Capítulo XII

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- sígueme...- habló el pelinegro mientras caminaba al gran sofá de cuero que había en la sala de televisión.

- ¿Qué sucede?- pregunté al llegar con el y sentarme a su lado.

- ¿Te gusto?- soltó sin más viéndome a los ojos.

Lo pensé unos segundos antes de contestar.

- No creo que 'gustar' sea la palabra indicada, creo que más bien me atraes- lo miré apenado.

- Entiendo...- se quedó en silencio unos segundos- yo no sabría cómo describir como me siento contigo...- suspiró- nunca antes había sentido deseo sexual por un chico, he visto a mis amigos completamente desnudos y nunca me producían nada, pero contigo es diferente- desvío su mirada- verte ese día con esos pequeños shorts y los ojos vendados mientras sentía como tocabas mi cuerpo... tus labios, tu rostro, tus ojos...- río nervioso- joder, de verdad me fue imposible no excitarme-

Mis mejillas ardieron al escucharlo hablar tan descaradamente, pero me gustaba eso de él.

- Lo siento por eso, supongo- no sabía que decir o como actuar.

- No deberías- se aclaró la garganta- estos días he estado pensando todo el tiempo en lo que pasó, y no me opongo a la idea de que me guste un chico, simplemente no sabía cómo reaccionar al respecto, porque como te dije, es nuevo para mí- echó su cabeza hacia atrás en el sofá- siento mucho de verdad haberte hecho sentir mal...- sonrió sincero girando su rostro para que nuestras miradas se encontraran.

- Está bien, te entiendo- le devolví la sonrisa.

- Aún no sé cómo definir mi sexualidad, digo, llevo veintitrés años gustando únicamente de chicas y ahora me "atrae"- hizo comillas con sus dedos- un chico, ¿eso me convierte en heteroflexible o bisexual?-

- Sinceramente no lo sé, nunca he estado en esa posición- reí bajito- nunca me ha gustado o he sentido atracción sexual por una mujer, solo por hombres. Pero creo que no deberías pensar tanto en eso, son solo etiquetas después de todo. A las personas solo nos gustan otras personas y ya, todo sería más fácil si lo decimos de ese modo...-

- Tienes razón, solo somos personas que gustamos de otras personas, es tan sencillo como eso, pero tenemos la necesidad de etiquetarlo todo- se incorporó en su lugar.

- ¿A que viene todo esto?-

- Solo quería explicarte cómo me siento, no quiero que pienses mal de mí por como actúe ese día...- la manera tan sincera en la que hablaba me producía ternura.

- De verdad puedes ser una gran persona si te lo propones Jeon...- me burlé de él.

- Sí, bueno, fuí un idiota contigo desde el primer día sin razón alguna...- se notaba avergonzado- también me disculpo por eso, por lo general soy así con quienes no conozco, no tengo idea por qué.- se encogió de hombros.

- Tienes miedo de que vean tu verdadero yo...- sonreí con comprensión- por eso pones una barrera de hielo frente a los demás, para que no vean que realmente eres una buena persona con lindos sentimientos, y se aprovechen de eso y te hagan daño-

Jungkook pensó por un momento.

- ¿Tú lo harás ahora que lo sabes?- podía notar cierto atisbo de miedo en sus ojos.

- No, por alguna razón siento la necesidad de cuidar tu sensibilidad, no sería capaz de dañar algo tan preciado...- no sabía de dónde habían salido esas palabras, pero tenía la necesidad de decirlo.

Era verdad, desde que lo conocí supe la razón por la cual era un completo imbecil, sabía que solo era una persona a quien habían dañado.

Quería comprenderlo, saber la razón exacta de su forma de ser. Pero sobre todo, quería cuidar ese lado sensible que pocas veces dejaba a la vista del mundo; quería enseñarle y mostrarle que no tenía necesidad de construir una fortaleza de hilo sólido alrededor de su corazón.

Los Azares Del Destino || KookV ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora