El azar hace parte del destino, pero el destino no deja nada al azar.
-Oye, Jeon...- intenté armarme de valor para decirlo- ¿Puedo tocarte?- solté sin más.
- ¿Qué dices?- su rostro ahora estaba exaltado o avergonzado, no lograba distinguir su emoci...
—¿Irás a la fiesta de hoy?— preguntó Jaewon emocionado.
— No lo sé Jae, aún debo terminar el proyecto, solo queda una semana para la entrega y aún no he empezado a esculpir— estaba estresado por ese trabajo.
— Oh vamos Tae, solo serán unas horas— animó Areum— créeme, muchos no han siquiera empezado el trabajo.—
— Bien, lo pensaré— sonreí y ellos aplaudieron victoriosos.
Ese viernes era la fiesta de Halloween, evento el cual se caracterizaba por chicas en ropa de escasa tela, chicos bebiendo hasta quedar inconscientes en algún rincón y muchas, pero muchas sustancias de dudosa legalidad. ¿Por qué nadie nunca les decía nada? Bueno, porque la policía se camuflaba entre la multitud y disfrutaba de la escasez de reglas de la noche, y la mayoría de los participantes eran universitarios que vivían lejos de sus casa como para que sus padres se enteraran de las barbaridades que sus hijos hacían en esa festividad.
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Como acordamos, llegué a casa de mi mejor amiga a eso de las seis de la tarde para ayudarla con su disfraz y maquillaje, llevaba planeandolo desde meses atrás, nunca había conocido a una persona tan apasionada por una celebración como Areum.
— ¿Y tu disfraz?— pregunto al verme por el reflejo de su espejo. Estaba vestido con mi ropa casual.
— No necesito uno— dije sin darle mayor importancia. Realmente Halloween nunca me ha interesado, me parecía una celebración innecesaria.
— Eres un aguafiestas Taehyung— se cruzó de brazos y se giró en su asiento para verme directamente— Vamos a ir a una fiesta de disfraces, ¿Y sabes cuál es el requisito principal para asistir?— dijo sarcástica.
— ¿Ser mayor de edad?— conteste de la misma forma.
— Ay cariño, créeme que ese ni siquiera es un requisito— se burló — el verdadero requisito, amigo mío...— se acercó a pasos lentos— es un disfraz— la sonrisa que se dibujó en su rostro me hizo dar escalofríos, sabía que algo tramaba mi amiga.
— No haré nada de lo que estás pensando— tragué grueso.
— Claro que sí lo harás— sonrió de lado y caminó hasta su armario abriéndolo de par en par— ven aquí— ordenó. Sabía que no tenía más opción así que solo obedecí.
— Reum, de verdad espero que no sea lo que estoy pensando— suspiré derrotado.
— Tienes suerte de que seamos casi la misma talla— se burló de mí— vamos Tae, anímate, hoy la vamos a pasar muy bien, lo prometo— pidió con sus manos unidas a manera de súplica, mientras batía sus pestañas para convencerme.
— La última vez que dijiste eso terminé rayando el auto de un niñito rico y pretencioso— rodé los ojos.
— Si, si, como sea...— siguió revisando entre su ropa hasta que encontró algo y dejó salir un grito de emoción— ¿Que tal?— dijo sacando la prenda de su armario dando brinquitos emocionada.
