El azar hace parte del destino, pero el destino no deja nada al azar.
-Oye, Jeon...- intenté armarme de valor para decirlo- ¿Puedo tocarte?- solté sin más.
- ¿Qué dices?- su rostro ahora estaba exaltado o avergonzado, no lograba distinguir su emoci...
- supongo que a estas alturas ya estarás más que enterado del problema en el que involucraste a mi hijo, no solo destrozaste su reputación e imagen pública, también lo hiciste con su carrera, su matrimonio y su futuro- lanzó una revista de un medio que hablaba de manera ofensiva hacia Jungkook, desameritandolo como futuro de la empresa Jeon por su relación con Taehyung.
- Nunca pretendí hacer esto- lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas acarameladas- mis sentimientos por él son completamente sinceros señor Jeon... Yo... Amo a su hijo- confesó entre sollozos.
- Si lo amas tanto como dices, desaparece de su vida- hablo sin emoción alguna- no arruines más su futuro tan prometedor. Él tenía todo lo que necesitaba antes de conocerte, solo llegaste a corromperlo y arruinar su vida entera. Las personas como tú son como la peste; contagiosa, desagradable y mortal.- escupió aquellas palabras con desagrado palpable en su rostro- esta es tu última oportunidad para aceptar mi trato, de lo contrario tomaré medidas extremas. Haré todo lo que esté a mi alcance para que te alejes de mi hijo, por las buenas o por las malas Kim.-
El hombre se levantó del sofá en toda su estatura, viendo con desagrado al chico que lloraba viendo la portada de la revista. Sacó un pequeño sobre del bolsillo interno de su traje y lo tiró sobre la mesa sin cuidado.
- Ustedes dos nunca tuvieron una oportunidad desde el inicio. El destino solo les tendió una trampa pintada de colores vibrantes; pero lo que ustedes no sabían es que en la naturaleza entre más intenso sea un color, más peligroso y venenoso es el ser.- sin más, caminó hasta la puerta y salió del lugar, dejando un tornado de emociones y pensamientos dentro del castaño.
Taehyung ni siquiera se atrevió a abrir el sobre sellado, ya sabía lo que era.
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Taehyung fué ese día a la universidad no por gusto, sino por obligación. El semestre estaba a solo una semana de terminar y los exámenes finales estaban en curso.
-¿Hola?- habló Taehyung luego de contestar la llamada entrante de su mejor amiga.
- Tae, ¿Cómo estás?- preguntó con voz preocupada.
- Supongo que ya te enteraste tu también...- suspiro pesado. Todo estaba jodido.
- ¿Donde estás?¿Estás en la universidad?- evadió lo que el chico acababa de decir, era obvio que todo el mundo ya lo sabía para ese momento.
- Si, llegué un poco antes del examen- su voz estaba apagada.
- ya voy en camino, llegaré en diez minutos, todo estará bien ¿De acuerdo?- dijo acelerando su coche sin importar las leyes de tránsito.
- ve con cuidado, estoy bien, Reum- mintió. No quería que otra tragedia se presentará en su vida, no creía soportarlo.
Ambos colgaron el teléfono luego de una breve despedida.
Taehyung llegó a una pequeña sala de descanso dentro de las instalaciones, solo había un grupo pequeño de estudiantes hablando entre ellos. No quería estar cerca de multitudes, así que era el mejor espacio en el momento.
