II: Another year at Hogwarts
DRACO PASO SU MANO POR LA CARA DE EMILY, recibiendo un manotazo como respuesta, el ceño molesto en la cara de la pelirroja no tardó en aparecer.
— Llevó un rato hablando contigo y la ventana parece interesarte más que yo.
— No dudes que lo sea.
Draco sacudió su cabeza restándole importancia a la respuesta de su amiga.
— Como sea, ya tenemos que cambiarnos, estamos por llegar.
Ambos salieron del compartimiento hacía los baños del tren, los dos gorilas que seguían a su amigo a todas partes llegaron a su lado, los cuatro pasando por los estrechos pasillos.
— Vaya, miren a quien tenemos aquí.
Draco había acorralado una vez más al trío de oro, mejor dicho, solo a la sangre sucia Granger, Emily rodó los ojos, estaba de más decir que no se encontraba de buen humor, algo que era muy común en ella, solo que está vez era más de lo usual.
— No estoy para tus estupideces Malfoy.
— Uhh, parece que nuestra sangre sucia favorita amaneció con los humos por los aires, ¿Crees que tienes el derecho de siquiera dirigirme la palabra? Maldita escoria.
Emily ignoró la situación y paso por su lado llegando finalmente a su destino.
Se encontraba bastante molesta por la acalorada discusión que había tenido con su padre por su futuro, era una estupidez que quisieran casarla a la fuerza con Nott, a pesar de que el chico no le desagradaba ella jamás lo vería como algo más que un compañero.
Y lo que más le molestaba era que sabía que no podía hacer nada para evitarlo, y que al final seguiría dócil ante su padre.
Salió del baño con su túnica puesta, observando que Draco apenas venía, su mirada reflejaba victoria y su sonrisa burlona lo confirmaba, el platinado habló al ver a su amiga.
— ¿Por qué no te quedaste? Fue divertido.
— ¿Será porque ya no tengo 10 años?
Su amigo la observó con una ceja alzada.
— Tú te lo pierdes.
Emily sospechaba que su amigo sabía lo que había pasado con la familia Nott, es más estaba casi segura de que había participado en el asunto, por eso se había marchado dejándola sola en esa situación, es por eso que estaba tan molesta con todo el mundo, se sentía traicionada por su familia y ahora por su único amigo.
Cuando llegaron a Hogwarts, Emily bajó lo más rápido que pudo, sin esperar a nadie o mirar atrás.
Caminó directo a la entrada siendo de las primeras en llegar, ahí su jefe de casa les indico que buscarán su habitación para luego salir a cenar.
— Señorita Prewet, que agradable es verla de nuevo, por fin veo un rostro competente entre tantos alumnos.
— Lo mismo digo profesor Snape, estás vacaciones fueron eternas sin sus libros.
El jefe de Slytherin tenía un especial aprecio hacía Emily, en parte por su inteligencia, pero lo que de verdad hacía a la pelirroja especial era su extraordinario parecido a la mujer de su vida; Lily Potter.
Severus jamás aceptaría que siquiera tenía una alumna favorita, a pesar de ser obvia la preferencia que tenía hacía ella.
El profesor de pociones veía la personificación de Lily, pero con su amarga personalidad, como si hubieran tenido una hija, es por eso que la cuidaba y protegía de todo, y odiaba cuando ella se cerraba con él, porque Snape sabía acerca de los problemas que tenía en su casa, era una tortura ver cómo Emily salía lastimada por una simple frase del que se hacía llamar su padre, cuando él podía cuidarla mejor, incluso la quería como una hija de sangre.
Él sabía cuando ella lo pasaba mal, la conocía tan bien y justo como ahora siempre hacía excepciones.
— Se que tiene especial rechazo por los eventos sociales al igual que yo, así que solo por esta vez le permitiré subir a la torre de astronomía a.. relajarse.
— Gracias profesor Snape.
— Procure que no la descubran
Emily no era mucho de celebraciones, por lo que mientras sus demás compañeros festejaban la llegada de sus invitados de Durmstrang y Baeuxbatons, ella subió a la torre de astronomía y se sentó ahí, solo a pensar.
Después de un rato sintió la presencia de alguien subiendo las escaleras, temía que fuera un maestro o algún prefecto por lo que se escondió detrás de una columna.
En lugar de eso, un llanto hizo eco de en las paredes, era una chica, a la que reconoció de inmediato en cuanto habló.
— Estúpido Malfoy, ¿Qué lo hace tan especial? ¿Quién se cree para decir todas esas cosas horribles? Ni que él fuera perfecto.
Hermione Granger.
Era la segunda vez que se encontraban ellas dos solas, solo que en esta ocasión Granger no lo sabía, Emily podía irse sin ser descubierta, solo tenía que mantenerse en silencio.
Dió varios pasos hasta la puerta, se asomó por la escalera notando una sombra subir por ellas.
— Maldición.
Se maldijo por su situación, entonces cerró la puerta con cuidado y se dirigió a la castaña tomándola por la cintura mientras ella estaba de espaldas, sintió el sobresalto de Granger y la giro hacía ella tapando su boca en el proceso.
— Shhh nos castigarán si nos ven aquí.
Susurro esperando que la castaña entendiera, Granger asintió lentamente mientras la pelirroja quitaba la mano de su boca, en eso el sonido de la puerta hizo que ambas retrocedieran a una esquina escondida.
El cuerpo de Emily se encontraba entre la fría piedra de la columna y el cuerpo tibio de la chica de Gryffindor, ambas estaban algo agitadas por el susto y estaban tan cerca que la respiración de la pelirroja movía el cabello de la castaña.
El perfume de Hermione inundaba por completo las fosas nasales de Emily, el corazón de ambas chicas latía acelerado mientras la creciente tensión incrementaba en el aire, Granger cerró los ojos intentando controlarse pues no sabía porque se encontraba tan nerviosa.
Pasaron segundos que parecieron eternos hasta que finalmente los pasos se dirigieron hasta la salida y un portazo fue suficiente para que las dos chicas exhalaran de alivio.
La pelirroja soltó la cintura de la Gryffindor, ni siquiera había notado que tenía sus manos sobre ella, Hermione la miró aún sin decir nada y la Slytherin conectó sus miradas, Granger nunca había notado aquel brillo en los ojos de Emily y Em jamás había notado lo bien que olía el perfume de la castaña.
A partir de ese momento ambas se notaron cosas en la otra que no habían notado antes y un sentimiento raro las inundó, continuaban mirándose fijamente sin sentir pasar el tiempo, Emily finalmente habló sin despegar la vista de la castaña.
— Debe ser tarde.
Granger asintió lentamente y se quedó quieta unos segundos para finalmente avanzar hacía la escalera, la pelirroja observando sus movimientos en todo momento sin disimulo, Hermione volteó hacía ella nuevamente.
— ¿Podrías.. acompañarme?
Emily asintió instintivamente mientras se acercaba a ella lentamente.
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SHAMELESS | Hermione Granger
FanfictionSH| ¿Una sangre sucia y una mortífaga? Femoc x Hermione Granger Harry Potter Fanfiction Estado: En proceso ADVERTENCIA: Está historia puede contener temas inadecuados para algunos lectores, ten conciencia y toma en cuenta que es solo ficción.