Los Azares Del Destino || KookV ||

Capítulo VI

— Bien chicos, antes de finalizar el semestre van a realizar un proyecto individual— comentó el profesor— para este trabajo van a necesitar un modelo, pueden retratarlo como más gusten, en una pintura o escultura— sonrió amplio— Tendrán tres semanas para realizarlo, no me defrauden.

Posterior a eso la clase dio por terminada y salimos en dirección a la cafetería.

— ¿Ya saben a quién van a utilizar como modelo?— pregunto uno mis amigos de la facultad.

— No tengo idea— suspiré.

— Yo sí, le pediré ayuda a un amigo de otra facultad, así será más fácil encontrarnos para realizar el trabajo— dijo otra chica de la clase.

— Esa es una buena idea Camile— confesé.

— Es cierto, creo que es lo mejor que podemos hacer— comentó Areum.

Y entonces empecé a pensar a quien podría pedirle que fuese mi modelo. Tenía algunos amigos en la universidad fuera de la facultad, así que empecé a descartar uno por uno, necesitaba un buen modelo, con carisma y sobre todo atractivo.

— Lo tengo— pensé en voz alta asustando a las personas a mi alrededor. — lo siento— reí.

— ¿Que pasa?— preguntó Areum.

— Ya sé a quién le pediré que sea mi modelo— sonreí.

—¿Puedo saber quién es?—

— Ya lo verás luego— reí — mejor cuéntame, ¿Cómo estuvo tu cita?— le hice ojitos.

— vale, pero vamos a mi casa, muero de hambre y sueño— se levantó de la mesa y yo la seguí.

— ¿Tan ajetreada estuvo la noche?— me burlé de ella.

— No seas tonto, no pasó nada de eso— sonrió.

Salimos de la universidad y nos dirigimos a la casa de Reum donde sus padres nos estaban esperando para almorzar.

— Buenas tardes señores Lee— saludé al llegar.

— Hola Tae, ¿como estás hijo?— la señora Lee me dió un cálido abrazo.

— Hola padres, yo soy su hija ¿Recuerdan?— acotó Areum ofendida.

— Oh Reum, hola— le sonrió.

— Si bueno, ya sabemos quién es el favorito— bufó

Los señores Lee y yo reímos por los celos de mi amiga.

— Vamos, el almuerzo está servido— habló el señor Lee.

Pasamos al comedor donde cenamos todos juntos mientras hablábamos y reíamos por los típicos chistes malos del señor Lee. Una vez terminamos de comer nos dirigimos a la habitación de Areum y nos tumbamos ambos en la cama.

— Dios voy a explotar— me froté el estómago.

— Lo sé, yo igual— se quejó.

— Pero bueno, cuéntame— me giré poniendo ambas manos en mi mentón para prestar mayor atención.

— Bueno, es una chica muy tierna en realidad—

— Ujum...—

— Estudia medicina y sus padres son cirujanos—

— Ya, pero ¿que pasó? — dije impaciente.

— Bien, bien— suspiró— salimos a cenar y hablamos un rato, fue increíble, me sentí tan cómoda en todo momento y el tema de conversación nunca acababa. Luego de eso nos quedamos un rato más charlando en el auto, de verdad no quería que se fuera, pero al final la llevé de nuevo a su casa porque se le hacía tarde.— sus ojos brillaban al hablar de aquella cita.