capítulo 19

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Mateo

El sonido repetitivo de la puerta me hizo esconderme aún más debajo de las mantas, no quería despertar había dormido muy mal.

— ¿Mateo? ¿Estás despierto?

La voz de Bastian. Enseguida me levanté y peine con mis dedos mi pelo. Acomodé rápidamente la cama y alise mi ropa.

— Si, llevo despierto mucho tiempo pero no quería molestarlos. — Hablé fuerte para que me escuchara y enseguida abrí la puerta tratando de que mi cara de sueño no me revelara.

Hizo una mueca extraña y rió bajo, enseguida me molestó.

— Las chicas están abajo tomando desayuno, luego Charlotte entra al jardín y Angie al trabajo.

Asentí distraído mirando el anillo en su mano, anillo de compromiso.

— Ya bajo ¿Dónde está el baño? — Murmuré sosteniendo mi mochila que contenía todas mis cosas para cambiarme.

Apuntó una puerta del pasillo y enseguida pasé por su lado para ir directo al baño.

— De nada eh, te recuerdo que estás en mi casa.

Me dí vuelta enseguida ¿Qué había dicho?

— ¿Qué?

— Estás en mi casa, ten un poco de respeto. Escuché lo que le dijiste a Angie anoche y créeme, ella se casará conmigo. No eres nadie en su vida y para Charlotte eres alguien totalmente nuevo, apenas y conoce tú nombre. Si yo dejo que estés aquí es solo por Charlotte, y esto no se volverá a repetir.

Me acerqué un poco con la mandíbula apretada, me encantaría decirle tantas cosas pero no quería generar problemas con Angie.

— Yo no estoy aquí ni por ti ni por Angie, estoy aquí por MI hija y no te preocupes que nunca más volverá a suceder esto de quedarme aquí. Voy a tener la custodia de Charlotte y no necesitaré quedarme aquí, me quedaré con ella en mi departamento. Si me disculpas, voy a pasar al baño de la casa de Angie por qué te recuerdo que aún no están casados y está casa está bajo su nombre.

Le dí un golpecito en el hombro y caminé hacía el baño, intentando tranquilizarme lo que mejor podía.

Cerré la puerta del baño y comencé a lavarme la cara y los dientes con el cepillo que había traído ayer. Me cambié de ropa y me puse desodorante para luego bajar al primer piso en dónde ya estaban todos.

— ¡Hola! Pensé que habías muerto, traté de despertarte antes pero no despertabas. —Charlotte sonreía mientras comía yogurt con fruta. Enseguida sonreí

— Estaba descansando muy bien, por eso no desperté pero aquí estoy. — Mentira, había dormido horrible y tenía dolores en todo el cuerpo.

— Mateo siéntate, hay té y café si quieres. — Angie trató de sonreírme aún qué no lo logro mucho.

Estaba seguro de que Bastian le había dicho algo, ambos estaban muy serios y Bastian sólo miraba a Charlotte.

— No te preocupes, tengo que llegar a mi departamento hoy día iban a llegar algunos muebles que pedí.

Angie asintió distraída y se levantó.

— Charlotte, vamos a lavar tus dientes y luego nos vamos.

Charlotte enseguida me miró con ojos de gato apenado, le sonreí y despeine aún más su cabello rebelde.

— Papi ¿Vas a volver?

Enseguida me agaché a su altura y le hice cariño en su mejilla.

— Voy a verte muy seguido Charlotte, no me iré de tu vida.

Sonrió sin comprender mucho pero tomó la mano de Angie y la llevó corriendo al baño.

— Nos vamos a reunir con un abogado, le conté a Angie lo qué dijiste allá arriba y se siente muy decepcionada Mateo, ella pensó que ibas a hablar con ella antes de llevarlo a tribunales.

Pasé las manos por mi cara totalmente frustrado ¿Qué le pasaba a este tipo?

— No tenías ningún derecho de hacer eso, si pensaba hablar con ella antes de llevarlo a lo legal no soy tan inhumano. Sé que le dolería si yo me quedara con su custodia. Hiciste eso sólo para que ella viera lo mala persona que soy.

Se levantó acomodando su traje mostrando superioridad, odiaba a este tipo de personas que se creía superiores a todos sólo por portar un traje y un maletín.

— Estaré en contacto, bueno más bien nuestro abogado lo estará. Te pido que te retires ya que ahora nos tenemos que ir, y lo mejor es qué no te despidas, Charlotte suele ser muy llorona y queremos que ingrese bien al jardín.

Suspiré y tomé mi mochila, me apresuré a salir de la casa y caminé hasta mi auto totalmente frustrado. Yo no quería ser un mal tipo ni mucho menos un mal padre pero ahora tenía que ir a tribunales con la mamá de mi única hija para discutir la custodia compartida.

Sabía que Angie pensaría que sólo la quiero para mí pero no es así, pienso quedarme con Charlotte los fines de semana o los días que ella prefiera, no le quitaré a su hija sólo quiero ser parte de su vida.

Angie

Salí del baño con Charlotte ya peinada y con sus dientes muy limpios.

Ella cantaba una canción infantil mientras jugaba con sus moñitos.

Enseguida me percate de que Bastian estaba parado sólo esperándonos. Busqué la mochila de Charlotte y mi bolso y me acerqué.

— ¿Dónde está Mateo?

— No lo sé, sólo se levantó y se fué.

¿Enserio había hecho eso? Ni siquiera se despidió de su hija.

No podía dejar de pensar en las palabras de Bastian, no podía creer que Mateo quisiera quitarme a Charlotte, sabía que era su hija pero cómo no se daba cuenta lo que me dolería perderla. Iba a pelear con ella, cómo sea y contra quién sea.

Mateo comenzaba a decepcionarme cada vez más.

— Mami ¿Dónde está papá?

Enseguida miré a mi hija, había perdido su sonrisa.

— Pasó algo en su casa y tuvo que irse muy rápido pero dijo que volvería otro día, ven vamos tenemos que irnos.

Charlotte me miró unos segundos, perdida, pero enseguida me dió la mano y los tres comenzamos a caminar hacia la puerta.

Sentí la mano de Bastian acariciar mi hombro, dándome apoyo. Le sonreí y dejé un pequeño beso en sus labios.

— Gracias por apoyarme y decirme la verdad amor.

— Te amo hermosa.

Sonreí y volví a darle otro beso, para ahora sí caminar hacia el auto.

Una Vez ; Un pequeño error  [Trueno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora