nariz roja y sus ojos lagrimosos la delataban.
Enseguida comencé a revisar si estaba bien o si tenía a Charlotte con ella.
— ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Y Charlotte?
Angie pasó por mi lado para entrar y enseguida cerré la puerta.
— Angie, dime algo.
Angie comenzó a reírse sin parar, pero al mismo tiempo podía ver cómo lágrimas caían por su rostro. Me acerqué a poner mis manos sobre sus hombros, me sentía desorientado ¿Qué hacía en mi casa a esta hora y dónde estaba mi hija?
— Angie dónde está Charlotte.
— Ella está bien, está con Bastian en casa. No saben que estoy aquí. — Habló entre llantos y risas, de una forma extraña.
— Me estás asustando, que hacés aquí.
Con sus manos limpió su cara llena de lágrimas y dió un paso atrás para tomar aire.
— Me dí cuenta de algo Mateo, me dí cuenta de algo muy importante y tenía que decírtelo.
— Puedes decírmelo mañana, es muy tarde y Bastian se preocupará si no te ve en casa. Te iré a dejar dame un minuto.
Caminé hacía mí cuarto para cambiarme, escuché enseguida sus pasos a mi espalda. Me dí vuelta y quedé mirando cómo intentaba hablar pero no podía.
— Mateo, te lo diré ahora por qué luego no podré hacerlo. Me dí cuenta que siempre he estado enamorada de ti sólo nunca me atreví a reconocerlo. Fuiste mi amigo, fuiste mi compañero y fuiste la persona de la cuál comenzaba a enamorarme. Te fuiste dejando un vacío enorme en mi pecho, pensé que nunca te volvería a ver y tuve que olvidar mis sentimientos hacia ti, pero cada vez que te veo no puedo hacer más qué pensar en esas noches en las que estuvimos juntos, las veces que sin saberlo nos comenzamos a enamorarnos. Estoy enamorada de Bastian, eso es lo qué creo, me cansaré con él pero necesito que me des esta noche, por favor dame esta noche y luego volveremos a nuestras vidas, cuidando a nuestra hija y siendo sólo padres.
Me quedé en blanco ¿qué podía responder a eso? Ella quería una noche, quería tenerme sólo una noche ¿Cómo le explicaba que yo la quería para toda mi vida?
— Angie, no hagas esto. Vete a casa, no es justo que hagas esto, no luego de todo lo que te dije.
— Mateo, no puedo dejar de pensar en eso desde el día que volviste. Sólo hoy llegó más fuerte todo hacia mi, cuándo tú lo dijiste, cuándo tú lo recordaste.
— Vete — Hablé cabizbajo señalando la puerta.
Angie intentó acercarse pero enseguida dí varios pasos atrás. Ella lo entendió, miró hacia otro lado y enseguida comenzó a caminar hacia la puerta.
¿En serio perdería la oportunidad de volver a tenerla cerca al menos una sola noche? No, claro que no.
Comencé a caminar a paso rápido justo cuándo estaba dispuesta a salir, le dí la vuelta y sin pensarlo comencé a besarla, besarla cómo tanto había soñado, sin miedo de demostrar mis sentimientos a través de mis besos y caricias.
Ella me daría una noche y yo haría que lo recordara por el resto de su vida.
— Gracias, muchas gracias. — Murmuró entre besos antes de quitar mi toalla.
☆ ☆ ☆
Angie
Sonreí mirando a Mateo dormir, ya pronto amanecería. Me levanté con cuidado y tomé mi ropa, agarré mi teléfono rogando no tener ningún mensaje.
5:48 de la mañana, no tenía ningún mensaje. Bastian aún no despertaba , tenía que irme pronto.
Comencé a vestirme a toda velocidad, puse mis zapatos y miré por última vez a Mateo. Me fijé que tenía una libreta encima de su mesita de noche, enseguida la tomé junto a un lápiz y escribí una nota para cuándo despertara.
Sin hacer ningún ruido salí del departamento y caminé hasta mi auto con rapidez.
Luego de algunos minutos llegué a mi casa, me arreglé lo mejor posible y bajé del auto.
Cuándo entré a la casa todo estaba en silencio, caminé hasta el cuarto de Charlotte y me aseguré de que estuviera durmiendo. Así era, estaba profundamente dormida.
Suspiré agotada y caminé hasta mi cuarto, Bastian estaba durmiendo, no se había dado cuenta que me había ido.
Me dí un baño rápido simulando que había despertado antes, minutos después Bastian se levantó, me dió un beso de buenos días y fué a despertar a Charlotte.
Lo engañé, lo sabía muy bien, pero nunca entendería lo que sentí hace unas horas al estar con Mateo. Sentí que todo volvía a estar en su lugar, que todo estaba a su lado pero entendía perfectamente que me casaría y que el hombre de mi vida era el qué ahora preparaba el desayuno para nosotras.
Mateo
Al despertar la cama estaba vacía, estaba helada y era obvio que Angie se había ido hace unas horas. No pude evitar desmotivarme pero ella me lo había dejado claro que sólo sería algo de una noche.
Tomé mi teléfono y enseguida sentí una hoja, la tomé y pude distinguir la letra de Angie.
"Nunca olvidaré esta noche, al igual cómo no olvidé las otras. Gracias por haberme amado toda la noche, que tengas una linda vida Mateo y espero que conozcas al amor para tu vida, así cómo lo hice yo. Adiós"
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Una Vez ; Un pequeño error [Trueno]
Teen FictionDónde Mateo y Angie aprenden a ser padres a temprana edad por un pequeño error.