Los Azares Del Destino || KookV ||

Capítulo I

Entre el ajetreo del día de exposiciones de obras y los nervios carcomiendo mi ser, lo último que tenía en mente era revisar mi teléfono, aquel en donde se encontraban al menos unas cinco fotos de mi supuesto novio besando a otro chico al cual le habían censurado el rostro, y varias llamadas perdidas de mis amigos.

Al llegar al auditorio, lugar donde se realizarían las exposiciones de arte de primer año, rápidamente acomodé mi stand con mi escultura de piedra en el, había trabajado día y noche en mi obra durante al menos un mes entero y definitivamente era increíble, había valido la pena todo aquel esfuerzo y noches en vela. Estaba tan inmerso en mi trabajo que no noté cuando Areum llegó corriendo hasta mi y me sacó de la sala por el brazo en un abrir y cerrar de ojos.

— ¿Por qué no contestas tú teléfono Taehyung?— Lee Areum, era mi mejor amiga desde la secundaria, nuestro amor por el arte nos hizo inseparables desde ese entonces y tan unidos como para que los demás fuera de nuestro círculo social y familiar pensaran que estábamos saliendo, lo cuál claramente jamás sucedería, nuestros gustos están completamente "tergiversados".

— Acabas de presenciar lo ocupado que estoy ahora mismo, hoy es el día más importante del semestre Areum. Dejé mi teléfono en la mochila para evitar distracciones— aclaré.

— Por dios Taehyung, te he estado llamando y escribiendo como loca. Tienes que ver ahora mismo lo que pasó...— me mostró las fotos en su teléfono — lo siento mucho Tae, sé que no es el mejor momento pero tenía que decírtelo—

— ¿Q-que? ¿De donde sacaste esto? No... No lo entiendo...— sentí mis piernas flaquear y caí de rodillas al suelo mientras mis ojos se inundaban de lágrimas que resbalaban por mis mejillas sin control.

—Tae, no puedo imaginar lo horrible que es esto para ti, pero sabes que ese tipo es un idiota que jamás iba a cambiar... — dijo miestra se arrodillaba frente a mi y me rodeaba en un abrazo de consuelo— mereces mucho más que esto Tae, eres demasiado increíble para alguien como el— sonrió amable.

— Maldito infeliz, c-como se atreve a hacerme esto de nuevo...— por más que intentaba controlarme, las lágrimas no paraban. Sentía mi pecho doler, pero conocía esa horrible sensación ya había pasado por ella antes— fui un idiota al pensar que de verdad cambiaría...— mi voz se volvió en un hilo casi inaudible.

Los minutos pasaron hasta que mis lágrimas dejaron de salir desbordadas, dí un fuerte suspiro y me incorporé de nuevo intentando recuperar mi compostura.

— ¿Estás bien? — preguntó Areum con preocupación notoria en su rostro.

— Estoy bien, después de todo no es la primera vez que lo hace, pero no se lo perdonaré de nuevo, ya fuí un idiota una vez pensando que de verdad había sido un error de su parte, no volveré a caer en sus estúpidos juegos de manipulación otra vez.— estaba herido, pero mi ira en ese momento opacana cualquier sentimiento de tristeza que ocupara mi ser— ahora solo debo centrarme en mi exposición, trabajé muy duro en ella como para echar todo a perder por ese imbecil. Luego veré qué hago con él — dije en medio de un suspiro.

— ¡Así se habla hombre!— ambos nos reímos por mi repentina valentía — venga, es hora de mostrarle al mundo nuestro talento. En la noche nos las arreglamos con un par de tragos y buena música.— me animó.

Regresamos al auditorio justo a tiempo para empezar con las exposiciones. Después de todo, los chicos van y vienen, aunque no podía negar que sentí que había desperdiciado casi dos años de mi vida junto a un bueno para nada como el, cuando rechacé a tantos otros chicos guapos y talentosos por ese idiota que lo único que hizo fue lastimarme. Pero ya no más, esa noche me desharía de cualquier sentimiento o pensamiento que tuviera por nombre el suyo.