Duelo 3 (Capitulo VIII): El Honor del Arquero.

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~Milenios atrás, antes de ser conocido como El Dios Arquero del Panteón Chino, Hou Yi era una Deidad más entre las demás, no era conocida su valentía ni tampoco su habilidad, la mención de su nombre no provocaba el efecto de temor y respeto que si genera hoy en día en los demás Dioses, simplemente era un Dios desconocido, hasta aquel día... Todo comenzó cuando Di Jun, el Dios Emperador del Oeste, decidió crear Diez bestias para que éstas lo protegieran de cualquier peligro, se trataba de Diez aves de Fuego de gran tamaño, con tres patas cada una y plumas que liberaban brazas de fuego ardientes, tan ardientes que se decía que con tan solo ver a las aves se podía sentir el calor intenso del verano sin importar la distancia, al principio las aves se encontraban bajo control, volaban libremente por los alrededores del palacio del Dios Emperador, Di Jun llegó a encariñarse con éstas al punto de considerarlas sus hijas, pero un día sin previo aviso éstas se salieron de control, las aves, o como las llamarían los seres humanos de esa época, los soles se alejaría del palacio y comenzarían a jugar entre ellos mientras volaban a lo largo y ancho del territorio que en algún futuro sería conocido como China, si bien no era con mala intención, los soles estaban arrasando con todo, cultivos, hogares, destruían pequeñas comunidades de humanos, en cuestión de minutos el país se encontraba envuelto en llamas, por ese entonces la "Junta del Sol Naciente" aún no se había formado, y los Dioses no tenían demasiada relación entre sí, por ésta razón pocas eran las Deidades que se interesaban en rescatar a la humanidad, y menos eran aquellos que se animaran a confrontar a Di Jun, por ese entonces uno de los Dioses más fuertes de su Panteón, durante 3 días los soles causaron destrucción y pánico en la humanidad sin que ningún Dios se les opusiese,

[Gran Palacio del Oeste].

Yu Huang -Emperador Jun, creo que ha sido suficiente, sus hijos están destruyendo nuestro territorio, y si continúan así, destruirán el mundo y a los humanos-

Di Jun -Déjalos, simplemente están jugando... Pobres, mira si terminar con su diversión tan solo por unos monos involucionados que apenas descubren los cultivos-

Yu Huang -Debés estar de broma... No tienes derecho a tomar las vidas humanas como un juego-

Di Jun -Ya los voy a controlar, no te preocupes-

Yu Huang -¡Ya, Jun!... De lo contrario tendré que intervenir-

El Emperador del Oeste se levantaría de su trono y acercándose al Emperador de Jade hasta estar casi pegado a su rostro le amenazaría con total seriedad,

Di Jun -No les pondrás un solo dedo encima Huang, ¿Está claro?-

Yu Huang -Cuidado con levantar el tono de tu voz, no necesitas recordar quien fue el mayor asesino de nuestro Panteón durante las Guerras Deideales-

La tensión en el aire era palpable, ambos Dioses parecían estar dispuestos a iniciar una batalla ahí mismo, pero de pronto las puertas del palacio fueron abiertas con brusquedad, un Dios menor, siervo del Emperador del Oeste entraría exaltado y se arrodillaría frente a las Deidades a la par que comenzaba a hablar con un tono de alteración,

(Siervo) -Señor... Emperador Jun, lamento la intromisión, son sus hijos...-

Di Jun -¿Qué es lo que sucede con ellos?-

Durante la reunión de Di Jun y Yu Huang un Dios prácticamente desconocido se había dirigido hacia el lugar en donde se encontraban los Diez soles, éste Dios habría recuperado una de las plumas que se les había caigo a las aves y utilizando toda su magia utilizaría ésta para crearse un arma sagrada, un arco, el Arco del Sol, con ésta arma y una puntería implacable la Deidad desconocida derrotaría uno por uno a los Diez soles, dejando a tan solo uno el cual se postraría ante sus píes, éste Dios era Hou Yi, luego de unos minutos llegarían al lugar Yu Huang y Di Jun los cuales observarían incrédulos al joven Dios quien se encontraba sentado en el suelo con el ave de fuego sobreviviente arrecostado en su regazo,

El Juicio Final: Duelo De PanteonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora