Extra II

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Cinco años después
Haeran.

A veces, tengo sueños extraños, tan extraños que parecen muy reales, como si hubiese vivido en ellos.

Veo a mamá y papá como reyes, en el sentido literal, con hermosa vestimenta de epoca, coronas, tronos. Papá siempre trata a mamá como una reina, pero en mi sueños es más vivido.

También sueño con una oficina, yo tecleando y acomodando muchos papales.

Un gato blanco y rechoncho, ese sueño es lindo, tal vez si le pido a papá un gato, pueda convencer a mamá de dejarme adoptar uno.

Sueño con extrañas flores, plantas, libros. Incluso puedo sentir los aromas.

El cacao, el olor al estar en la orilla del mar, galletas recién horneadas, son diferentes cosas, momentos, se siente extraño, un extraño pesar en el pecho.

–Ey–, siento un codazo en mi brazo.

–Au, ¿Qué?–, sobo mi brazo, mirando con cierta molestia a Yurim.

–Ahí está–, me señala con la mirada.

Veo en la puerta de la escuela, un chico alto con su mochila en el hombro.

Suspiro.

–Supongo que tendremos compañía–

–Tendrás, mamá viene por mí hoy–

–¿Qué?, pero se supone que haríamos la tarea juntas–, reclamo.

–Lo sé, pero olvidé que hoy es el cumpleaños de la abuela así que iremos a comer con ella–

Oh, bueno, no se puede evitar.

–De acuerdo, pero asegúrate de hacer la tarea, no esperes que la haga por tí–

Solo asiente, con una sonrisita.

No va a hacer nada.

Llegamos a la salida, por lo que nos despedimos. Yo solo voy en dirección al chico.

–Hola–, saludo.

Él sonríe, –Hola, ¿Tienes hambre?–, Hoseok toma mi mochila.

–Un poco tal vez–, subo y bajo los hombros.

Caminamos juntos, siguiendo el camino ya familiar para mí.

–¿Y Yurim?–, pregunta.

–Se fué primero, su abuela cumple años–

–Ah, ya veo–, solo sonríe.

–¿Cómo estás?, ¿Siguen molestándote?–

Mantiene la sonrisa y niega, –Lo intentan, pero basta con la presencia de Namjoon y la mirada fría de Yoongi, eso los mantiene alejados–

Asiento en entendimiento.

Hace cinco años que conocí a este extraño grupo de chicos. Extrañamente seguimos encontrándonos y finalmente se podría decir que somos amigos.

Aunque a veces hacen cosas raras, unos más que otros.

Llegamos a una esquina, girando a la derecha. Pronto vemos el parque.

–¡Haeran!–

Jimin levanta la voz, sonriendo radiante mientras se acerca apresuradamente a mí.

A esto me refiero cuando digo que unos son más extraños que otros.

Una vez que está lo suficientemente cerca, Jimin me abraza.

Solo sonrío leve, –Hola Jimin–

Me suelta, mirándome. Siempre hace ese chequeo visual, tal vez para ver si estoy bien o algo así.

𝓞𝓷𝓬𝓮 𝓾𝓹𝓸𝓷 𝓪 𝓽𝓲𝓶𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora