Capítulo 13

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Madison Russell.

Fijo mis ojos en los papeles sobre el escritorio y aunque intenté concentrarme y hacer bien mi parte del trabajo, no puedo. Me siento incómoda, confundida y un poco molesta por la fea actitud que ha estado teniendo Alexander conmigo.

Suelto un suspiro y levantó brevemente la mirada hacia él, que se encuentra en su escritorio lleno de papeles y con su ceño fruncido. Expresión que ha tenido desde el fin de semana pasado, después de que me dejara en casa y de eso han pasado tres días para ser exactos.

La verdad es que he pensado mucho que fue lo que salió mal de aquel día, pero la verdad no fue el día en sí lo que hizo que él actuara de esta manera fría y distante.

Todo fue más claro cuando el martes en la mañana, apenas cruzará la puerta de su despacho, me soltara que nuestro viaje a Colombia se adelantaba una semana por órdenes de mi padre. Simplemente, asentí un poco confundida, pero entonces, cuando revisé el calendario en mi celular, todo encajó.

Dentro de dos semanas sería el primer cumpleaños de los gemelos. Finalmente, tendrían su primer año de vida y entonces estaríamos en Colombia, pero eso no era lo peor y entonces lo comprendí mejor. El primer aniversario de la muerte de Julia se aproximaba, dos días después del cumpleaños de los gemelos y estaríamos afuera del país.

Y me sentí culpable, porque sabía que este viaje se hacía solo por mí. Porque era mi primer trato cerrado. Papá había hecho muchos negocios con personas afuera del país y mucho más importante. Y nunca habían salido de viaje por cerrar un trato. Y si lo hacían era para persuadir y hablar con sus clientes, pero nunca, por una visita amigable como lo haremos ahora nosotros.

Por mi culpa, Alexander pasaría el primer cumpleaños de sus hijos lejos y también el primer aniversario de su difunta esposa. Y en silencio me había disculpado hasta con Julia por quitarle ese día tan importante a Alexander.

¿Por qué papá había decido adelantar todo? ¿Acaso no era consciente de las fechas?

_ Desde acá puedo oír tus pensamientos - escucho la voz de Alexander sacándome de mis pensamientos haciendo que alce la cabeza hacia él - ¿Qué pasa?

_ Nada - respondo rápidamente, haciendo que él entre cierre sus ojos y dejé con un poco de búsqueda los papeles sobre el escritorio.

_ Bien, ahora responde mi pregunta, pero sin mentirme - dice en un tono molesto y es que la paciencia tampoco ha sido su fuerte estos días.

Me debato si decirle o no mi preocupación. Pero su mirada profunda me dice que, aunque intenté ocultar la verdad, buscará la manera de sacármelo a la fuerza, así que antes de hablar suelto un suspiro.

_ Deberíamos cancelar el viaje - murmuró.

_ ¿Por qué? - pregunta y esta vez toda su atención está en mí, colocándome nerviosa.

_ Porque es un viaje innecesario - respondo con simpleza.

_ Ningún viaje de negocios es innecesario, Madie - responde.

_ Sabes que este lo es - digo, haciendo que él alce una ceja curioso. - El trato con ellos ya está cerrado, firmado y el café lleva funcionando varios días, no es como si ellos fueran a cancelar el trato porque rechazamos su invitación - explicó.

Alexander se queda en silencio por unos segundos y su mirada me continúa analizando, hasta que veo como se coloca de pie y se acerca a mi dirección, quedando justo frente al escritorio que me han dado para trabajar más cómoda junto a él.

Alexander se inclina hasta apoyar sus manos en el escritorio y quedar cerca de mi rostro.

_ El trato claramente ya está cerrado, pero hemos aceptado su invitación desde hace semanas. De seguro todos ellos ya tienen todo preparado para nuestra llegada, no podemos cancelar así como así y hacernos ver que somos una empresa que no cumple su palabra - entre abro mis labios al entender su punto. No, nos dejaría ver bien si rechazamos a solo una semana y días de nuestra partida, lo cual me hace sentir peor, porque entonces no hay más opción que ir y pasar las fechas importantes para Alexander, afuera del país - Y aunque pudiéramos rechazarlos - continúa hablando - no lo haré, porque si mal no recuerdo, tú eras la más emocionada con este viaje, siempre ha sido tu sueño recorrer Latinoamérica. ¿Por qué este cambio tan repentino ahora?

El Amigo de Papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora