Al despertar al nuevo día, Hela, con suavidad, acarició el rostro de Elysia, intentando llamarla a la realidad con gestos tiernos. Al notar que su compañera aún dormía, le regaló algunos besos con la esperanza de que esos dulces gestos fueran el despertar perfecto.
Hela: (Murmurando) Despierta, mi amor.
Elysia, entre sueños, respondió con una sonrisa ante los cariños de Hela. La habitación se llenó de una atmósfera tranquila y cómplice, marcada por el amor que crecía entre ambas.
Hela: (Con cariño) Buenos días, mi amor.
Elysia: (Sonriendo) Buenos días... ¿dónde estamos?
Hela: Estamos en un lugar seguro. No te preocupes.
Elysia: (Bostezando) Anoche... fue increíble.
Hela: (Riendo) ¿Te refieres a probarte toda esa ropa?
Elysia: (Ríe) Sí, pero también a todo lo demás.
Hela: (Seria) Elysia, quiero que sepas que estoy aquí por ti. Por nosotros.
Elysia: (Acariciando su rostro) Lo sé, Hela. Y yo también quiero estar contigo.
Hela: (Besándola suavemente) Eres mi luz en esta oscuridad.
Hela, decidida a hacer que la mañana fuera perfecta para Elysia, llamó al servicio a la habitación.
Hela: (Al teléfono) Sí, quisiera pedir un desayuno para dos, por favor. Lo mejor que tengan.
El empleado del otro lado confirmó el pedido, y Hela se volvió hacia Elysia con una sonrisa.
Elysia: (Curiosa) ¿Qué pediste?
Hela: (Misteriosa) Algo delicioso. Será una sorpresa.
Ambas esperaron ansiosas, sumidas en la complicidad de la mañana que comenzaba, llena de promesas y momentos compartidos.
El desayuno llegó, trayendo consigo aromas deliciosos que despertaron aún más el apetito de Elysia. Hela, con una sonrisa, llevó la bandeja hasta la cama y ambas empezaron a desayunar juntas.
Hela: (Satisfecha) ¿Te gusta?
Elysia: (Con entusiasmo) ¡Sí! Esto es increíble. Nunca había probado algo así.
Hela observaba a Elysia con admiración, disfrutando de su alegría contagiosa. La habitación se llenó de risas y conversación mientras compartían el desayuno, creando recuerdos que perdurarían en sus corazones.
Hela: (Sonríe) Bueno, creo que es hora de un baño. ¿Quieres acompañarme?
Elysia asintió con curiosidad, intrigada por lo que le esperaba. Hela la llevó al baño y le explicó cómo funcionaba la ducha. Elysia miraba el agua caer con asombro, era algo completamente nuevo para ella.
Hela: (Riendo) Solo cierra la cortina y gira este botón para regular la temperatura. Después, simplemente disfruta del agua. Ah, otra cosa...
Elysia: (la mira) ¿Si?
Hela: Tendrás que sacarte la ropa... por completo.
Elysia, con cierta timidez, siguió las instrucciones de Hela. Una vez dentro de la ducha, experimentó la sensación del agua caliente sobre su piel. Era un placer desconocido, y su rostro reflejaba el asombro.
Hela: (Desde afuera) ¿Cómo va todo?
Elysia: (Riendo) ¡Es increíble! No sabía que bañarse podía ser tan... moderno.
Hela rió ante la reacción de Elysia, disfrutando de compartir estos momentos cotidianos que para ella eran novedosos. Mientras Elysia se sumergía en el mundo de las duchas terrestres, Hela esperaba impaciente su turno para continuar explorando juntas este nuevo capítulo de sus vidas.

ESTÁS LEYENDO
Hela
خيال علميEn el vasto lienzo del cosmos, donde las estrellas titilan con la promesa de épicas travesías y los reinos divinos danzan en el borde del abismo, una sombra amenazadora emerge. Hela, la implacable diosa de la muerte, desata su furia sobre Asgard, de...