Dr. Stone no me pertenece es propiedad de Inagaki y Boichi, yo sólo tomo prestado a los personajes para fines de esta historia.
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Incluso al borde de la inconsciencia Senku se sintió vigilado, sus ojos se abrieron lentamente, inexpertos en el reconocimiento del lugar en el que se encontraba debido a la parcial penumbra de la habitación en la que estaba. El único halo de luz que brindaba cierta luminiscencia a la habitación provenía del exterior, pasando el dintel de la puerta abierta que conectaba a un desolado pasillo.
¿En dónde rayos estaba? ¿Qué había pasado? No lo sabía con exactitud y su mente estaba tardando más de lo necesario en procesar esa información.
Inspeccionó de nuevo el lugar llegando a la conclusión de que estaba en una enfermería que le resultaba bastante familiar pero no del todo. Sí, definitivamente estaba en una pero no era ninguna de las que ellos tenían en el laboratorio o incluso en el nuevo distrito de la recién fundada ciudad de Japón. No, de hecho ésta se parecía más a una de las antiguas enfermerías que habían establecido en las bases del Reino científico, lugares rústicos pero prácticos en la tarea a fin.
Justo antes de la progresiva modernización tras en el enfrentamiento con el Why-man…
¿Qué carajos?
Pero esa cuestión ni siquiera alcanzó a ser formulada cuando sin previo aviso las molestas y brillantes lámparas del techo se encendieron y cegaron parcialmente a Ishigami.
—Al fin despiertas, llevas inconsciente cinco horas.
Senku enfocó la mirada nuevamente, acostumbrándose a la claridad de la habitación cuando se levantó de la rústica camilla, y entonces vio entre perplejo y ligeramente molesto a la mujer que se encontraba de pie en el dintel de la puerta, observándolo de igual manera pero sin mayor expresión en su semblante.
La mirada carmín se estrechó ligeramente en él, la exótica cabellera lacia con esa coloración entre albina y verdosa con las puntas en una tonalidad más oscura de verde azulado se desperdigó por sus delgados hombros, pero los dos mechones ligeramente salvajes ocultaron parcialmente su semblante. Los labios de la chica estaban formando un puchero muy familiar para Senku mientras sus manos permanecían firmemente en el cinturón que ceñía la rústica bata de laboratorio (como la que él solía usar y la que aún conservaba) a su cintura.
—Ah, entonces esta es la explicación de todo —Senku no tuvo la menor duda de que sabía lo que estaba pasando y el “cómo” llegó ahí fue tan evidente que una cínica sonrisa de ligera arrogancia se patentó en sus labios logrando que por un mísero instante la mujer enarcara una ceja—. Saltemos las innecesarias presentaciones… Necesito información ¿Hace cuánto llegamos aquí? Y ¿Qué fecha es?
Él tenía la ligera impresión de qué año podría ser pero necesitaba la confirmación.
—Bien, no perdamos el tiempo en sinsentidos como ese —la menuda chica que era exactamente igual a Senku estuvo de acuerdo en ello—. Estamos a 20 de noviembre del 5754, y en cuanto a su tiempo de estadía, como dije antes… 5 horas, 10 minutos, 37 segundos y contando… —una efímera sonrisa de socarronería acompañó a dicho comentario.
Ante tal revelación Senku se quedó ligeramente perplejo porque definitivamente ella (una versión suya pero femenina) no podía estar hablando en serio. No, la fecha no encajaba… estaba errada.
—Esa versión de Kohaku y tú llegaron aquí en medio de la madrugada, el halo de luz nos señaló su ubicación —comenzó Senki con su explicación, acercándose con paso decidido hacia su versión masculina de otra línea temporal—. Al principio creímos que se trataba de otro ataque del Why-man pero los registros del rudimentario telescopio espacial que orbita la Luna no mostró actividad en la superficie, ni siquiera en la enorme singularidad de masa negra que el León descubrió en uno de los valles.
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SenHaku Week
Fiksi PenggemarRandom. Senku no puede apartar la mirada de "Amber", no sólo porque la supuesta fantasma es increíblemente atractiva, sino porque ella tampoco puede dejar de enviarle una mirada que denota precaución y ¿Nerviosismo?