Lily guió a Hela por las calles, llegando finalmente a su hogar. La luz tenue del farol iluminaba el camino mientras cruzaban el umbral de la puerta.
Lily: (Hablando normal) Mi madre no está en casa, así que podemos estar tranquilas.
Hela asintió, agradecida por la hospitalidad de Lily. Mientras avanzaban por la casa, la penumbra del lugar creaba una atmósfera íntima y acogedora.
Lily: (Con amabilidad) ¿Quieres algo de beber?
Hela: (Aceptando) Un poco de agua estaría bien, gracias.
Mientras Lily se dirigía a la cocina, Hela exploró la sala de estar, ya había estado allí, pero no se fijo bien en toda la cada. Las fotografías familiares adornaban las paredes, revelando momentos felices y recuerdos compartidos. En ese ambiente cálido, Hela se permitió bajar la guardia, al menos por un instante.
Lily regresó con dos vasos de agua y se sentaron en el sofá. La conversación fluyó naturalmente, alejándose de la intriga de la noche y acercándose a la conexión humana.
Lily: (Hablando normal) Nunca imaginé que conocería a alguien como tú aquí...
Hela: (Sincera) La vida nos sorprende de las formas más inesperadas.
Lily: (Sonríe) Debo admitir que tu presencia le ha dado un giro interesante a mi noche.
Hela: (Con complicidad) La noche tiene su propia magia.
A medida que compartían historias y risas, la distancia entre ellas se disolvía, dejando espacio para una conexión más profunda y auténtica.
Lily: (Con naturalidad) ¿Qué te trajo realmente a esta ciudad?
Hela: (Reflexiva) Tal vez necesitaba un cambio de escenario.
Lily: (Comprensiva) Todos necesitamos eso de vez en cuando.
La conversación continuó en la penumbra de la sala, revelando capas de las vidas de ambas mujeres. En esa noche llena de misterio, Hela y Lily descubrían la singularidad de sus existencias entrelazadas.
La complicidad entre Hela y Lily crecía con cada palabra compartida. La penumbra de la sala envolvía sus siluetas mientras el tiempo parecía detenerse en ese rincón acogedor.
Lily: (Con picardía) Hay algo en la noche que hace que las confesiones sean más fáciles, ¿no crees?
Hela: (Sonríe) La oscuridad guarda secretos, y tal vez, algunas confesiones también.
El roce sutil de las manos y las miradas cómplices dejaban entrever la creciente tensión entre ambas. El deseo danzaba en el aire como una melodía invisible.
Lily: (Juguetona) No puedo evitar preguntarme qué otros secretos guardas, Hela.
Hela: (Con misterio) Algunos secretos están destinados a permanecer en las sombras.
La distancia entre ellas se acortaba lentamente. Hela podía sentir el latido del corazón de Lily mientras la atracción se volvía palpable.
Lily: (Deslizando su mano suavemente) A veces, es liberador dejarse llevar por la noche.
Hela: (Respondiendo al gesto) La liberación puede encontrarse en los lugares más inesperados.
Un suspiro compartido se mezcló con el susurro de la brisa nocturna. Hela se acercó, permitiendo que sus labios se encontraran en un beso cargado de anticipación.
El tiempo, testigo de esta conexión clandestina, avanzaba mientras las sombras encubrían los suspiros compartidos. Caricias y coquetos se entrelazaban en una danza de deseo en la penumbra de esa noche sin fin.
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Hela
Science FictionEn el vasto lienzo del cosmos, donde las estrellas titilan con la promesa de épicas travesías y los reinos divinos danzan en el borde del abismo, una sombra amenazadora emerge. Hela, la implacable diosa de la muerte, desata su furia sobre Asgard, de...