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XXVI: The pre-Yule Ball

— AÚN NO PUEDO CREER QUE hayas aceptado ir con Diggory al baile

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AÚN NO PUEDO CREER QUE hayas aceptado ir con Diggory al baile.

Comentó Blaise por décima vez en el día, esa noche sería el gran baile de navidad y estaba de más decir que sobraba la emoción dentro del castillo, habían árboles decorados con velas en cada pasillo de la escuela, decoraciones navideñas colgaban en cada puerta y las cuatro salas comunes eran un festival visual para quien lo contemplara.

Habían cerrado el gran comedor con la excusa de alistarlo para la gran noche, obligando a los alumnos a ir directamente a la cocina por un plato de comida, cosa que los elfos les proporcionaban algo temerosos por la tanta presencia de personas en su cocina.

— Yo tampoco.

Contestó la pelirroja comenzando a caminar con su plato en la mano buscando algún lugar donde pudieran comer tranquilamente, el cuarteto de plata se encontraba incompleto gracias a Theodore, quién parecía haberse esfumado luego de la pelea en el pasillo, a Emily no le importaba mucho, pero sabía que tarde o temprano tendrían que arreglar las cosas.

Sin embargo, su atención era totalmente acaparada ante la idea de arreglarse con Hermione, aquella castaña había fijado hora y lugar para su encuentro acordando encontrarse en la sala común de Gryffindor, más específicamente, la habitación de Granger, la pelirroja mentiría si dijese que no se encontraba nerviosa, estaba tensa y ansiosa por la idea de pasar tiempo a solas con su amiga, y en un lugar tan íntimo como lo era su habitación.

La Gryffindor se las había arreglado para que la pelirroja la viera en cada lugar, convirtiéndose en la dueña de sus pensamientos, no importaba si era el color rojo en las decoraciones de navidad o el olor a chocolate, incluso los elfos le recordaban a ella, era increíble que no pudiera sacarsela de la cabeza.

Sus ojos vagaron por el verde pasto antes de sentarse en el, inevitablemente buscó entre las personas a cierta chica de Gryffindor, solo para asegurarse de que no estuviera ahí.

— Yo no puedo creer que nos obliguen a comer entre la tierra, es antihigiénico.. mi padre se va a enterar.

Comentó el rubio con mueca de asco antes de tomar un sorbo de su jugo, que fue expulsado de su boca al sentir una mano sobre su hombro, la pelirroja puso la misma cara de asco que su amigo antes de voltear hacía dónde Draco lo había hecho, era Snape.

— Señorita Prewet, la estaba buscando.

Comentó el profesor con frialdad, sin embargo, la Slytherin pudo notar un deje de diversión en sus ojos, como si le causara gracia asustar a sus alumnos.

SHAMELESS | Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora