Angie
Casi cinco meses habían pasado desde que Mateo se había ido. Yo ya estaba mejor, me sentía más tranquila y en mi cabeza ya no habían pensamientos de inseguridad o miedo. Sabía que si yo quería podía sola con Charlotte, nadie más que yo podía cuidarla de la mejor forma por lo que necesitaba estar bien.
Mateo no tenía ninguna responsabilidad conmigo, no éramos pareja, nisiquiera amigos con derecho ni nada parecido, sólo éramos padres y eso es lo que me apenaba, que dejara sola a su hija sin importarle absolutamente nada.
Tania había venido a vivir con nosotras y sinceramente sin ella quizá me hubiera tomado más tiempo recuperarme. Había bajado mucho de peso y mis ojeras estaban tan marcadas que parecía un simple cadáver pero ella fue quien me sacó hora en médico y me compró las vitaminas necesarias. Ahora estoy mejor de peso y mi sueño ha mejorado.
Charlotte es una niña muy feliz de cinco meses, ella ríe y juega mucho con sus manitas además de estar mucho más despierta y atenta a sonidos y a las personas.
Hoy estamos haciendo una pequeña celebración por sus cinco meses, sólo Tania, Charlotte y yo. La familia de Mateo también se había distanciado un poco, no lo entendía y me dolía un poco pero lo acepté.
angie_jimeneez1 El amor más puro y sincero lo conocí cuándo te miré a los ojos. No podía creer que eras mía pero enseguida supe que te iba a cuidar y proteger siempre.
Hoy sólo somos tú y yo, una familia muy pequeña pero lo suficientemente fuerte cómo para salir adelante. Te amo mi princesa que tú vida esté llena de alegría y amor 💕👑.— Angie, que la nena apague las velitas.
Reí y acomodé a Charlotte en el pequeño pastel que habíamos preparado con Tania.
— Soplemos todas juntas a la cuenta de tres uno, dos , tres.
Tania aplaudió emocionada y me quitó a Charlotte de los brazos para llenarle de besos sus mejillas. Sonreí y enseguida saqué mi teléfono para una foto pero la foto fué interrumpida por una llamada de un número desconocido. El número ni siquiera pertenecía a alguien de Argentina por lo que me pareció extraño pero decidí contestar.
— ¿Hola?
— Angie soy yo, Mateo. Por favor no me cortes. Sólo quiero saber cómo están.
Me quedé en blanco unos segundos, camine hasta mi pieza y me encerré.
— ¿Disculpa?
— Angie yo sé que hice las cosas mal pero todo tiene una explicación lo prometo yo solo quiero saber cómo está mi....
— Mateo en tu vida vuelvas a llamarme, en tu vida vuelvas a querer saber de mi hija y mucho menos te atrevas a preguntar sobre cómo está ella o cómo estoy yo. Vos ya no existes para mí ni para ella. Todo quedó muy claro en tu nota. Espero que estés teniendo una buena vida y te pido que nos dejes tenerla a nosotras. Adiós.
Corté y enseguida me comenzaron a caer las lágrimas. Me sentía muy sola haciendo el papel de mamá y papá al mismo tiempo, me sentía muy agotada mental y físicamente y me sentía muy preocupada sobre lo que podía pasar más adelante estando yo sola con Charlotte.
Me acerqué a Tania y le conté todo, ella enseguida me abrazó y me dijo que hice lo correcto. Le pedí que porfavor guardara el pastel y tome a Charlotte para irme a la pieza con ella.
Me acosté en la cama dejando a Charlotte sobre mi pecho y me dediqué a decirle palabras lindas que en verdad eran más para mí que para ella.
Necesitaba ser fuerte, necesitaba ser valiente y necesitaba ser una buena madre.
No iba a ser cómo lo fué mi mamá cuando estaba pequeña ni tampoco seré como fue Mateo de cobarde.Mateo
Ashley reía mientras contaba una historia a la que no estaba prestando atención pero fingía que si, mi mente estaba en argentina y no tenía espacio para nada más.
— Y entonces la mejor parte fué...
— Ashley necesitamos hablar, ya pasaron cinco meses ¿Cuándo me voy a poder ir a casa?
Ashley me miró sería y dejó el chocolate que comía encima de la mesa.
— ¿De qué estás hablando? Esta es nuestra casa Mateo, aquí esta nuestra vida. Hicimos nuevos amigos, tenemos trabajo, vos seguis haciendo música desde aquí. No entiendo.
— Ashley necesito estar con mi hija, déjame volver porfavor.
Ella se puso de pie y se acercó a mí. Tomo mi mentón y levanto mi cabeza hasta mirarla a los ojos.
— De aquí vos no sales Mateo, tu vida está aquí, conmigo. Charlotte no existe, Angie no existe y nadie en argentina existe ¿Entendiste?
Asentí algo agotado de tener la misma conversación de siempre y decidí intentar enviarle nuevamente varios mensajes a Angie, mensajes que no fueron recibidos. Luego intenté con Camilo y nuevamente mis mensajes no fueron recibidos.
Mi viejo era la única persona que me contestaba siempre así que sin dudar le escribí. Le había contado todo haciéndole jurar que él no diría nada y que se mantendría lejos de Angie y Charlotte al menos hasta que las cosas estuvieran más tranquilas.
"Necesito ayuda, quiero volver a Argentina pero no puedo hacerlo aún ¿Que hago?"
"Espera un tiempo Mateo, hacela ver qué están en una relación normal y que la amas mucho. Espera unos años y luego cuando te separes de ella vuelve a Argentina. Ella quiere tenerte por capricho no por amor, cumplelo un tiempo solo para asegurarte de que nada le sucederá a tu hija ni a Angie"
Quizá era lo mejor, quizá tenía razón. Podía esperar unos años, hacer que Ashley viviera su mundo de princesas y que cuando se le pasara el capricho de estar conmigo, dejarla y volver a argentina. Sabía que no había otra forma. No podía denunciarla ya que ella me acompañaba a cada sitio al que iba, no podía llamar a la policía ya que se había dedicado a bloquear todo ese tipo de contactos. No podía decirle a alguien que lo hiciera por mi ya que se enteraria e iría directo hacia Angie y Charlotte, sé que tiene gente allá y gente aquí, muy atentos a sus órdenes. No tenía nada más que hacer.
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Una Vez ; Un pequeño error [Trueno]
Teen FictionDónde Mateo y Angie aprenden a ser padres a temprana edad por un pequeño error.