La batalla continuó con una ferocidad sin igual. Hela y Elysia luchaban en perfecta armonía, combinando sus habilidades y poderes para contrarrestar los ataques de Thor y Strange. Cada golpe resonaba en el aire, mientras chispas de energía iluminaban el escenario.
Hela, con su corona brillante y espada en mano, desataba una serie de ataques poderosos. Elysia, ágil y letal, movía su espada con gracia y precisión. Juntas formaban un equipo formidable.
Thor, usando la espada de los Eones, y Strange, manipulando las artes místicas, no se quedaban atrás. Sin embargo, la determinación de Hela y Elysia parecía inquebrantable.
En medio del caos, Hela dirigió una mirada a Elysia y le dijo algo en voz baja, una promesa de que todo cambiaría después de la batalla. Mientras tanto, el conflicto alcanzaba su punto culminante, con destellos de poder llenando el parque.
En un momento, Elysia quién se encontraba luchando contra Strange, este con sus movimos increíblemente mágicos, la golpe tan.fuwrte que esta cayó al suelo muy herida.
Hela, al ver a Elysia malherida en el suelo por el ataque de Strange, dejó escapar un grito lleno de furia.
Hela: (gritando) ¡Elysia!
De repente, su corona brilló con una intensidad deslumbrante, y sus ojos resplandecieron con un fuego inextinguible. Olvidó a Thor por un momento y se lanzó hacia Strange con una velocidad y ferocidad nunca antes vista.
Los movimientos de Hela eran casi imparables; desató una tormenta de golpes y cortes contra Strange. Cada ataque estaba lleno de la furia de una diosa desatada. Thor, momentáneamente olvidado, observaba asombrado la rabia de su hermana.
Hela, en su furia ciega, ignoraba las consecuencias. Golpe tras golpe, descargaba toda su ira sobre Strange, quien intentaba defenderse con sus artes místicas. Mientras tanto, Elysia, herida en el suelo, observaba la escena con preocupación, preguntándose si Hela podría controlar su propia furia.
Hela, imbuida en una furia descomunal, arremetió contra Thor con una intensidad desgarradora. Golpe tras golpe, sus palabras resonaban con cada impacto.
Hela: (golpeando a Thor) ¡Eres un estúpido! ¿No lo entiendes? ¡Me quitaste todo!
Thor, desarmado y herido, intentaba resistir los embates de Hela, quien no dejaba de propinarle golpes mientras continuaba con su letanía acusatoria.
Hela: (mientras golpea a Thor) No mereces nada. Estaba a punto de dejar todo por Elysia, pero tú, en tu estupidez, no quisiste escuchar.
Thor, incrédulo, recibía tanto las palabras acusatorias como los contundentes golpes de la diosa enfurecida. Hela, con cada golpe, dejaba claro que su decisión de abandonar sus planes de conquista no significaba redención.
Hela: (con malévola sonrisa) Este mundo es una basura, pero primero... morirás.
Preparándose para el golpe final que pondría fin al conflicto, Hela se dispuso a ejecutar su amenaza con un aura de venganza palpable en el aire.
Hela, con ojos centelleantes de furia, sostenía su espada con una ferocidad inigualable. Cada golpe anterior que había asestado a Thor parecía resonar en su mente, alimentando el fuego ardiente de su enojo. Aquellos recuerdos de un pasado lleno de desafíos y conflictos con su hermano se mezclaban con la desesperación de haber perdido algo que, en un momento, consideró suyo.
El odio que bullía en el pecho de Hela se manifestaba en cada movimiento de su espada. Cada golpe iba acompañado de la amargura acumulada a lo largo de eras de lucha y desencuentros. Para Hela, Thor no era simplemente un enemigo; era la personificación de todo lo que le había arrebatado. La corona, el poder, la posibilidad de un futuro diferente... todo se desvaneció por culpa de Thor.
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Hela
Science FictionEn el vasto lienzo del cosmos, donde las estrellas titilan con la promesa de épicas travesías y los reinos divinos danzan en el borde del abismo, una sombra amenazadora emerge. Hela, la implacable diosa de la muerte, desata su furia sobre Asgard, de...