Hela había planeado un pequeño momento solamente para ella y Elysia. Pero esto no planeo Thor.
En el palacio todo estaba listo para la gran ceremonia.
Elysia llevaba un vestido elegante de seda blanca con detalles dorados, que resaltaba su belleza natural. Su cabello estaba recogido en un elaborado peinado, y llevaba un suave maquillaje que realzaba sus rasgos.
Mientras tanto, Hela vestía un traje asgardiano en tonos verde oscuro, con detalles plateados. Su corona estaba presente, pero de forma más discreta. A pesar de la formalidad, su mirada y porte expresaban la fuerza y determinación que la caracterizaban.
Hela, en silencio y con una emoción inusual, observó la entrada de Elysia junto a su padre. El ambiente solemne se llenó de una energía especial mientras Elysia caminaba hacia el altar.
Las lágrimas de Hela, aunque sorprendentes, no escaparon a la atención de algunos asgardianos. Mientras Elysia se acercaba, la expresión de Hela mezclaba la sorpresa y la ternura, revelando una faceta de ella que pocos conocían.
El padre de Elysia entregó a su hija a Hela, y juntas se dirigieron hacia el altar, dispuestas a unir sus vidas de una manera que iba más allá de las expectativas de Asgard.
Hela intercambió una mirada con el padre de Elysia en el altar. Aunque no necesitaba decir palabras, en ese instante, hubo una comprensión tácita entre ellos. El padre confiaba en que Hela cuidaría de su hija, y Hela asumía la responsabilidad con determinación y respeto.
El intercambio de miradas fue breve pero cargado de significado, sellando de alguna manera la unión que estaba a punto de tener lugar. Ambos sonrieron sutilmente, reconociendo el valor de este momento único en la historia de Asgard.
La persona que oficia la ceremonia, un anciano sabio de Asgard, se acerca al altar y habla con solemnidad:
"En el reino de Asgard, hoy nos reunimos para celebrar la unión de Hela, diosa de la muerte, y Elysia, una valiente mortal. El amor no conoce límites, y hoy presenciamos la conexión única entre dos almas destinadas a estar juntas. Que este matrimonio sea un símbolo de paz y unidad en nuestro reino."
Luego de estas palabras, el anciano sabio da paso a los votos de las novias.
Hela, mirando a Elysia con intensidad, comienza a improvisar sus votos:
Hela: Elysia, no sabía que esto de los votos era una tradición aquí en Asgard, pero estoy dispuesta a intentarlo. Siendo honesta, no soy la mejor con las palabras, pero te prometo lealtad y amor. Daría mundos enteros por ti, y eso ya es un gran compromiso viniendo de mí, la diosa de la muerte. Prometo protegerte con todo lo que soy y ofrecerte mi reino si es lo que deseas. Aunque no entienda completamente estas costumbres, entiendo que tú eres mi mundo, y eso es todo lo que importa.
Hela, tomando una pausa, continúa con sus votos:
Hela: (mirandola fijamemte)Elysia, no sé cómo llegamos a este punto, pero aquí estamos. No soy la más fácil de entender ni la más adecuada para los eventos sociales, pero gracias a ti, estoy dispuesta a intentarlo. Prometo no solo darte mi lealtad y amor, sino también mi voluntad de cambiar. A tu lado, he descubierto un nuevo significado en la vida, y estoy dispuesta a explorar lo que significa compartir mi existencia contigo.
Hela tomó un respiro, Elysia la miraba con tanto amor, que se notaba en sus ojos y esa sonrisa que cada vez era más grande con cada palabra que escuchaba salir de la boca de Hela.
Hela: (sonriendo sutilmente) Sé que mi pasado no es el más radiante, pero en ti he encontrado una luz que nunca supe que necesitaba. Prometo ser tu apoyo, tu aliada y, cuando sea necesario, tu defensora. Quiero construir un futuro contigo, uno donde ambos podamos ser felices, incluso en medio de la oscuridad que me rodea. Elysia, acepto este compromiso contigo, y haré todo lo posible para ser la compañera que mereces.
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Hela
Science FictionEn el vasto lienzo del cosmos, donde las estrellas titilan con la promesa de épicas travesías y los reinos divinos danzan en el borde del abismo, una sombra amenazadora emerge. Hela, la implacable diosa de la muerte, desata su furia sobre Asgard, de...