Dr. Stone no me pertenece es propiedad de Inagaki y Boichi, yo sólo tomo prestado a los personajes para fines de esta historia.
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Senku se apoyó un momento contra el dintel de la puerta de la choza principal que pertenecía a Soyuz como actual cabecilla de la isla, internamente y a pesar de su apariencia desinteresada, estaba tratando de controlar la maraña de emociones encontradas que se arremolinaban en él. Un ligero estremecimiento que nada tuvo que ver con el ambiente fresco de la época sacudió su cuerpo, mientras contemplaba con expectación el pequeño caos del interior.
El cansancio nunca fue un obstáculo para él y al parecer, para ningún miembro del reino científico. Todos y cada uno de ellos se había esforzado demasiado desenterrando la tumba de su padre para comprobar las palabras de Why-man sobre la redención de su anterior engaño, incluso Senku, quien a pesar de sus palabras de vacilante escepticismo, recibió con grata y emotiva sorpresa la realización de su más grande anhelo, no la prueba contundente de la creación de la máquina del tiempo en un futuro incierto (aunque no pudo negar que una parte de él se emocionó con esa noticia) sino, el encontrar la estatua de Byakuya tal como Why-man había prometido.
—¿No vas a entrar? —Kohaku cuestionó justo detrás de él.
Tan sigilosa como siempre, Senku no supo en qué momento la leona llegó ni cuánto tiempo permaneció de pie ahí, a su lado.
—Yuzuriha se está encargando de la reconstrucción y dijo que nos avisaría en cuanto terminara. —le informó a la guerrera en voz baja, pero con ese tono que no dejaba entrever mucho de sí mismo en este tipo de situaciones.
Aunque Kohaku sabía mucho más de lo que Senku quería aparentar, con el tiempo ella supo leer entre líneas los sentimientos de Senku, en especial cuando de su padre se trataba. Kohaku pudo ver en reiteradas ocasiones en la mirada y expresión del científico esa vieja herida de punzante dolor por la pérdida de Byakuya; ella lo reconoció, esa sensación al perder a un ser querido... como si el corazón se llenara de cristales rotos al recordar a esa persona.
Senku no era alguien ajeno a los sentimientos como todos pensaban, se tenía que leer entre líneas para poder apreciar ese corazón que tenía.
—El daño es mínimo y a diferencia del antiguo cabecillla, la estatua de Byakuya no está tan deteriorada. —informó Ishigami.
Y era verdad, el paso del tiempo realmente fue generoso con Byakuya Ishigami, por lo que la despetrificación era posible. Yuzuriha se encargaría entonces de restaurar en la medida de lo posible alguna de las piezas faltantes.
—Me alegra mucho escuchar eso —ella le dió una breve pero significativa mirada—. Saber que al fin podrás reencontrarte con tu padre. —por una fracción de segundo, un suspiro tembloroso escapó de sus labios—. Y sé que no lo dirás tan fácilmente, pero conociéndote como ahora lo hago, también sé que a pesar de tus toscas palabras o expresión, tú también estás emocionado por volver a hablar con él. —Kohaku pudo ver en él la sombra de una genuina sonrisa, un gesto tan efímero pero que dignificó su afirmación.
El cómodo silencio se prolongó por un par de segundos antes de que Senku respondiera:
—¿Tanto me conoces ahora, Leona? —su tono denotaba esa característica socarronería de antaño, tratando de disolver la seriedad del ambiente.
No es como sí él desconociera la respuesta a dicha cuestión. Sin embargo, Kohaku simplemente se limitó a darle una mirada que claramente quería decir “más de lo que te imaginas”.
El tiempo y la convivencia hacían maravillas después de todo.
Antes de que alguien pudiera decir algo más, Yuzuriha se acercó para informarle a Senku que todo estaba listo. Ishigami miró entonces de nuevo al interior de la choza donde la estatua de su padre aguardaba.
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SenHaku Week
FanfictionRandom. Senku no puede apartar la mirada de "Amber", no sólo porque la supuesta fantasma es increíblemente atractiva, sino porque ella tampoco puede dejar de enviarle una mirada que denota precaución y ¿Nerviosismo?