SH| ¿Una sangre sucia y una mortífaga?
Femoc x Hermione Granger
Harry Potter Fanfiction
Estado: En proceso
ADVERTENCIA: Está historia puede contener temas inadecuados para algunos lectores, ten conciencia y toma en cuenta que es solo ficción.
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A LA MAÑANA SIGUIENTE, Emily entró al Gran comedor por las enormes puertas de madera, se dirigió a la mesa de Slytherin soltando un suspiro pesado pues Theodore Nott estaba sentado dándole la espalda.
La pelirroja se sentó en un incómodo silencio, nadie habló, y el castaño ni siquiera se giró a verla, Emily mentiría si dijese que no le afectaba ni un poco, pues gracias a la decaída de anoche estaba más sensible de lo común.
Pero no se enojo, más bien era tristeza, cosa que era raro en ella ya que se caracterizaba por ser fácil de molestar, y en cualquier situación parecida habría explotado insultando a todos.
Theodore se paró de la mesa para dirigirse a la entrada del Gran comedor y salir bajo la atenta mirada de los tres Slytherin que sobraban.
— Oye Em, no quiero ofenderte ni nada, pero ¿Paso algo anoche?
Emily apartó su mirada de la puerta para contestarle a Blaise con un tono de voz neutro.
— ¿Él les dijo algo?
Draco, que desde hace rato veía a su amiga con preocupación por lo cansada que se veía, negó con la cabeza.
— Está igual de extraño que tú desde ayer.
Emily bajo la mirada a su plato sin decir nada, suspiro y colocó su mano en la mejilla para sostener su cabeza.
— ¿No nos dirás nada?
El platinado parecía algo molesto al ver su mejor amiga no tenía la confianza de decirle lo que pasaba, pero así era ella y tenía que aguantarlo.
El rubio se paró de la mesa al ver qué la pelirroja ni siquiera respondía y salió de ahí igual que su amigo castaño, Blaise se quedó en silencio mientras la veía jugar con su comida tratando de sacar su frustración y finalmente decidió irse también para darle su espacio.
Al no sentir a nadie a su alrededor, Emily soltó el tenedor para llevar sus manos a su rostro y tallar sus ojos con ansias preguntándose en que momento todos se habían vuelto tan sensibles.
Salió del comedor con los ánimos por los suelos, caminaba lentamente por los pasillos sin compañía alguna, las enormes ojeras adornaban sus ojos apagados gracias al insomnio que había llegado la noche anterior.
Pudo escuchar que la llamaban a lo lejos, pero su estado le impedía reaccionar, hasta que la dueña de la preciosa voz se posiciono frente a ella, era Hermione Granger.
