Mateo
Había mucha gente en el hospital, esperando por saber noticias de Angie. Todos estábamos muy preocupados.
Llevábamos por lo menos una hora acá, y nadie salía a decirnos nada. Pensé que había sido un desmayo normal pero claramente no fué así.
En el pasillo estaba la mamá de Angie junto a su tía Flor. También estaba su mejor amiga junto a Camilo. Los chicos estaban sentados afuera esperando que saliera a darles noticias.
— ¿Familiares de Angie Jiménez? — Salió un doctor por las grandes puertas, observando una hoja en su mano.
Enseguida nos acercamos todos hacia él.
— Necesito solo familiares cercanos y al padre de su bebé si es que está presente.
— Yo soy la mamá. — Murmuró Mar con un poco de desinterés. Sabía que ella no tenía una buena relación con Angie pero no pensé que llegaría a ser una relación tan mala.
— Y yo el papá del bebé. — Murmuré con algo de vergüenza.
Mar solo me miró unos segundos hasta que volvió la vista a el doctor.
Ni siquiera me dí vuelta para ver a la que era mi suegra, la mamá de Ashley, pero escuché un jadeo de sorpresa.
— Vengan por acá por favor.
Empezamos a caminar siguiendo al doctor y cada vez el dolor en mi estomago se hacía más fuerte. No sentía cariño por Angie y no sabía si hacía el bebé, sólo tenía una sensación molesta en mi pecho. Posiblemente culpa.
El doctor nos hizo entrar a una pequeña sala y luego de tomar asiento comencé a hablar.
— ¿Cómo están?
— Angie en este momento se encuentra estable, hicimos un lavado para quitar las sustancias que el agua contenía. Había claros rastros de sustancias no identificadas por el momento y un poco de droga. No puedo asegurar la salud del bebé en las próximas horas, pero igual que su madre, se encuentra estable y haremos lo posible para que siga así hasta que puedan marcharse ya saludables. Es muy probable que pierda al bebé ya que tiene muy poco tiempo de gestación.
Ambos asentimos. el doctor dijo algunas cosas que no entendí muy bien, pero finalmente dijo que Angie se tendría que quedar los próximos tres días en observación.
Salimos de la sala y fuimos a dónde estaban los demás para darles las noticias.
Todos desearon que saliera todo bien, Mar y Flor se marcharon del hospital. Camilo y Tania se quedaron conmigo conversando sobre la situación y sobre cómo paso todo con Angie.
Angie.
Desperté totalmente desorientada en una camilla. Me pesaban los ojos. Me sentía como en la escena en la que Rick despierta en the walking dead.
— Hey, despertaste
Enseguida segui con la mirada al causante de la voz. Mateo estaba despeinado con una cara de no haber dormido en años.
— ¿No hay zombies afuera?— mi voz sonó rasposa y mi garganta dolió enseguida.
Él me miró raro para luego reír y negar. Se sentó a los pies de la camilla y dejó una bolsa encima.
— No, quizá Valen sea uno por la manera en la que me mira. Quiere matarme. Siempre tuve el presentimiento de que le gustabas pero estos últimos días quedó más que claro.
— Mateo ¿Y el bebé?
— Esta bien, todo salió bien.
— Buenos días — Un doctor ingresó en la habitación haciendo que Mateo se separara y se sentara a mi lado en una silla.
— Si todo está bien, mañana te puedes ir. Por ahora todo va excelente. Tu bebé se ve bien pero igualmente en un rato haremos una ecografía para verificarlo nuevamente.
Asentí atenta a lo que tenía que decir.
— Recuerda que tu embarazo es riesgoso y te tienes que cuidar lo mejor posible. Sigue tomando las pastillas que te recetaron y hace reposo obligatorio los próximos dos meses.
— ¿Podemos ver como está ahora?
El doctor asintió y luego de marcar unos botones en un aparato pequeño entró una enfermera con una máquina.
Esta sería mi segunda ecografía y la primera con Mateo presente.
Ubicaron todo en su lugar y finalmente pusieron el frío gel en mi vientre para luego mostrarnos la bolita en la pantalla.
Los ojos de Mateo estaban igual que los míos, fijos en la pantalla, no mostraba ningún tipo de emoción pero había un claro interés.
Los latidos de mi bebé se hicieron presentes en toda la sala. Inconscientemente tomé la mano de Mateo entre la mía, no se alejó pero tampoco me dió un apretón ni nada parecido.
No cambiaría esto por nada en el mundo. Mi hijo aún no llegaba a este mundo y ya lo amaba con todo mi ser y ya es lo más importante en mi vida.
Aún que a pesar de todo, estaba muy asustada. Acababa de cumplir 19 años al igual que Mateo. Tendría que buscar trabajo y esperar a que todo saliera bien.
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Una Vez ; Un pequeño error [Trueno]
Teen FictionDónde Mateo y Angie aprenden a ser padres a temprana edad por un pequeño error.