Angie
La fiesta terminó casi a la 10 de la noche, los niños estaban muy cansados y a Charlotte se le cerraban solos los ojos por lo que tuve que pedirle a Bastian que despidiera a la gente mientras yo la hacía dormir.
Había ido a dejar a Emilio hace un rato atrás, aproveché de decirle a Pedro que ya sabía todo y que esperaba que pronto pudiéramos hablar con más calma. El me dió su número de teléfono y el de Mateo también.
Le puse el pijama a Charlotte y peines su cabello en una trenza para que no le estorbara mientras dormía.
— Estoy muy cansada mami, la fiesta estuvo genial. Todas querrán seguir siendo mis amigas.
Reí y presioné su pequeña nariz haciendo que ella sonriera.
— A dormir mi princesa, mañana será un gran día.
La acomode en la cama y la tape muy bien. Le dí un beso de buenas noches y prendí su pequeña luz. Charlotte temía de la oscuridad.
— Mami, el puff. — Recordó justo cuándo estaba a punto de marcharme.
— Es cierto, perdón hija, cómo siempre lo hace Bastian lo olvidé.
Charlotte tiene asma, nos dimos cuenta cuando tenía 1 año y 7 meses, ella tuvo un ataque de asma muy grave y tuvo que quedar hospitalizada. Desde entonces, cada noche debo hacerle un "puff".
Escuché pasos a mi lado, Bastian se acercó a despedirse de Charlotte y luego de desearle buenas noches y hacer su respectivo puff, ambos nos marchamos de la habitación para irnos a la mía. Bastian casi siempre se queda a dormir y hoy era uno de esos días.
— ¿Nos bañamos juntos? — Pregunté acercándome a él.
Negó y se dió vuelta para quitarse la polera y acercarse al clóset. Tenía mucha ropa de él ahí.
— No tengo ganas, me daré una ducha rápida y luego te espero para conversar sobre lo que pasó.
— Está bien, dame cinco minutos. Voy yo primero y te espero acostada.
Asintió y sacó el pijama del closet para dejarlo encima de la cama.
Agarré mi pijama y me fuí al baño, me dí una ducha muy rápida y volví a la habitación. Bastian enseguida se adelantó y entró al baño.
Me acosté y revisé mi teléfono, decidí que quería enviarle algunas fotos de hoy a Mateo, sé que le gustaría ver a su hija al menos por fotos y más aún en un día tan importante cómo lo fué hoy.
Luego de algunos minutos, me envió un audio.
— Gracias Angie, se ve muy hermosa me hubiera encantado haber podido estar presente. Te prometo que para su próximo cumpleaños estaré ahí, desde ahora no pienso alejarme de ella. Mañana te mando mensaje cuando esté afuera. Cuídate y descansa.
Sonreí y le envié un sticker de un osito alzando sus pulgares. No podía negar que extrañaba mucho a Mateo, al Mateo que fué mi amigo incondicional y con el que me reía sin parar muchas veces.
Bastian salió del baño por lo que dejé el teléfono a un lado para poder conversar.
Él apagó las luces y se acostó a mi lado, dejando sólo la luz de mi mesa de noche encendida.
— No sé que preguntar, prefiero que me expliques todo tú.
Asentí y comencé a explicar todo, desde un principio hasta el día de hoy. Él se mantuvo atento, escuchando y sin interrumpirme. Al terminar de hablar yo estaba llorando y él estaba abrazándome.
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Una Vez ; Un pequeño error [Trueno]
Teen FictionDónde Mateo y Angie aprenden a ser padres a temprana edad por un pequeño error.