capítulo 2

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Angie

Un mes había pasado desde el día en el que supe de mi embarazo.

Al día siguiente de hacerme el test, fui a hacerme exámenes de sangre para comprobar, y efectivamente estaba embarazada.

No había visto ni la sombra de Mateo desde entonces. Ese día simplemente se despertó luego de unos minutos y se fué diciendo que tenia que pensar. Todos mis amigos (que también eran los suyos) decían que casi todos los días salía de joda y pasaba poco tiempo en casa, estaban preocupados.

He tratado de comunicarme con él, le he mandado mensajes por todos lados, pero ni el visto me dejaba.

Hoy iría donde mi mamá a comentarle de mi embarazo. Hoy estaría en casa de mi tía Flor, mi mamá prefería gastar su tiempo libre allá que conmigo en casa. Sé que no estará ni un poco feliz, pero tampoco se lo voy a ocultar, tarde o temprano se dará cuenta.

Termine de arreglarme y agarre las llaves y una mochila pequeña. Adentro puse un cargador, audífonos , algo de plata y pastillas que la ginecóloga me había recomendado para las nauseas y el desarrollo del bebé.

Tomé un Uber y en el camino me fui escuchando música mientras veía cualquier cosa. El camino era un poco largo así que debía ponerme cómoda. 

Al llegar, luego de varias canciones, le di la plata al señor del Uber y me bajé.

Luego de caminar un poco, toqué la puerta. Adentro se escuchaba algo de música y ahí fué cuando recordé lo que mamá había dicho hace algunos días.

El cumpleaños de Ashley lo celebraremos en su casa. Bueno nosé para que te digo si no vas a estar.

La puerta se abrió enfrente de mi justo cuando iba a dar la vuelta para irme. Ashley me miraba con desagrado y decepción, obviamente esperaba a alguien más.

— ¿Qué haces acá? No fuiste invitada — Su vocecita me hacía doler la cabeza.

— Vine a ver a mamá y a la tía Flor. — La hice a un lado para pasar sin importarme sus reclamos.

Ella se quejó un poco pero no dijo nada.

— ¿Dónde está mi mamá? — Me di la vuelta para preguntarle.

— En el patio trasero. — Indicó mientras rodaba sus ojos y pasaba por mi lado empujándome.

Al salir lo primero que vi fué a Valen junto a los chicos. Se estaban riendo de algo que hacía Manu. Sonreí de inmediato los extrañaba mucho pero era una lástima que también eran amigos de Ashley, y a decir verdad muy buenos amigos. Los conoció antes que yo y siempre fueron muy unidos.

Valen se percató de mi presencia y enseguida vino corriendo a abrazarme, él de por si es muy cariñoso conmigo.

— Angie, hace tiempo que no te veía ¿Cómo estás?

— Estoy bien, perdón han pasado muchas cosas últimamente.

Saludé a los demás evitando a toda costa a Mateo. Sentía su mirada pero preferí evitar mirarlo devuelta.

Mauro se acercó con un vaso de cerveza, enseguida negué haciendo que todos me miraran extrañados.

— Estoy embarazada.

— ¡Qué! — Todos enseguida reaccionaron al mismo tiempo, excepto Mateo que se mantenía al margen con su mirada puesta en mí.

— ¿De quién? ¿Cuándo pasó? ¿De cuánto estás? — Valen me miraba con los ojos muy abiertos, al igual que los demás. Todos estaban sorprendidos.

Me quedé hablando un rato con los chicos hasta que me despedí ya que tenía que hablar con mi mamá. Evadi las preguntas de mis amigos estratégicamente. No quería que Mateo me matara con su mirada.

Luego de saludar a mi mamá y a algunos familiares que estaban allí, la llevé a la habitación de la tía Flor y le conté todo.

Me dijo cosas muy hirientes pero finalmente dejé la conversación ahí y decidí bajar dejandola sola.

Caminé hacía los chicos y luego de pedirles que no habláramos sobre el tema comenzamos a hablar sobre tonterías.

Todo iba bien hasta que Ashley se acercó a darle un beso forzado a Mateo, quién aún seguía molesto por mi presencia.

— Escuché que serás mamá — Se dirigió a mí con desprecio.

La ignore y comencé a conversar con Valen.

— Que mal que seas la oveja negra de la familia Angie. Seguramente ni siquiera sabes quién es el papá de la criatura.

Enseguida comencé a reír haciendo que ella se pusiera roja de el enojo. Mateo estaba sonrojado y eso sólo me hacía reír más.

Se fué algo enojada y mientras que conversabamos sobre la última canción de Valen, Ashley se acercó con un vaso de agua.

 — Te traje esto prima, para hacer las paces.

La mire por unos segundos y luego al vaso. Finalmente terminé aceptando el vaso.

Solo minutos después me comencé a sentir un poco mal, por lo que me senté en una silla cerca mientras tocaba mi vientre que era la zona en dónde me dolía. Sentía que ardía o no lo sé, una sensación extraña.

— Angie ¿Estás bien? — no reconocí la voz de quién me habló.

Pude distinguir a Mateo agachado en frente de mí, parecía preocupado. lo demás solo eran murmuros.

Todo comenzó a girar hasta que finalmente todo se volvió negro.

Una Vez ; Un pequeño error  [Trueno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora